La mujer perdida criticando al hombre recto
Dulce, prudente, discreta, Milly ha sido siempre la esposa perfecta, orgullo de una familia, los Bott, obsesionada por mantener una imagen intachable y no dar jamás pábulo a las habladurías. Adorada por su suegra y sus cuñados (diez hermanos), su vida ha transcurrido aparentemente feliz durante veinticinco años de matrimonio. Pero un día, Ernest, su esposo muere en accidente de coche y la apertura del testamento desata la catástrofe. Una frase demoledora, «mi esposa sabrá porqué», adjudica toda su herencia a la beneficencia, dejando a Milly sin casa ni recursos. El temor al escándalo se cierne entonces sobre los Bott que tratarán de ocultar a toda costa la situación, haciéndose cargo de una cuñada a quienes todos ahora miran diferente, llenos de reproche y suspicacia.
Publicada
en 1929, Von Armin pone a la clase media londinense frente a un espejo con su
historia para mostrar su hipocresía y enfrentarla a ciertos dilemas morales omitidos
siempre en favor de las apariencias. La mezquindad con que en privado trata a
Milly la familia frente al comportamiento público, adulador y cariñoso, la
obsesión por mantener en secreto lo sucedido, el terror a que algún sirviente pudiera
intuirlo... son muestra de ello.
Los
convencionalismos sociales, la deshonra a que condenan determinados comportamientos
femeninos, la absoluta dependencia de las mujeres hacia sus maridos, el
desamparo de las viudas, la soledad interior que nadie adivina, la culpa, el
arrepentimiento, el amor en sus distintas fases, son los temas que aborda una
novela llena de matices, de enorme profundidad psicológica, donde la autora da
voz tanto a la protagonista como al resto de personajes implicados para mostrar
sus sentimientos, sus razones, su desconcierto, en un puzle perfecto que ofrece
una visión integral de los acontecimientos. Todo ello desde un tono narrativo
elegante, sereno y cargado de ironía que se adentra con perspicacia y un punto
crítico inevitable en el laberinto de las relaciones humanas.
Pseudónimo de Mary Annette Beauchamp, Elizabeth Von Armin (1866-1941), fue una autora muy reconocida en su momento. Prima de la también escritora Katherine Mansfield, amiga de H.G. Wells y Bertrand Russell con cuyo hermano se casaría tras enviudar de Von Armim, las experiencias matrimoniales de Elizabeth no fueron afortunadas y es su propio desencanto el que plasma en sus novelas. Entre las más populares, Elizabeth y su jardín alemán, Un abril encantado o Vera.
Buenos días, Marta.
ResponderEliminarQué genial es von Arnim. Muchas otras autoras saben emplear el sarcasmo, la ironía, pero Elizabeth lo hacía con una sutileza muy cercana a la austenita y, pese a ello, única. Conmovedora y empática, diría yo.
Un abrazo, y enhorabuena por la reseña!!
Hola, Undine. Sí, sutileza es la palabra que mejor la define, ¿verdad? A mí es una autora que me encanta y esta novela en concreto me ha parecido espectacular. Muy conmovedora, como dices, y muy bien armada. Una maravilla. Un beso y muchísimas gracias.
EliminarDe las tres novelas que he leído de la autora, Vera, Un abril encantado y Expiación, es esta última la que más me ha gustado y eso sin quitar ni un ápice a la extraordinaria calidad de las tres, pero esta por tema y desarrollo me ha pillado de una forma más directa. Cuestión de gustos. Es magnífica y espero leer pronto Amor que presiento que también va a ser muy buena. Me ha encantado tu reseña sobria y precisa.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, a mí también es la que más me ha gustado de las que he leído hasta ahora. Por la forma de mostrar lo que sucede y de construir la novela. Es una maravilla. Un beso, Rosa, y muchísimas gracias.
EliminarHola gracia spor la reseña, sin duda ha llaado mi atencion asi que me lo llevo anotado, saludos
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