domingo, 30 de diciembre de 2018

El hombre que cabía en la palma de su mano. Francesc Barberá - Reseña

...Se acurrucó entre sus dedos y apretó el puño con todas sus fuerzas

"El hombre que cabía en la palma  de su mano" de Francesc Barberá, es una originalísima colección de relatos breves, tan breves que más que de microrrelatos habría que hablar en muchos casos de nanorrelatos.

Suicida
Se arrojó a su vacío interior

Discreción
El inmortal se llevó su secreto a la tumba

viernes, 28 de diciembre de 2018

Escarcha. R. Ariel Victoriano - Reseña



Una vez que la escarcha cruje por la presencia de la ternura, es inevitable que se comience a derretir.

Diecinueve cuentos integran esta Antología (la tercera tras "El sonido de la tristeza" y "Páginas Barrocas") del escritor argentino Raúl Ariel Victoriano. Diecinueve historias aparentemente heterogéneas conectadas sin embargo todas ellas por el relato de pequeños y casi siempre inadvertidos dramas cotidianos, a medio camino sus protagonistas  entre la fatalidad y la esperanza, atravesadas sus vidas por una tristeza serena sin rastro de amargura.
Desamparo, soledad, pérdida, dolor, resignación pero también inocencia, compasión, ingenuidad, emoción y sentimiento es lo que encontramos en estos relatos. La belleza que ocultan las rutinas, la indefensión y la ternura que late en la vejez, la inmortalidad del amor, la escritura como redención...

jueves, 20 de diciembre de 2018

Choque generacional



¡Me agotan! ¡Esta familia mía despedaza mi paciencia! Tradición, normas, responsabilidades...  Sieeempre el mismo discurso, sieeempre la misma regañina, sieeempre esos odiosos aires suyos de superioridad. Muy joven ─dicen ellos que soy─ demasiado joven e inexperta todavía para comprender la importancia inmensa de nuestros ritos, de nuestras costumbres, de nuestros blablabla... ¡Ja! ¡Si supieran! No entienden nada. Mucha clarividencia, mucha perspicacia pero... nada de nada. Ni lo intentan, vaya. Y lo peor es que ni siquiera me escuchan, ¡maldita sea! Habitan un mundo inexistente. Un edén de fantasía. Un paraíso que se extingue bajo sus pies y no se dan cuenta. ¡Qué ciegos están! Traición, llamaron a mi feliz innovación ¡Traición! Y de inmediato mi varita y mis hechizos requisaron. Castigada como una criatura, ¡qué vergüenza! Los tiempos cambian y también nosotros habremos de cambiar algo con ellos, digo yo. Y, sí, por supuesto, reconozco que mucho más romántico, más adorable y cautivador, quizás, resulte transformar ratones y calabazas en carruajes y zapatos de cristal pero las niñas de hoy en día ya no sueñan ser princesas y gracias a mi (¿imprudente?) picardía, mirad cuan radiante y orgullosa conduce ahora Cenicienta su ferrari por toda la ciudad.

sábado, 8 de diciembre de 2018

Fedra - Reseña



El amor debería estar prohibido. Te da muy poco y te lo quita todo.

Estrenada en el pasado festival de Mérida, se representa estos días en Valencia "Fedra" bajo dirección de Luis Luque y en la adaptación que del mito hace Paco Becerra. Es ésta una Fedra diferente, inspirada al parecer en una versión del clásico griego anterior a la ahora conocida que en algún momento se perdió. Una historia con tintes muy actuales que se centra en la lucha interna de la protagonista frente a la difícil elección entre deber y sentimiento a que en un determinado momento la expone la vida. Enferma de amor, enamorada de su hijastro, ella se debate entre sincerarse y afrontar su deseo −en torno a ese deseo se articula toda la función− o mantenerse fiel a la moralidad y a los eternos y siempre implacables convencionalismos sociales.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Nostalgia



Una caricia, una sonrisa, un beso suave y a soñar... "dulces sueños, mi amor".
Antiguas noches de invierno se cuelan de improviso en mis recuerdos y, casi casi a traición, entre melancolías y nostalgias al instante los enredan. Noches de mimos y risas; de confidencias e ilusiones; de planes de futuro y proyectos de aventura; de carantoñas y cuentos antes de dormir, siempre cómplice algún libro entre sus manos: Peter Pan, La Isla del Tesoro, Mujercitas...  Noches tiernas con sabor a infancia: hojaldre y chocolate caliente, pijama y zapatillas, nervios y deberes apresurados en la cama. Tan lejano ahora todo ya... Tiempos de candor e ingenuidad que la vida detuvo para siempre en un instante eterno. Antes del espanto y del dolor. Antes del silencio, de la indiferencia, del perverso maleficio que secuestró la inocencia de su alma. Antes de que las hadas traicionaran su magia y los monstruos ganaran, implacables, la batalla. Antes de tantas lágrimas a destiempo derramadas sobre pupitres ardientes de vergüenza y rabia. Antes de aquella última carta... Cuando mi niña era feliz y en mi corazón habitaba la alegría, la poesía y la esperanza.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Equívocos



Cada noche, en la frágil intimidad de un cuarto cerrado, tras la puerta que blinda del mundo una huraña vida adolescente, se obra el milagro. En silencio. Casi en secreto. Al resguardo de miradas indiscretas, al abrigo de perversos comentarios, a salvo por fin de incomprensiones, de juicios y crueles veredictos, de maliciosas sonrisas... entre brochas y pinceles, espuma y brillantina, secadores, lacas y paletas de colores −rojo en los labios, negro en las pestañas, melocotón en las mejillas− poco a poco, muy despacio, desgarro y culpa ceden paso a esperanza y alegría y cual asombroso e insólito truco de magia −abracadabra− una niña entonces sonríe.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Primera memoria. Ana Mª Matute - Reseña.


