Lo
ha conseguido. Por fin. Dos mitades exactas de una misma pieza. Contempla su
obra con cierta pesadumbre mientras se dice que no ha sido aquello venganza
sino justicia. Imposible era dejar impune tamaña osadía y única culpable de su
desgracia ha sido esta raza vanidosa e imperfecta que desgajada entre sus manos
ahora se encuentra. ¡Desafiar a los dioses! ¡Pecado mayor para los hombres no
existe! Vagar en busca de su otra mitad, esa que desconcertados ya no
encuentran, será para siempre su condena. Tristes naranjas incompletas que, a
fuerza de amor, la ofensa a un dios, redimir anhelan.
Imagen:
Kevin Corrado.
Muy bien.
ResponderEliminarUn micro muy original, Marta, y que da explicación a algo que todos hemos experimentado en alguna ocasión: el deseo de sentirnos plenos, completos.
ResponderEliminarQuizás sea lo que nos merecemos, y quizás sea lo justo por alguna ofensa que cometimos como raza, pero no deja de ser triste cuando no podemos satisfacer esa necesidad grabada a fuego en nuestros genes.
Un gran micro y una gran historia, ¡me ha encantado!
Un beso.
Me alegro mucho, Julia. Mil gracias 😉
EliminarMe sorprendes con este micro con la psique del ser humano. Su otra mitad, esa que siempre buscamos.
ResponderEliminarNos leemos
Hola Lola. Un micro un poco extraño ¿verdad? Gracias por pasar 😉
EliminarMe ha encantado Marta, esa búsqueda de la otra mitad, ese anhelo por sentirnos plenos,... sea en el ámbito que sea.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que te haya gustado. Muchas gracias.
EliminarEncontrar esa otra mitad es el deseo que no logramos alcanzar y para ejemplo tu protagonista que lo busca y encuentra lo que no desea.
ResponderEliminarUn saludo Marta
Puri
La eterna búsqueda de esa otra mitad... Muchas gracias, Puri.
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