Oculto entre la niebla, etéreo y espectral, se perfila el contorno rocoso de los páramos. Siempre su refugio. Perfecto escondite para la niña huraña y en exceso sensible que alguna vez fue. Consuelo ahora para el imposible anhelo de libertad de una joven que, a fuerza de soledad, conoce como nadie los tormentos y recovecos del alma humana. Atrapada en la poesía del paisaje, su corazón sangra lejos de allí. Y allí, entre nieves y ventiscas inclementes, esta mujer rebelde y solitaria, cautivada por los versos de Lord Byron y Walter Scott, rara al decir de sus vecinos y objeto de miradas compasivas por haber quebrado un día la senda ancestral que marcaba su destino, sueña otros mundos, inventa amores transgresores e infernales, pasiones turbulentas, delirios que jamás conocerá. A lo lejos, mientras tanto, la tormenta se cierne amenazante sobre unas cumbres heladas, románticas, abruptas, fantasmales y eternamente borrascosas.
Este relato resultó mencionado en el certamen marzo-abril 2.017 de "Esta Noche Te Cuento".