Algo había, como un gran mal, debajo de la tierra...

Con "Primera memoria", ganadora del premio Nadal en 1959, inició Ana Mª Matute la trilogía conocida como "Los mercaderes" de la que forman también parte "Los soldados lloran de noche" y "La trampa".
Narrada en primera persona, desde la voz de una protagonista ya adulta que muchos años después recuerda a la niña que fue, es ésta una novela desesperanzada y muy cruel en torno a la pérdida de la inocencia y los inevitables abismos que de improviso y con frecuencia frente a nosotros se abren al alcanzar la madurez.

sábado, 3 de noviembre de 2018

Inclemencia



Como un enjambre tras recibir la pedrada de un niño, como una marioneta a la que un dios cruel cortó los hilos, como un ángel sin alas en tierra hostil abandonado... Aturdido, perplejo, malherido por tu traición y por tu olvido, clamo tu nombre, suplico tu ayuda, lloro mi espanto y mi destierro. Tú, a mi dolor indiferente, giras el rostro y entonces... entonces al fin comprendo. Triste, incómodo fantasma de una guerra antigua y olvidada, errante peregrino sin asilo, desde mi orilla y tu frontera, noche y día, sin  fe  ni esperanza, pese a todo −¡ay, Europa!−  sueño contigo.

La golondrina - Reseña



Lo que realmente nos hace humanos es nuestra capacidad de sentir como propio el dolor de los demás.

Inspirada en el atentado islamista que en 2016 tuvo lugar en Estados Unidos, en un bar de Orlando, "La golondrina" (Teatro Olympia de Valencia), escrita por Guillem Clua y dirigida por Josep Mª Mestres, es una reflexión profunda en torno al dolor, al sufrimiento y a las consecuencias del odio. A través de la historia de Amelia, rígida profesora de canto rota por la muerte de un hijo y de Ramón, alumno que reclama su ayuda para, en homenaje a la madre fallecida, poder interpretar la nana que da nombre a la obra, el texto plantea en realidad temas tan hondos como la incomunicación, las relaciones familiares, el miedo, el duelo, la culpa, la vergüenza, la fragilidad del ser humano o el inmenso poder sanador que siempre tienen  amor y  perdón. El modo, al fin, en que  afrontamos el dolor o la importancia del camino a elegir cuando lo impensable, casi lo imposible, sucede.

viernes, 26 de octubre de 2018

Mil soles espléndidos. Khaled Hosseini - Reseña



Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas, o los mil soles espléndidos que  se ocultaban tras sus muros.

"Mil soles espléndidos" fue tras la famosísima "Cometas en el cielo" la segunda novela de Khaled Hosseini e igual que ocurría en aquella, más  allá de las peripecias de los personajes,  nos enfrenta con su relato el autor a casi tres décadas de la historia reciente de Afganistán, desde la invasión soviética hasta la implantación del régimen talibán y la posterior ocupación americana.
Es esta una historia de miseria, de guerra, de humillaciones y tremendas injusticias pero también de amistad, de amor, de complicidad, de coraje y valentía. Una historia que conmueve, que fluye de un modo muy ágil  y atrapa al lector desde la primera línea, que cede a las mujeres el protagonismo absoluto de la narración para a través de ellas mostrarnos la opresión, la violencia y el sinsentido de un régimen talibán que las invisibiliza, las cosifica y las aplasta implacablemente y para poner de manifiesto asimismo como pese a todo, a fuerza de dignidad, logran ellas tantas veces sobreponerse al horror y resistir a la barbarie.

sábado, 20 de octubre de 2018

En horas bajas


Desde que murió nada ha salido bien. Tan ilusionado como estaba con su nueva condición, tantos trucos como había aprendido, tantos ensayos y al fin... ¡un fiasco total! eso ha resultado. ¿Para esto tanto esfuerzo? refunfuña con amargura, al filo del más sobrenatural ataque de nervios que podáis imaginar. Pese a todo él es un profesional y noche tras noche −esperanzado, infatigable− continúa intentándolo. Apariciones espectrales, rechinar de dientes, espeluznantes chirridos... Pero ocurre que ya nadie cree en los fantasmas y así no hay modo de trabajar. Y sabe que no es su culpa pero ¡ay! es tanta su vergüenza...

miércoles, 10 de octubre de 2018

No tocar



Lejana sombra de un pasado que para siempre el viento se llevó
Atmósfera, luz, palabra, polvo...
Efímero instante que pasa y ya no es
Nostalgia, humo, bruma, silencio...
Notas tenues de un piano
Luz, viento, escarcha, rocío...
Arcoíris atrapados entre pompas de jabón
Soledad, espejismos, huellas, destellos...
Suave perfume del tiempo
Felicidad, fascinación, levedad, belleza...
Dolor y música de las cosas perdidas
Alma y llanto, corazones conmovidos
Dulces hadas del otoño embrujadoras y hechiceras.
Sueños fugaces...
Frágiles
Tan frágiles que el más leve roce los quiebra.

