Más que el brillo de la victoria, nos conmueve la entereza ante la adversidad.
Octavio Paz
Si esto fuera un cuento de Navidad, la historia que habita sus palabras tendría un final feliz. Pero no, os lo advierto, esto no es un cuento de Navidad. El olor a chocolate caliente y pan tostado que inunda la casa ─aún sobre la mesa la merienda─ podría confundiros. Un rumor de villancicos en la calle, un abeto vestido de colores junto a la puerta del salón, un repique de campanas en la torre de la iglesia... Sí, todo parece indicar lo que no es. Decorar la casa, llenarla de dulces y música navideña es un acto de resistencia. ¡Qué difícil es todo!, piensa Elisa. ¡Cuánto miedo, cuánta incertidumbre, cuánta fragilidad!