jueves, 20 de junio de 2019

Los Catapila, esos ingratos. Venance Konan - Reseña.



¿Cómo va a plantarse un civil delante de un militar y decirle que ha ganado las elecciones?

Periodista y doctor en Derecho por la Universidad de Niza, Venance Konan (Costa de Marfil, 1958) obtuvo en 1993 el premio al mejor periodista de investigación de Costa de Marfil por una serie de reportajes en torno a la guerra de Libia y al problema de la droga en su país. En 2012 resulto asimismo galardonado con el Gran Premio Literario de África Negra que otorga cada año la Asociación de Escritores en Lengua Francesa. Apenas traducido al castellano y por ello aún muy desconocido en España, ha sido la editorial "2709 books" (especializada en literatura africana) quien recientemente ha comenzado a publicar su obra en formato digital.
"Los Catapila, esos ingratos" es hasta el momento la última obra del autor, una novela corta en torno al choque cultural que inevitablemente provoca siempre el colonialismo. Con grandes dosis de ingenio y sutil ironía, Konan detiene su mirada en las tradiciones ancestrales de su pueblo para reflexionar sobre una realidad política repleta de corruptelas y deslealtades, enfrenta el costumbrismo africano a los nuevos modos que traen los europeos, esos extranjeros (los Catapila) que van imponiendo poco a poco su cultura y construye unos personajes despreocupados, oportunistas, hipócritas y brillantes que sirven de base a la clara crítica política y social que articula su relato.

"¿Pero en qué país vivimos? ¿cómo puede ganar un civil a un general que está en el poder? ¿tiene algo que ver el cambio climático con todo esto?".

Crónica salpicada de sátira y humor que con un estilo claro, directo y conciso, muy cercano, nos asoma a un mundo no tan diferente ni alejado del nuestro como en un primer momento podría parecer.

En este país un hombre o una mujer digno de tal nombre tenía que llevar un teléfono móvil. La gente importante siempre tenía dos o tres móviles, hasta cuatro cuando se trataba de altas personalidades. El número de teléfonos móviles que se tenía indicaba el estatus social de cada uno. Aunque en el pueblo no teníamos línea telefónica los que tenían dinero se habían comprado teléfonos móviles y los llevaban colgando del cuello aunque no pudieran utilizarlos y todo el mundo soñaba con llevar uno.

Una voz original e inteligente que atrapa desde  las primeras líneas.

4 comentarios:

  1. Como todas las crónicas de este tipo, con una buena dosis de crítica y denuncia social y política, seguro que esta es una lectura más que recomendable. El comentario relativo al número de telófonos móviles como signo del estatus social no tiene desperdicio y es un claro ejemplo de un despropósito cultural.
    Una reseña muy interesante.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Josep. Pues sí, ese es el tono del relato: irónico y con muchas notas de humor pero con un trasfondo crítico muy potente. Muchas gracias por pasar.

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  2. Qué apetecible parece esta novela. Pero veo que tiene una primera parte y casi prefiero empezar por ella.
    La ironía crítica y en África se me hace irresistible.
    Un beso.

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    1. Sí, es una historia curiosa y muy original, algo diferente. Gracias, Rosa.

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