martes, 25 de septiembre de 2018

Latidos de olvido


Te pierdo. Sé que te pierdo. Lentamente. Sin remedio. Y tengo tanto miedo...
El puñal que atraviesa mi corazón, a cada instante se retuerce más y más y de tristeza y soledad, de impotencia y desamparo, amargas lágrimas lloran mis ojos.
Y sin embargo...
 Eres tú quien pese a todo me rescata del dolor. De nuevo. Como siempre.
Sonríes y nada importa. El miedo, el cansancio, el frío, el futuro tan incierto... Todo se desvanece.
Tomo tu mano. En silencio. Muda la súplica en mis labios por no quebrar el hechizo.
Una ventana de visillos blancos filtra con dulzura el último sol de la tarde y un destello de felicidad, algo que no me atrevo a nombrar esperanza, me asalta por sorpresa.
La sonrisa fugaz que ahuyenta por ensalmo de tu rostro el desconcierto embruja mi alma.
Se clavan tus ojos en los míos y salvado un momento este abismo de olvido, siento de nuevo la magia que alguna vez  (tiempo antiguo y dichoso) habitó mi mundo.
Eternidad robada al más cruel, al más perverso e injusto ladrón de recuerdos a quien nadie se enfrentó jamás.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Kathleen. Christopher Morley - Reseña.


El joven sufrió una de las más severas conmociones del corazón conocidas en la historia de la raza humana.

Inédita en castellano hasta el año 2016 pero publicada por primera vez en 1913,  "Kathleen" de Christopher Morley, es una divertidísima novela que, ambientada  en un club literario de la Universidad de Oxford y a partir del hallazgo casual de una carta, desemboca rápidamente en una comedia de enredo en torno a las peripecias de los protagonistas y la competición en que todos ellos se enzarzan por localizar a su autora. Construye así el autor una historia repleta de un agudo y sutil humor británico, embarazosos malentendidos, diálogos y situaciones disparatadas al estilo de las de grandes clásicos del cine (posteriores) como "La Fiera de mi Niña" o "Con Faldas y a lo Loco" y, como aquellas, igual de inolvidables y cautivadoras.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Moriría por ti y otros cuentos perdidos. F.S. Fitzgerald - Reseña.



Poca de la ficción americana no lleva algo de mi sello. En mi modestia, fui original.

Vida y arte se entremezclan siempre, sin  remedio y con firmeza, en la literatura de Francis Scott Fitzgerald y buena prueba de ello son los cuentos recopilados en esta antología, "Moriría por ti y otros cuentos perdidos". Escritos entre 1.920 y 1.940 y recuperados ahora por la editorial "Anagrama", todos los escritos aquí reunidos (relatos, textos autobiográficos, guiones cinematográficos...) fueron en su momento rechazados por editoriales y revistas y en su mayoría no llegaron nunca a ser publicados por no encajar del todo al parecer en la imagen que  lectores y editores se habían forjado de Fitzgerald como escritor de la "Edad dorada del Jazz".

sábado, 1 de septiembre de 2018

Otoño en Buenos Aires


Otoño. Del año la estación más bella. La estación de los poetas. Melancólico, tenue y dorado otoño que los días acorta, los árboles desnuda y mi memoria enreda entre su aroma a un pasado roto, a un instante antiguo de tiempo detenido.

No es esta una historia feliz, les advierto. Es una historia de dolor y muerte; de fantasmas anclados a la noche; de rabia y desolación. Y sin embargo... Sí, por encima de todo, es una historia de amor.

Se llamaba Álvaro. Era un muchacho alto y muy delgado, con grandes ojos color caramelo a los que asomaba un chispazo de vulnerabilidad. Supe al instante que amarlo era mi destino, que siempre sería él mi lugar en el mundo. Y es por eso ahora tan grande mi desamparo...

viernes, 24 de agosto de 2018

Cuento de una noche de verano


Se llamaba Belinda y era la más bella muñeca del escaparate. Delicada, exquisitamente hermosa, una pequeña dama vestida de seda, encajes y suave terciopelo, ojos azules, rubor en las mejillas, rubios cabellos recogidos en perfectos bucles sobre su cuello de cera. Sentada al piano, suspendidas las manos sobre las teclas unas veces, de pie tras el cristal otras, acunada en la nostalgia, siempre melancólica, indiferente y frágil, miraba la vida pasar. Etérea, transparente, dulce como un sueño de infancia.

Los días en el almacén de antigüedades se iban así sucediendo uno tras otro, cada uno parecido al anterior ─apacibles, perezosos, rutinarios─ entre la admiración y la indolencia que la muñequita despertaba hasta que, en algún momento, sin que nadie pudiera explicar cómo, algo muy extraño sucedió. Una mañana de aquel lánguido e inacabable verano, la vitrina que ella había ocupado hasta entonces amaneció vacía. Belinda no estaba. En su lugar, el rastro deshojado de  una rosa blanca de cristal.  

Cuentan que, enamorada de un titiritero que por aquel tiempo se hallaba de paso en la ciudad ─un muchacho guapo de ojos grises y vivaces, rostro atezado por el sol e irresistible sonrisa soñadora─ aturdida de amor, tras él huyó una noche de luna llena.

domingo, 19 de agosto de 2018

Tras la máscara. Louisa May Alcott - Reseña



No era una muchacha brillante y poseía pocas de esas encantadoras artes que cautivan a un hombre y le roban su corazón

Continúa "D'Epoca Editorial" su magnífica labor de recuperar pequeñas joyas olvidadas de la literatura del XIX con "Tras la máscara", novela breve que  Louisa May Alcott (autora de la célebre "Mujercitas" y sin duda eclipsada −también encasillada− por su éxito) publicó por primera vez y bajo pseudónimo en 1866.
Es este un relato de intriga que tiene por protagonista a una mujer fuerte, decidida, inteligente y ambiciosa, un personaje que en absoluto se ajusta a los cánones del momento, inmerso en una historia que desafía claramente el papel atribuido a las mujeres por la sociedad de la época y que contiene una carga de crítica social que de ningún modo la autora pretende enmascarar, que sorprende también por su tremenda fuerza psicológica y por el modo en que sobre él se sostiene toda la trama.

