Obras de arte que nos recuerdan como era el mundo en otra época
Conocida especialmente por "La joven de la perla" donde dio voz al personaje del famoso cuadro de Vermeer, Tracy Chevalier recupera con "Las huellas de la vida" la historia de Mary Anning y Elizabeth Philpot, dos pioneras de la paleontología cuyo nombre, pese a la importancia de sus hallazgos, se perdió con el paso del tiempo. Mérito y fama fueron atribuidos a geólogos de renombre en la época y la labor de ambas (mujeres, al fin) cayó en el olvido.
Reproduce
con detalle Chevalier en esta ficción histórica la Inglaterra de principios del
S.XIX para mostrar el nulo papel que en ella desempeñaban las mujeres: su
imposibilidad de acceder al mundo académico o de participar por sí mismas en la
vida social, la importancia fundamental del matrimonio para ganar una posición
respetable, sus ansias siempre frustradas de libertad...
Narrada
a dos voces, la historia va alternando el relato en primera persona de Mary,
una muchacha pobre, dedicada a la búsqueda de fósiles en la playa de Lyme que
vende luego como ayuda para la subsistencia familiar; y de Elizabeth, solterona
londinense, culta y bien situada que, tras el matrimonio del hermano, dueño de
la casa donde hasta entonces han vivido juntos, se instala en ese mismo pueblo costero
para, también igual que Mary, obsesionarse con el estudio de los fósiles.
Dos
mujeres antagónicas, procedentes de mundos opuestos y con edades muy dispares,
unidas por la rebeldía y un ansia de conocimiento que las conducirá al
descubrimiento de nuevas especies, de unos seres (ictiosaurio y plesiosaurio)
desconocidos por completo en esos años, cuya existencia y posterior extinción
cuestionarían, de ser ciertas, toda explicación religiosa sobre el origen del
mundo, apuntando hacia teorías evolutivas por completo enfrentadas a la doctrina de la Iglesia. Debate este muy
presente a lo largo de toda la novela.
La
autora (gran narradora de emociones) perfila así dos protagonistas fuertes,
ajenas por completo a los moldes sociales que deberían encorsetarlas; dos
mujeres luchadoras y esforzadas que van tomando conciencia poco a poco del
valor de su trabajo y que sufren una gran evolución psicológica a lo largo
del relato. Con un ritmo pausado y discreta sensibilidad, nos muestra su carácter,
sus miedos, sus desilusiones, sus anhelos... mientras recrea a la perfección el
ambiente y la cotidianeidad de sus vidas.
Historia de contrastes, repleta de matices, capaz de evocar con habilidad y delicadeza un mundo perdido.
Las mujeres en Ciencia han sido muy relegadas. Aún hoy no compiten en igualdad de condiciones, pero en aquella época ni te cuento. Si encima topamos con la iglesia y se contradicen sus dogmas tenemos todos los ingredientes para que solo recientemente se haya reivindicado el trabajo de estas dos paleontólogas.
ResponderEliminarLeí La joven de la perla y me gustó bastante, aunque no he vuelto sobre la autora. esta novela puede ser un buen pretexto, porque ¿es novela verdad?
Un beso.
Sí, sí, muy documentada pero es novela. Si te gustó "La joven de la perla", probablemente también te guste esta porque tiene el mismo tono y la historia es muy interesante. Muchas gracias, Rosa. Un beso.
EliminarHola, Marta.
ResponderEliminarDesde luego tu estilo delicado y ya inconfundible, nos deja unas reseñas que se mimetizan de manera estupenda con los libros que nos traes. Creo también que haces muy bien en insistir en las dificultades que tuvieron las mujeres en tiempos -ahora menos, pero también- para desarrollar su labor en el mundo de la ciencia o de la literatura entre otras profesiones.
Besos y felices días.
Hola, Miguel. Muchísimas gracias! Qué bonito lo que dices!
EliminarQué maravilla de novela. No solo es magnífica por lo bien que escribe y ambienta Tracy Chevalier, es que además hace un retrato reivindicador y justo de una de más brillantes paleontólogas de todos los tiempos. Sin el trabajo de Mary Anning, las teorías de Darwin o de Lyell no habrían sido posible. Y por ser pobre y mujer, ni siquiera la dejaron entrar en la Royal Society. Muy recomendable. Besos.
ResponderEliminarSí que es muy recomendable. Es una historia muy interesante y muy desconocidos también los personajes que la inspiran. Un beso, Mónica. Muchas gracias.
Eliminar¡Hola, Marta! ¡Qué buena propuesta nos traes! Tiene muchos de los ingredientes que hacen del acto de leer algo emocionante, como has sabido trasladarlo en tu reseña. Al ver la época me vino a la mente que justo un siglo después, la "docta" Royal Society, con sus "doctos" expertos se tragara uno de los escándalos más infames de la ciencia con el famoso hombre de Piltdown. Un abrazo!
ResponderEliminarLa historia de estas dos mujeres es interesantísima y muy poco conocida, sí que vale la pena acercarse a ella. Mil gracias, David. Me alegra mucho que te haya gustado la reseña.
EliminarHola, Marta:
ResponderEliminarMe dispongo a leerla. Como tú es una de las tres novelas que he elegido leer dentro del Reto "Serendipia recomienda". He pasado ahora por tu blog porque ayer mismo finalicé "El molino del Floss", otro de los libros elegidos dentro del Reto de Mónica "Serendipia recomienda". Ha sido pura casualidad descubrir que tú también tienes a Tracy Chevalier entre tus tres libros y que lo leíste ya hace unos meses.
Compruebo con sorpresa que tu buen blog no está entre los que sigo. Bueno, pues eso ya no va a ser así porque ahora mismo acabo de empezar a seguirte.
Un beso
Hola, Juan Carlos. Pues me alegro muchísimo de que te haya gustado el blog, también yo te sigo ya y estaré pendiente de tu reseña sobre esta novela. A mí me ha parecido una historia muy interesante. Un beso y mil gracias por pasar y quedarte.
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