«¡Un accidente!», escucho gritar a lo lejos. Una imprudencia, un despiste,
un error... dirán luego. No. No lo ha sido en absoluto. Nada de lo
ocurrido sucedió por accidente. Y tal vez sea esa incomprensión lo que en el
fondo más me duela. Una eternidad sobrevolando bajo esta mágica capa de súper
héroe los abismos del mal, del dolor, de la miseria; contemplando a vista de
pájaro la fragilidad de la vida, tantísimo desconsuelo... Imposible era salir
indemne, debieran saberlo. El desengaño y la frustración, también la soledad,
hace ya mucho que devoraron mi alma. Nadie sin embargo se dio cuenta; soy bueno
disimulando. Pero hay días en que la desesperación y el infinito cansancio que
de un tiempo a esta parte siempre me acompaña al fin vencen. Esos días, días
como hoy, encaramado unas veces a la más alta azotea de la ciudad, al
campanario de cualquier iglesia olvidada y ya sin nombre otras, cruzo los
dedos, libero en un suspiro la ansiedad atrapada en mis pulmones, me asomo
retador al vacío y, olvidado un instante de mi esencia inmortal −eterno hombre
de acero− con conmovedora ingenuidad, murmuro: «tal vez hoy...». Cierro los ojos,
ofrezco mi cuerpo al abismo y, en un breve latido de esperanza, entonces
sonrío.
Relato
publicado en el nº 4 (diciembre 2019) de la revista "El Tintero de Oro Magazine"
Marta, por tu culpa me he saltado el orden con que suelo leer los aportes de los compañeros... pero es que lo que has escrito, acabo de leerlo, tiene una calidad sensitiva y literaria magnífica. Si se tratara del concurso de tintero, el oro, fijo que se lo llevaba VÉRTIGO, (sin menospreciar en absoluto el resto de las historias).
ResponderEliminarTe felicita Marta, que alegría para los sentidos leer algo tan pero tan bien escrito.
Ay,Isabel! Sin palabras me dejas! Un millón de gracias y un beso enorme.
EliminarMe parece como Isabel que esta estupendamente bien escrito. Un abrazo.
ResponderEliminarPues muchísimas gracias, Mamen. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarPor fin el hombre de acero pierde la dureza y sucumbe a la fragilidad, cual humano mortal. Y es que hasta el más duro puede sentirse solo e incomprendido y ceder a los sentimientos, queriendo acabar con todo.
ResponderEliminarMuy buen relato, Marta.
Un abrazo.
Gracias, Josep. A veces el acero también se resquebraja...
EliminarQué interesante es conocer el mundo interior de uno de los super héroes más conocidos. Saber que detrás del acero imperturbable, hay emociones y vulnerabilidad.
ResponderEliminarExcelentemente relatado, Marta.
Besos.
Mil gracias, Mirella. Un beso.
EliminarBuen soliloquio el que nos planteas, desmitificando completamente la figura de este famoso personaje del cómic y de la gran pantalla.
ResponderEliminarFelicidades, Marta, te ha quedado estupendo.
Un beso.
Hasta los súper héroes tienen sus momentos... Me alegro de que te haya gustado, Estrella. Muchas gracias;)
EliminarMarta, que bien representas la otra cara de ese súper héroe.
ResponderEliminarEs de suponer que con lo chiflado y deshumanizado que está el mundo, hasta ellos se han cansado de tantas miserias humanas.
Excelente la manera de narrarlo, se aprecian sus emociones y se percibe ese desenlace fatal para el mundo, pero feliz para él.
Grata semana
Muchísimas gracias! También a los súper héroes les vence a veces la impotencia...
EliminarSaludos Marta, conecté al instante con tu relato, en lo swubyacente muy parecido al que escribí para el reto. Me ha gustado cómo el superhéroe deja ver lo impotente que se siente a veces y que acabar de una vez, a veces, se percibe como lo mejor. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarHola, Mery. Acabo de leerte y es cierto que hemos coincidido en el tema de fondo. Me alegro de que te haya gustado el micro. Muchas gracias.
EliminarBueno, Marta, un monologo interior estupendo y muy real. Desde fuera, hay quien parece invulnerable, pero siempre hay que conocer la versión desde el otro lado. Me uno a las felicitaciones de los compañeros, un relato genial e hipnótico y con un tema impactante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mil gracias, Pepe! Me alegro muchísimo de que te haya gustado :)
EliminarAy Marta. No es oro todo lo que reluce en los cómics y películas de superhéroes. También estos son humanos debajo de sus poderes, con sus pasiones y miserias, algunos, como el caso de nuestro protagonista, con ganas de acabar de una vez por todas con su existencia.