miércoles, 15 de agosto de 2018

A vuelta de correo


Mi queridísimo Miguel:

Tu carta me ha emocionado de un modo que no alcanzo a explicar. Tanto tiempo esperé, tanto lloré de soledad, tan por costumbre tuve siempre esconder mis sentimientos... Y de pronto ahora tu voz: dulce, serena, tan cálida, tan cercana. Un destello de poesía que rasga la penumbra. Y mi corazón, un corazón hondamente herido, se rinde sin remisión.
Quisieras verme, dices, después de tantos años. Y yo tiemblo de miedo y de ternura. El tiempo, implacable como suele, nunca perdona y de mí tan sólo quedan ya los restos doloridos de la mujer joven y hermosa que quizá alguna vez fui.

sábado, 4 de agosto de 2018

Otros tiempos


Tenía el gesto grave, la piel mate, muy seca, surcada por arrugas profundas como tajos de cuchillo, los párpados hinchados a causa del hambre, del frío y la falta de sueño. Apenas dormía, comía poco, mal, siempre a destiempo. Arrastraba su mirada una resignación honda y antigua, un cansancio de siglos, su corazón una dureza nacida de la mezquindad de los tiempos, de la costumbre de la miseria, de la más absoluta pobreza. Jamás nadie la vio llorar ni de sus labios escapó una queja. Seis criaturas colgaban siempre de sus faldas. Seis criaturas a las que alimentaba, vestía, cuidaba si enfermaban... Seis criaturas a las que nunca apretó fuerte contra el pecho ni sentó jamás a sus rodillas, con las que nunca bromeó al calor de la lumbre mientras pelaba judías o patatas ni enseñó a coser coloridos muñecos con retales y trapos, a las que nunca en noches de llanto consoló al dulce ritmo de una nana. Seis criaturas a las que jamás golpeó y de ningún modo maltrató pero a las  que tampoco nunca abrazó y pocas, muy pocas veces, besó. Se llamaba Juana. Así la recuerdo. Mi madre. Y aquellos −ácidos, doloridos, amargos− otros tiempos.

domingo, 29 de julio de 2018

Tiempo de fiesta



Amanece. Sopla el viento y hace frío. Aún no ha roto el sol la madrugada y la humedad cala los huesos. Desapacibles e inhóspitas son pese al verano las noches de esta tierra tan lejana de mi hogar, tan ajena para mí, tan distante y de todo, de mi mundo entero, tan al norte. Así al menos yo las siento. Ningún destello hallo en ellas de lirismo, de alegría, de belleza o de poesía. Nada que un instante permita dar a mi largo peregrinaje sentido y me deje al fin descansar, aceptar que alcancé mi destino, que era este mi lugar.
Admito sin embargo que tal vez sólo sea esta impresión reflejo inevitable de mi ánimo sombrío, de la extraña melancolía que a esta hora intempestiva araña mi alma, de la sangre caliente y sureña que recorre mis venas.

viernes, 20 de julio de 2018

Ordesa. Manuel Vilas - Reseña


Los muertos son la intemperie del pasado que llega al presente desde un aullido enamorado.

Es "Ordesa" una historia íntima y profunda, una autobiografía personal y familiar a medio camino entre la novela y la poesía, nacida del desagarro, del dolor y del desconsuelo. Una historia bella y muy conmovedora donde el autor, Manuel Vilas, trata de hallar sentido y dar explicación al dolor que, dice, desde niño lo acompaña y que acentúa ahora la muerte de los padres. Una historia sobre la pérdida continua que implica la vida, sobre el paso del tiempo, sobre la culpa, sobre el desarraigo, el miedo, la soledad, la vulnerabilidad  y la ausencia,  sobre el amor y la necesidad de querer y ser queridos que todos sentimos y que de todo nos redime.
Estructurada en capítulos muy breves, deja en ellos el narrador fluir sus pensamientos de un modo algo caótico pero no casual en un ejercicio de nostalgia que golpea, que duele y estremece.

jueves, 19 de julio de 2018

Nominación premios "Blogguer Recognition Award 2.018"

Agradecidísima a Mirna Gennaro, Pilar Alejos Martínez, R. Ariel Victoriano y Mirta Calabresse que en sus blogs "La isla de los vientos" , "Versos a flor  de piel" , "Hasta que el esplendor se marchite" y "Mis letras y la luna" me nominan al premio "Blogger Recognition Award 2.018".  Mil gracias. Muy sorprendida, muy contenta y muy ilusionada por estos reconocimientos.

martes, 17 de julio de 2018

Viaje con Clara por Alemania. Fernando Aramburu - Reseña


Salvo la escritura diaria no conozco ningún remedio efectivo contra los cielos grises y el exceso de soledad.

