miércoles, 28 de mayo de 2025

Alzhéimer

 


Monotonía infinita de idénticos días

Pétalos caídos

Ilusiones marchitas

Sombra evanescente de alegrías heridas

Apagados yacen los faroles de ayer

Y entre paredes rotas trastabilla tu risa

Miedos callados

Niebla enardecida

Nocturna trampa que inventa otra vida




domingo, 18 de mayo de 2025

Bitácoras a la deriva

 


«¡Cuánta belleza en la tristeza! Aroma de añoranza. Olor a salitre. Presagio de tormenta. Firmado: Mareas del Norte». Laura releyó el comentario con una rara mezcla de emoción y desconcierto. Llevaba meses escribiendo Latidos urbanos, un humilde blog perdido en la inmensidad de la red donde a modo de diario volcaba momentos de su vida en Buenos Aires: paseos por San Telmo, conversaciones robadas en cafés, librerías con encanto, cine clásico (mejor en blanco y negro) sorprendido en algún canal de madrugada. Pequeñas instantáneas que traslucían ilusiones, también a veces decepciones, y ordenaban sus días. Mensajes en una botella lanzados al océano digital; a aquel universo extraño, anónimo e inabarcable, donde  poco a poco había encontrado su lugar. Le gustaba imaginar sus palabras flotando a la deriva, navegando hacia un puerto amigo que las acogiera con cariño.

lunes, 5 de mayo de 2025

Diez minutos

 

«Toc-toc-toc, toc-toc-toc», taconeaba impaciente a la puerta del café. Revisó el móvil por enésima vez y comprobó la hora en el reloj. «Llego en diez minutos», había escrito Jorge hacía exactamente treinta y siete minutos y quince segundos. Siempre igual, pensó Marina, notando cómo el enfado hervía en su interior. Diez minutos que se expandían como un agujero negro: veinte, treinta, cincuenta, lo que hiciera falta.  Luego él aparecía como un vendaval: una sonrisa, un beso, un «Marina, cariño, no te enfades, ha surgido un imprevisto» y... hasta la próxima vez.