En
el lugar más recóndito de la isla, en una tumba sobre una colina al borde del
mar, unos mortales restos reposan. Allí yace también un hechizo. El eco eterno
de la aventura de un mundo perdido, la magia y la fantasía, la curiosidad,
cierta infantil inocencia, es lo que aquella sepultura sin nombre custodia.
Cuentan que, en las noches de tormenta, una extraña canción el viento silba, al
tiempo que dos feroces bucaneros desde un velero espectral a su inmortal
hacedor saludan. Ron, ron, ron... parece la ventisca gemir. Entre las olas
sueña su tesoro John Silver. Enigmático, sonríe.
Que bello y poético, Marta. Merecida selección. Un saludo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Manoli. Me alegro mucho de que te haya gustado.
ResponderEliminar¡Ay cómo me gustan los cuentos de piratas Marta!
ResponderEliminarVivo en otra isla, la de Gran Canaria y con cuatro años de diferencia la intentó invadir Francis Drake (lo rechazamos) y el temible pirata holandés en 1499 Pieter Van der Does durante 4 meses hasta que lo echamos.
Has dibujado bien la aventura de los intrépidos corsarios y la maga y la fantasía se mezclan en tu relato.
Un abrazo Marta.
¡Salud y ron para todos!
Muchas gracias Tara. Los piratas dan siempre mucho juego. Me alegro de que te haya gustado 😉
EliminarPrecioso y evocador microrrelato, Marta. El de los piratas es un tema que ha inspirado plumas desde siempre y creo que tú le has hecho un bonito homenaje. Enhorabuena, por cierto, por ese bien merecido premio :)
ResponderEliminar¡Un beso de lunes!
Muchas gracias Julia. Me alegro mucho de que te haya gustado. Es verdad que los piratas son muy literarios 😉
EliminarUn micro poético que nos transporta a la isla de los sueños, de la imaginación. Muy bien escrito con una musicalidad en las frases que parece mecernos como el mar. ¡Enhorabuena! Un abrazo, Marta
ResponderEliminarMuchísimas gracias David. Me alegro un montón de que te haya gustado.
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