Anterior a "Patria" y en un tono y un estilo por completo diferente, "Viaje con Clara por Alemania" de Fernando Aramburu es la divertidísima crónica del viaje que emprende la pareja protagonista de la novela a fin de que Clara, profesora de instituto y escritora vocacional, pueda cumplir el encargo de su editorial respecto a la redacción del libro de viajes que le ha sido encomendado.
Será sin embargo el marido de Clara, esforzado acompañante y paño de lágrimas de la escritora, cuyo nombre no llegaremos a conocer, quien a fin de ocupar sus ratos libres y combatir el aburrimiento, se convierta sin apenas darse cuenta en narrador de la historia haciendo un relato paralelo de sus peripecias a ratos irónico, ácido, burlón, irreverente pero también por momentos muy tierno y emotivo y, en todo caso, siempre muy original y divertido.

martes, 3 de julio de 2018

Domingos de fútbol



Tarde de domingo. Por fin. Nunca le gustó el fútbol, sigue sin gustarle y, sin embargo, de un tiempo a esta parte, María adora las tardes de fútbol y domingo.
Arranca el carrusel deportivo, escucha a lo lejos los primeros acordes de su inconfundible sintonía y, sin apenas darse cuenta, casi casi a traición, sus labios se curvan en algo parecido, muy parecido, a una sonrisa. Inevitable la melancolía, atravesada de pasado y de nostalgia, al instante piensa en sus hermanos: Javier y Pablo.
Y, uno tras otro, se le amontonan los recuerdos.
Imposible explicar cuánto los añora. Los echa tanto de menos que, incluso el ardor con que de niña discutía con ellos las tardes de domingo, de algún lugar muy remoto, rescata ahora su memoria con una pizca de emoción y de ternura.

sábado, 30 de junio de 2018

Escamada




¡Qué susto! ¡Y qué vergüenza! ¡Si hubierais visto cómo corrí! En un instante comprendí lo que sucedía y a la velocidad del rayo escapé de allí. ¡Ay, Dios! ¿Qué habrán pensado de mí? Pero, ¿qué otra cosa podía hacer si ya empezaba mi cuerpo a transformarse? Pensé que no lo lograría, que descubrirían mi impostura y para siempre me enjaularían como a un absurdo y vulgar monito de feria. ¿Y qué creéis que hubiera sucedido entonces? Expuesto mi secreto a la curiosidad malsana de tanto entrometido, mi vida ya nunca habría vuelto a ser la misma. Sé que yo no hubiera podido soportarlo y por eso fue que me asusté tanto. Sí, me asusté muchísimo, lo reconozco. Y pese a todo... ¡Ay! ¡Haber tenido que huir de esa manera! ¡Quién iba a imaginarlo! Y justo, lástima, cuando mi plan rodaba ya a las mil maravillas. Aquella hechicera maldita tuvo la culpa ¡mira qué confundir el embrujo...! ¡Las doce campanadas pertenecen a otro cuento! Todo el mundo sabe que nunca −¡nunca jamás!− tuvieron nada que ver con el mar y sus sirenas.

jueves, 21 de junio de 2018

Un susurro en la oscuridad. Louisa May Alcott - Reseña


El intenso deseo de penetrar aquel secreto me colmó con su vieja inquietud.

"Un susurro en la oscuridad" de Louisa May Alcott es una novela breve  que podría incluirse en la categoría de nouvelle. Fue publicada bajo pseudónimo por primera vez en 1.863 y ha permanecido inédita en castellano hasta el año 2.016 cuando fue al fin  recuperada por el sello "Hermida Editores".
 Sin duda el enorme éxito de "Mujercitas" eclipsó la restante producción literaria de Alcott y es ese uno de los motivos por  el que esta novela, tan diferente de aquella, resulta también tan sorprendente. En muy pocas páginas construye la autora una historia interesante y profunda repleta de secretos, de giros argumentales y recursos propios del terror gótico. Fundamental en tal sentido resulta el aspecto psicológico de una narración en primera persona que de inmediato traslada al lector los sentimientos de angustia, impotencia, desasosiego,  incertidumbre o desesperación que sufre la protagonista y lo introduce con un ritmo ágil y trepidante en la misma atmósfera asfixiante en que ella se halla inmersa.

domingo, 3 de junio de 2018

Éxodo



Habían pasado dos años desde que la fatalidad se enredó a mis días, dos larguísimos y angustiosos años de rabia e incertidumbre, cuando perdí toda esperanza y comprendí que aquel episodio de mi vida no habría de ser −¡con qué facilidad en un primer momento me engañé!− una circunstancia pasajera. Asumí de golpe en ese instante que estaba solo, abandonado por completo, herido de  muerte.  Me abandonaron, sí. Todos. Muy poco a poco primero y a la carrera después. No les culpo. No lo hice entonces y tampoco habré de hacerlo ahora. Resistieron a mi lado hasta el último momento, mucho más allá de lo conveniente y sin duda de lo sensato o de lo prudente. Fue, reconozco, cuestión de supervivencia. Debo admitir también por mucho que duela −y cierto es que en lo más hondo del alma me duele− que el día menos pensado yo los hubiera acabado matando. Marcharon resignados, con lágrimas en los ojos y el corazón en pedazos, prometiendo un regreso que ahora sé nunca llegará.
Lenta e implacable, durante días, meses, años, se fraguó mi desgracia. La vi venir de frente. Todos lo hicimos. Supe de inmediato que antes o después me vencería. Pese a ello vendí (vendimos) cara la piel.

sábado, 2 de junio de 2018

Cómicos



Mi vida cambió para siempre −quizá sería más acertado decir que de veras comenzó− una tarde de diciembre. Una de esas tardes invernales de oscuridad temprana y frío inmisericorde en que, recuerdo, había llovido sin tregua y, como por entonces solía ocurrir −tanto tiempo hace ya que casi parece imposible− agua y lodo habían vuelto intransitables las calles en algunos trechos. Una pequeña compañía de artistas, tan pequeña que ni nombre tenía, acababa de llegar al pueblo y la lluvia estuvo a punto de arruinar su primera función.  Por suerte, no lo hizo.

