La culpa no admite redención ni restablecimiento
Los
años ochenta del S. XX llevarán siempre para España la marca del terrorismo de
ETA. La de un periodo tremendamente violento, plagado de muertes y atentados contra
miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad, primero; políticos y
empresarios, luego, e indiscriminados finalmente, que arrastraron a la sociedad
a un clima de tensión y miedo insoportable.
Ese momento tan convulso y tan poco abordado desde la literatura, es el que retrata Clara Usón (Barcelona, 1961) en su novela. Los llamados años de plomo en los que, a través de una estructura narrativa muy lograda, en una continua alternancia de voces, introduce al lector para relatar la historia de dos mujeres atravesadas por el conflicto: Idoia López Riaño, la terrorista más sangrienta de la banda, y Miren, una adolescente que carga el estigma de ser hija de un policía en la Euskadi de la época.