¡Paparruchas!
El
señor Scrooge, un viejo avaro obsesionado por el dinero, un hombre rico sin pizca
de generosidad en el corazón, solitario, huraño, frío como el hielo, pretende dejar
pasar la Nochebuena sin ningún tipo de celebración. Tras rechazar con malos
modos la invitación de su sobrino, refunfuñando sobre lo absurdo de festejar un
día que él considera como otro cualquiera, cena en la taberna, lee los
periódicos, repasa su libro de cuentas... Regresa luego a casa, enciende en su
habitación una débil lumbre que apenas calienta y se prepara para dormir. Es
entonces cuando algo muy extraño comienza a suceder: un repique de campanillas
resuena por la casa, un chasquido de cadenas trepa por la escalera y... una
aparición aterradora se presenta al fin ante su puerta.
El fantasma de Jacob Marley, su antiguo socio,
muerto siete años atrás, regresa para enfrentarlo a las consecuencias de su
egoísmo y falta de caridad. Tres espíritus ─le anuncia el espectro─ le
visitarán durante las tres siguientes noches y esa será la última oportunidad de
que disponga para eludir el sino de alma en pena al que, como a él, su mal comportamiento
parece condenarlo.
Así,
de la mano de esos tres espíritus, Scrooge rememorará la inocencia de sus días
de infancia, la ternura del primer amor, la camaradería de sus compañeros de
trabajo..., vislumbrará el momento en que la obsesión por la riqueza desbancó al empeño por labrarse un porvenir honrado, comprenderá lo irremediable de sus
actos y el desolador futuro que por su causa lo aguarda.
Clásico
navideño por excelencia, el cuento de Dickens es una conmovedora alegoría en
torno a la expiación de la culpa, al perdón y la posibilidad de redención; a la
permanente libertad del ser humano para elegir el propio destino y el valor de
las segundas oportunidades. Una historia dulce y emotiva marcada por la honda
transformación de un protagonista que solo al final de su vida logra abrirse al
amor y la belleza.
El
autor nos asoma con maestría al alma de su personaje mostrando con enorme
sensibilidad el camino que lo lleva desde el desdén a la compasión por el
sufrimiento ajeno. Fundamental en ese sentido la ambientación y la descripción
de una ciudad, Londres, que al inicio del relato presenta dominada por una atmósfera
tétrica y muy sombría para inundarla luego de luz y redoble de campanas la
mañana en que concluye.
Publicada en 1843, se dice que esta es la obra con la que Dickens reinventó la Navidad, popularizándola en un tiempo donde su celebración había perdido intensidad y revistiéndola de ese halo de bondad y armonía familiar con el que ha llegado a nuestros días. Pese a ello, late también en esta historia un trasfondo de crítica social hacia la deshumanización, la desmedida ambición de poder o el abandono del débil a su suerte que fue siempre seña distintiva de un autor empeñado a toda costa en denunciar mezquindades, abusos e injusticias.