No eran aquellos buenos tiempos para los cómicos. Ninguno lo fue nunca, en realidad. Aunque la nostalgia endulce ahora el recuerdo e, incluso a mí, hoy pueda parecer romántica y hasta divertida la vida que aquellos trotamundos −pobres actores sin suerte− llevaban: hoy aquí, mañana allí, siempre de pueblo en pueblo, de camino en camino, bultos, alegrías, desamparos, sueños, tristezas e ilusiones al hombro... no, no lo eran en absoluto.  

viernes, 25 de mayo de 2018

Pérfida deserción



No sé qué hacer ¡Ay! Se niega a volver y, por mucho que lo intente −y de mil modos lo hice− incapaz soy ya de convencerla. He suplicado, implorado, llorado hasta la humillación. Y, aunque algo me avergüenza reconocerlo, si se fijan un poquito podrán ver todavía estos tristes ojos míos húmedos de autocompasión. Mas nada la conmueve. Se muestra implacable, la muy perversa. Indiferente por completo a mi dolor y fría como el hielo. Sabe que su ausencia me parte el alma porque yo creí de veras que lo nuestro era real y de pronto este abandono... «Solo intento ponerte a salvo de tus ilusiones», pícara y malévola, me susurró al marchar. Indescifrable jeroglífico para mí. Y vuela el tiempo, apremian plazos y mecenas y esta musa traidora, caprichosa, veleidosa... no regresa.

domingo, 20 de mayo de 2018

Una tarde de primavera



Bernardo Gómez perdió la cabeza una tarde de primavera. Hacía calor y un aroma dulce a vainilla y miel flotaba en el aire. Bernardo Gómez no lo notó. Caminaba como un autómata hacia el trabajo, puntual, catalogando en su mente −urgentes, muy urgentes, extremadamente urgentes− las tareas amontonadas sobre su mesa, las llamadas telefónicas que habría de atender aquella misma tarde sin más dilación, los informes de cuentas aún por revisar... Era Bernardo Gómez un hombre en extremo responsable, grave, prudente, concienzudo, un mago de las finanzas, el valor en alza de la empresa, el hombre del momento, ese hombre que acapara siempre las miradas ante cualquier problema o difícil situación. Pero era también −no resulta arriesgado en exceso decir a causa de todo ello− un hombre gris, un hombre gélido, aburrido, triste y ceniciento, incapaz de percibir el dulce aroma a vainilla y miel que algunas tardes de primavera, cálidas y particularmente luminosas, flota en el aire.

sábado, 12 de mayo de 2018

Cuentos Completos. Volumen I (1864 -1878) Henry James - Reseña.



Lejos de avergonzarme por esta ambigüedad, me siento orgulloso de ella

Con ocasión del centenario de la muerte del escritor estadounidense Henry James, ha comenzado la editorial "Páginas de Espuma" la publicación de una trilogía que por primera vez recopila en castellano todos los cuentos del autor. Ordenados de forma cronológica, el primer volumen y único hasta ahora en haber hecho su aparición, recoge los cuentos de juventud y aborda una primera etapa donde surgen ya temas que serán luego muy habituales en su obra posterior: el secreto, la pérdida de la inocencia, la decepción, la derrota, la delgada línea que separa éxito y fracaso...

domingo, 29 de abril de 2018

Daños colaterales



Presiento −y no preciso para ello recurrir a la dotes adivinatorias que tantos me adjudican− son ustedes parte de ese tipo de personas que adora la primavera. No es un reproche, no ¿cómo iba a serlo? se trata sólo de una simple observación. Y es que son legión los entusiastas de tal estación. Tal vez hasta ahora no hubieran reparado ustedes en ello o no hubieran prestado al asunto la atención que a mi juicio merece pero, créanme, yo sé bien de lo que hablo. Pregunten, pregunten a cualquiera y verán como de inmediato y sin el más leve pestañeo todas las respuestas, sin apenas excepción, se inclinan a favor de la bellísima, fresca, flamante y cautivadora primavera. Conste que lo digo sin atisbo alguno de ironía, no se confundan y no atribuyan a mis palabras un sentido del que por completo carecen. No, nada más lejos. Muy al contrario, entiendo su éxito a la perfección: luminosa, alegre, aromática, poética, romántica a rabiar... La reina de la fiesta, vaya. Aunque, si vamos a ser sinceros, hemos de reconocer también que tras los larguísimos, grises y lluviosos meses invernales que la preceden, mucho mérito tampoco tiene la cosa ¿no creen? Bien fácil ha de resultarle ejercer su hechizo, su calidez y su dulzura bajo esos espléndidos e inmensos cielos azules, tibias y brillantes tardes de sol y mágicas noches estrelladas sobre los que, poco a poco, la muy pícara ha tejido su leyenda.
En fin. El caso, como seguro ya habrán adivinado, es que pese a todas sus excelencias, su belleza, su magia, su poesía... yo la odio. Sí, odio la maldita primavera con toda la fuerza de mi pequeño ser.

martes, 24 de abril de 2018

Eterna condena




Lo ha conseguido. Por fin. Dos mitades exactas de una misma pieza. Contempla su obra con cierta pesadumbre mientras se dice que no ha sido aquello venganza sino justicia. Imposible era dejar impune tamaña osadía y única culpable de su desgracia ha sido esta raza vanidosa e imperfecta que desgajada entre sus manos ahora se encuentra. ¡Desafiar a los dioses! ¡Pecado mayor para los hombres no existe! Vagar en busca de su otra mitad, esa que desconcertados ya no encuentran, será para siempre su condena. Tristes naranjas incompletas que, a fuerza de amor, la ofensa a un dios, redimir anhelan.

