No era una muchacha brillante y poseía pocas de esas encantadoras artes que cautivan a un hombre y le roban su corazón
Continúa
"D'Epoca Editorial" su magnífica labor de recuperar pequeñas joyas olvidadas
de la literatura del XIX con "Tras la máscara", novela breve que Louisa May Alcott (autora de la célebre
"Mujercitas" y sin duda eclipsada −también encasillada− por su éxito)
publicó por primera vez y bajo pseudónimo en 1866.
Es
este un relato de intriga que tiene por protagonista a una mujer fuerte, decidida,
inteligente y ambiciosa, un personaje que en absoluto se ajusta a los cánones
del momento, inmerso en una historia que desafía claramente el papel atribuido
a las mujeres por la sociedad de la época y que contiene una carga de crítica
social que de ningún modo la autora pretende enmascarar, que sorprende también por
su tremenda fuerza psicológica y por el modo en que sobre él se sostiene toda
la trama.
Cuidadísima
la ambientación, el relato de los comportamientos sociales y el reflejo de esa inevitable rigidez y encorsetamiento tan
propios de las clases victorianas que se adivina siempre latente en las
decisiones de los personajes. Muy bien mantenida la intriga y la tensión de la
narración e inesperado y sorprendente un final cargado de frescura,
inteligencia e ironía.
Una
historia diferente, original y repleta de matices, recuperada ahora en una edición
bellísima.
El libro habrá que leerlo. La reseña es estupenda.
ResponderEliminarNo sé si el papel de mujer fuerte, decidida, inteligente y ambiciosa era contrario a los modelos de la época (1866), pero era la época de la Reina Victoria de Inglaterra, que lo fue durante más de 63 años, hasta principios del siglo XX, y tuvo nueve hijos, actuando -según parece- durante su reinado con bastante decisión, inteligencia y fortaleza. En cuanto a ambición: era la reina del país más poderoso de la época y al emparentar a sus numerosos hijos y nietos vinculó a casi todas las monarquías europeas con la británica. Puede que la reina Victoria también se saliera de los cánones.
A los cánones como personajes literarios, me refería pero es cierto que la reina Victoria también los rompió todos. Muchas gracias, Salva.
EliminarSu primer libro publicado fue “Fábulas De Flores” (1854). Con el seudónimo de A. M. Barnard cultivó el relato gótico y las historias de misterio, en títulos como “Cacería De Amor Largo y Fatal” o “El Crimen y Castigo de Pauline” y “Detrás de la máscara” declarada feminista, y que transforma a la mujer sumisa en mujer de dudosa moralidad que conquista a los hombres. Difiere de su novela más reconocida “Mujercitas” parcialmente autobiográfica.
ResponderEliminar"Mujercitas" la encasilló en la literatura juvenil y eclipsó todo lo demás por eso resulta tan sorprendente el cambio de registro y la visión que ofrece de la mujer. Muchas gracias, Lola.
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