Mi padre murió dos veces. La primera, una mañana soleada en la que el Alzheimer nubló su mente y me olvidó. Y la segunda, tres días antes de Navidad, cuando, convertido en el Bolero de Ravel, dejó de respirar.
"Todas las penas pueden soportarse si se convierten en una historia". Isak Dinesen.
miércoles, 30 de agosto de 2017
El amor te hará inmortal. Ramón Gener - Reseña.
viernes, 18 de agosto de 2017
Una tarde de verano
lunes, 14 de agosto de 2017
El viaje
viernes, 4 de agosto de 2017
Carta sin destino
Un
ejército de hombres derrotados, de hombres sin rostro, sin sueños ni futuro,
tristes autómatas en pos de una quimera imposible, recorre mis entrañas. Siento
sobre mí su llanto, su herida, el grito atronador de su furia y su desgarro. Suplican
ayuda. No deseo traicionarles y sin embargo.... Quisiera comprender qué me ocurre,
cual fue el maléfico embrujo que, en algún momento, secuestró mi voluntad para
convertirme en esta marioneta sorda e inclemente que ahora soy. Imploro con
estas palabras un perdón que no merezco y a cada instante los pienso, torturado
por la culpabilidad y la vergüenza que serán para siempre mi condena.
Firmado: El corazón roto de la vieja Europa.