sábado, 21 de abril de 2018

Moby Dick - Reseña



Hay una sabiduría que es dolor y un dolor que es locura...
Acoge estos días el Teatro Principal de Valencia la versión teatral que, dirigida por Andrés Lima y protagonizada por José Mª Pou,  hace Juan Cavestany de Moby Dick, clásico inmortal de Melville.
Con una puesta en escena muy cuidada e impactante que a la perfección simula la cubierta de un barco y el mar de fondo sobre una pantalla, aparece Pou en escena y, sobre las tablas, de inmediato cobra vida uno de los mayores personajes de la literatura universal. Con él el relato de una aventura mítica, de una obsesión, de una pasión y una venganza. Un relato que nos enfrenta a la fragilidad del ser humano, que nos muestra con absoluta claridad la locura y la desolación de su protagonista, el vacío de su alma, que nos hace acompañarle en el viaje sin rumbo y sin destino tras algo absolutamente inalcanzable en que en algún momento convirtió su vida. Un relato que guía poco a poco al espectador hacia  una reflexión profunda sobre la maldad y la muerte.

lunes, 9 de abril de 2018

Cantos de sirena



Una mirada, una sonrisa, un baile, una caricia. Fugaz, remoto, dulcísimo espejismo de un amor que hasta aquellas tierras la condujo. Atrapada para siempre en su leyenda, impasible y resignada, ella oculta su derrota. Y recuerda...  Tal vez, en secreto −ahogado y profundo rumor de sollozos−  su añoranza sueña. Cangrejos y caballitos de mar, algas y olor a sal, arenas blancas, arrecifes de coral, vaivén de olas que vienen y van.
Hasta el fin del mundo marchó su príncipe a buscarla. No importaba la distancia ni los riesgos del camino. Y cuando al fin  la encontró, de una ilusión con pasión se enamoró.
 Intentó quererla. No fue capaz.

domingo, 1 de abril de 2018

Café amargo



Fue mi culpa. Lo reconozco. Quisiera poder decir que la luna llena me embrujó, que el brillo fugaz de una estrella me cegó o que la belleza del amanecer quizás me trastornó... No sé, cualquier cursilería que se les ocurra pero no sería cierto. El error, como siempre, para qué negarlo, fue mío. Sé que no existen los cuentos de hadas, por supuesto, o que al menos ya nunca serán lo que solían pero por alguna extraña razón lo olvido siempre en el momento más inoportuno y no puedo evitar, pese a mi catastrófico currículum sentimental, cierta dosis de romanticismo. Así que, ya ven, aquí estoy. Sola. Otra vez. Petrificada desde hace horas frente a la escueta despedida que, amablemente, en algún momento de la noche, mi príncipe azul dejó junto a la cafetera, antes de salir huyendo de mi lado, con nocturnidad y alevosía, como alma que lleva el diablo, al parecer. "Perdóname" dice la nota, emborronada ahora por una lágrima traidora que, sin permiso y por su cuenta, ha ido a posarse sobre ella. En fin. Luego lloraré un poquito más. Ahora lo primero es detener la hemorragia de este pobre corazón que lo está poniendo todo perdido. Aunque, insisto, fue mi culpa. Lo sé mejor que nadie. Nunca debí decir aquel "te quiero".

viernes, 30 de marzo de 2018

Crimen fantasma



Encendió un cigarrillo, aspiró suavemente su perfume y con infinito desconcierto cruel traición de unos ojos verdes comprendió que moría. Porque sí, en aquel instante, Jaime murió. Nadie lo sabe todavía y es posible que nadie lo descubra jamás. Siempre fue bueno disimulando. No se hallará el arma homicida. No habrá delito ni culpable. Quizá, ni siquiera cadáver. Y, sin embargo, está muerto. Un disparo al corazón. Certero. Inesperado. Brutal. Inmenso agujero en el pecho por el que, veloz, se le fue la vida. «Nunca te quise», dijo con despiadada indiferencia su asesina. Agónico y obstinado su corazón sigue latiendo.

lunes, 26 de marzo de 2018

La librería. Penélope Fitzgerald - Reseña



... Y no me diga usted que los libros no constituyen una rareza en sí mismos

"La librería", obra publicada por primera vez en 1978, finalista ese año del premio Booker Prize de novela y especialmente de actualidad estos días a raíz de la adaptación cinematográfica realizada por Isabel Coixet, es una novela breve, íntima, delicada, mucho más compleja de lo que en un primer momento pudiera parecer. Una novela repleta, pese a la pequeña cotidianidad que relata, de profundas reflexiones sobre  relaciones personales y sociales; sobre el eterno enfrentamiento entre tradición y modernidad, entre cambio e inmovilismo; sobre el poder del dinero y la presión que determinadas influencias demasiado a menudo ejercen para hacer valer los propios intereses y valores morales; sobre la importancia de la cultura y la inevitable manipulación a que conduce siempre la ignorancia... Todo ello es lo que se esconde tras esa lucha de la protagonista por abrir una librería en un pequeño pueblo de pescadores al Este de Inglaterra y los infinitos obstáculos que en su empeño habrá de encontrar, en que se centra la trama.

