Si uno no dominaba las circunstancias, se exponía a que las circunstancias lo dominaran a uno
Consolidado como uno de los autores contemporáneos más destacados, Amor Towles (Boston, 1964) trabajó durante años, pese a haber estudiado Literatura en Yale, en el mundo financiero neoyorkino. De esa experiencia nacería su primera novela Normas de cortesía, un debut literario tremendamente exitoso que le permitiría a partir de entonces dedicarse a la escritura a tiempo completo. Su segunda novela, Un caballero en Moscú, conquistó de inmediato a críticos y lectores de todo el mundo desde el mismo momento de su publicación (2016). El libró permaneció en la lista de los más vendidos del New York Times durante cincuenta y nueve semanas, fue finalista del premio Kirkus en 2016, preseleccionado para el premio internacional IMPAC de Dublín en 2018 y llevado a la televisión en 2024 en una serie de la BBC protagonizada por Ewan McGregor.
Condenado a muerte tras la revolución
bolchevique, el conde Alexander Rostov verá conmutada esa pena (gracias a un
poema algo subversivo escrito años atrás) por la de arresto domiciliario en una
buhardilla del lujoso hotel Metropol de Moscú, donde en ese momento se hospeda
(en una suite de la que inmediatamente es expulsado) y donde habrá ya de pasar el resto de sus
días sin posibilidad de abandonarlo, a riesgo de ser ejecutado. Desde ese punto de partida, Towles arma
una historia que recorre la vida del conde y su país a lo largo de más de tres
décadas. Un periodo turbulento de enormes cambios políticos y sociales al que el autor nos asoma
desde las ventanas de un hotel que, más allá de servir de escenario argumental,
acaba también convertido en personaje: un pequeño oasis de calma con ecos de otro
tiempo y reglas muy particulares.
Plagado
de referencias históricas, literarias, cinematográficas, en tono de narración
clásica, meticuloso en los detalles y en la descripción de atmósferas y
situaciones, el texto nos transporta por completo a esa Rusia
postrevolucionaria que vemos siempre a través de los ojos del conde. Un hombre
ingenioso, culto, profundamente humano, fiel a ciertas convicciones y valores, que
logra encontrar sentido y belleza a su vida pese a las limitaciones impuestas. Un
personaje entrañable, optimista, modelo de dignidad frente al infortunio, junto
al que asistimos a los sucesos que guiarán a Rusia de la Revolución a
la Guerra Fría. A través de él y de la maravillosa galería de secundarios que
lo acompañan, conoceremos su historia familiar, los motivos que lo llevaron a
regresar de París a Moscú pese al estallido revolucionario y la muerte del zar,
el ambiente cultural de un país que se va quedando aislado del mundo, las
conspiraciones y corruptelas políticas que todo lo impregnan.
Amistad,
amor, dignidad, resiliencia, son los temas centrales de una novela elegante y
bellísima, capaz de equilibrar emoción, ternura, humor, gravedad, ironía... y
alternar escenas cotidianas con grandes acontecimientos históricos, no exentos de crítica, que contextualizan
la trama durante los más de treinta años que abarca.
Una
historia preciosa y muy amena, con un protagonista de lo más inspirador, que
muestra la infinita capacidad del ser humano para adaptarse a las condiciones
más adversas.
Una preciosidad ¿verdad? Parece mentira que sin salir del hotel, resulte tan amena y es que entre los viajes al pasado y las cosas tan alucinantes que le pasan en el Metropol no hay ni un momento de aburrimiento. Entre mis mejores lecturas de 2024.
ResponderEliminarUn beso.