viernes, 16 de marzo de 2018

Un cuento gótico



Aquella tarde todo era gris. Todo era pesado, tedioso y triste. Una luz cenicienta y fría se filtraba a través de los cristales del aula dejando entrever levemente el mundo silencioso y helado que, paciente, nos aguardaba tras ellos. Había sido un mal día, los niños estábamos cansados y en la clase reinaba un ambiente de descontento, fatiga e irritabilidad. El maestro hablaba y hablaba sin parar pero nadie, desde hacía ya un buen rato, le escuchaba. Él lo sabía y, de repente, en medio de una frase que dejó inconclusa flotando en el aire, calló de golpe. Los alumnos nos removimos inquietos, temerosos de haber agotado su paciencia hasta que, al fin, seguro ya de haber captado nuestra atención, sus labios dibujaron una sonrisa sabia y fatigada. «De acuerdo −dijo− terminemos por hoy, pero antes de marchar cerrad los ojos un instante y dejad que os cuente un secreto, algo que a nadie jamás revelé, un recuerdo contra el que tiempo y tiempo luché, desesperado por creer que nunca sucedió, que un horrible sueño fruto de mi imaginación ardiente, fue tan solo. Jamás lo conseguí».

sábado, 10 de marzo de 2018

Un mundo de sueños



Habitan la frontera de un sueño. Son los duendes... Pequeñitos, descarados, tan burlones... Susurran travesuras al oído del viento y al amanecer se desvanecen raudos como estrellas fugaces. Así fueron siempre las reglas de la magia. Hasta que embrujado por un sol de fuego que despertaba radiante entre nubes de algodón, un duendecito rezagado rompió el hechizo. Atrapado en el mundo de los hombres creció y olvidó su magia y sólo en sueños, que de inmediato olvida al despertar, logra atravesar por un momento el umbral entre ambos mundos. Un destello de felicidad ilumina entonces su rostro. Polvo de hadas. Alegría en el alma. Ecos de eternidad...

lunes, 5 de marzo de 2018

Grandes Maestras. Ángeles Caso - Reseña


¿Se puede llegar a ser un genio del arte cuando lo tienes todo en contra...?

Con "Grandes Maestras. Mujeres en el Arte Occidental. Renacimiento-Siglo XIX" continúa Ángeles Caso su anterior volumen "Ellas Mismas. Autorretratos de Pintoras" donde analizaba el papel de la mujer en la historia del arte, su eterna invisibilidad y los motivos por los que durante tantos siglos su obra fue silenciada y condenada al olvido.
En este nuevo ensayo, al margen ya del autorretrato, hace la autora un recorrido más profundo por los temas y géneros que interesaron a las artistas que en él se incluyen (cien pintoras, escultoras y fotógrafas europeas y americanas que realizaron sus trabajos entre los siglos XVI y XIX) y nos introduce así en unas vidas en continua lucha contra los omnipresentes prejuicios que inevitablemente −poco importa la época que les tocara vivir− hubo contra ellas. Siempre a contracorriente, hicieron del arte su profesión y pese a que muchas sí lograron en su momento que su trabajo y su talento alcanzara cierto reconocimiento, fueron sin remedio olvidadas por la historiografía oficial o como mucho relegadas a la condición de artistas menores.

sábado, 3 de marzo de 2018

Culpables de olvido



Recuerdo que te olvidé, murmura la luna culpable y hermosa
Y hace tanto frío...
 Recuerdo que te olvidé, clama en la noche el vaivén de las olas
Y es tan inmenso el miedo...
Recuerdo que te olvidé, susurra en el cielo una estrella lejana y llorosa
Y estoy yo tan sola...
Recuerdo que te olvidé, quiebra entre las ruinas el silencio una plegaria
Un mal día, cobarde y cruel, para siempre te olvidé
Llora desde entonces un corazón su herida
Grita su impotencia, su espanto, su amargura
En nadie hallará consuelo
Fantasma invisible de una guerra antigua y olvidada
Incómodo testigo de la traición, de la infamia y la derrota
Trágico protagonista de un cuento eterno, sin alma ni final feliz

miércoles, 14 de febrero de 2018

Extraños en un tren


... El más puro milagro de la luz: tú contra el alba
Ángel González

Se fijó en ella por primera vez un atardecer nublado de invierno. Una mujer absorta en la lectura junto a la ventanilla del vagón. Ligera como un suspiro. Las luces grises de diciembre se colaban a través del cristal dando a su expresión un aire de melancolía que por alguna razón lo conmovió de un modo extraño. Parecía perdida en un mundo secreto, quién sabe entre qué nostalgias. Se la veía tan frágil, tan desamparada.
A partir de ese día, cada tarde, a la vuelta del trabajo, Mario la buscaba en el andén. Subía tras ella, siempre en el mismo vagón, último tren de la jornada y a distancia y en silencio, cual benéfico ángel guardián, la observaba encandilado disfrutando ese instante precioso en que, abandonada y vulnerable, la tenía para él. Con tremendo desconcierto, alterados alma y corazón, incapaz ya su mente de negar la evidencia, se preguntaba entonces qué era aquello que con tanta fuerza había nacido en su interior y cómo habría sido él capaz de vivir hasta ese momento.

lunes, 12 de febrero de 2018

Contrastes


Noche tras noche,
 en ese vago espacio que la vigilia del sueño separa,
tu sonrisa invoco.
 Y es entonces, en tan inasible frontera,
del día ya la realidad difuminada,
que  un repentino chispazo de ilusión mi mundo ilumina.
Sueño contigo,
bello espejismo siempre inalcanzable.
Estás en mí.
Escondida en algún rincón de mi cabeza.
Una sombra del pasado.
Un duendecito burlón que se ríe de mí.
Que nunca nunca se deja atrapar.
Aunque a veces, por un momento...
Sí, por un momento, casi creo a veces poder alcanzarte.
Luego te desvaneces.
 La magia desaparece y el día comienza.
Llora el poeta su dolor.
Sangran sus versos.