ResponderEliminarDa que pensar.
Un abrazo.
Pues sí, a veces también se muestran vulnerables. Muchas gracias, Bruno.
EliminarUn gran relato que entiendo nos habla de la incomprensión como trasfondo. Nunca hubiera imaginado que un relato con el pie que ofrece David pudiera tomar este camino tan creativo. Puro arte Marta. Felicidades.
ResponderEliminarDe la incomprensión y de la impotencia ante el dolor, sí. Mil gracias, Miguel. Me alegro mucho de que te haya gustado :)
EliminarHola, Marta. Un gran relato en el que el protagonista muestra su interior. Qué pasaría si fuésemos inmortales? Tal como Wolverine, pareciera que llega un momento en que es necesario cambiar de estado.
ResponderEliminarUn abrazo
Un beso, Mirna. Muchas gracias.
EliminarHola, Marta.
ResponderEliminarNo se me actualiza tu blog desde la barra de lectura, no lo entiendo, es la segunda vez que me doy cuenta, y es que sigue saliéndome tu anterior entrada. No sé.
Detrás de la capa del héroe también hay un hombre, uno que sufre, siente y necesita expresar sus frustraciones y pesares.
Me ha gustado mucho como has logrado hacerlo tan humano.
Un beso, y feliz fin de semana.
Un beso, Irene. Muchísimas gracias.
EliminarHola Marta,
ResponderEliminarCuánto dolor e incomprensión cuesta la fama de super héroe de cualquier clase! Magníficamente relatado. Me sigue doliendo.
Felicitaciones y gracias por tu comentario.
Hasta la próxima
Gracias a ti, Juana. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarLa debilidad y el desaliento son inherentes a la condición humana y, cualquiera que albergue un atisbo de ella, puede llegar a experimentarlas. Me ha gustado mucho este súper héroe completamente humano, Marta. Es una imagen novedosa y sensible. ¡Bravo por tu imaginación!
ResponderEliminarUn beso.
Un beso, Julia. Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Mil gracias!
Eliminardisfruto te disfruto el arte de tus letras
ResponderEliminarMe alegro. Muchísimas gracias! :)
EliminarHola Marta
ResponderEliminarUna sonrisa que hiela la sangre.
Buen micro,he disfrutado con su lectura
Saludos
Muchas gracias, Paola. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarTambién los héroes se cansan de serlo y quieren acabar con esas responsabilidades que llevan sobre sus hombros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Inevitablemente vulnerables. Muchas gracias, Francisco.
EliminarY es que llevar esa capa sobre los hombros es una pesada carga de responsabilidad ;)
ResponderEliminarMuy bueno Marta!
PD.- Marta te hago una sugerencia. No tienes habilitada la sección de seguidores en el blog, lo que implica que no puedo seguirte ya que no sales en la lista de lectura de Blogger. Quizás sería una buena ide :)
Hola, Norte. Pues la verdad es que no me había dado cuenta de que no tenía disponible el gadget de seguidores. Ya lo he habilitado. Mil gracias.
EliminarApreciada Marta, hace tiempo que descubrí en ti a una escritora todo-terreno, que se aventuraba en iniciativas con buen fin. Este micro es sólo un ejemplo de tu valía. Te sigo leyendo,
ResponderEliminarHola, Lola. Qué bien tenerte de vuelta!
EliminarMe gusta la sensibilidad de tu escrito, Marta. !Es precioso!
ResponderEliminarMil gracias, Yessy. Qué bien que te haya gustado!
EliminarBueno, bueno... Desde luego que el planteamiento de tu micro sería muy bien acogido por Frank Miller o Allan Moore, dos autores de cómic que revolucionaron el planteamiento de los super héroes con obras como El regreso del caballero oscuro, Daredevil o Watchmen. Glupps! Ya me salió el frikazo que llevo dentro.
ResponderEliminarA lo que iba, un micro fantástico que se pone en la piel de Superman y plantea cómo podría sentirse cuando por mucho que se esfuerce nunca puede salvarlos a todos ni el mundo dejará de pasar tragedias. Y llevado al extremo, ¿cuál sería el siguiente paso? ¿Quién podría controlar a Superman si este decidiera actuar de manera más autoritaria para acabar con el mal? Otro glups! Es que adoro los superhéroes, con ellos aprendí a leer, y es ver uno y ya empiezo a imaginar historias, je, je, je... Genial relato!! Un abrazo
Hola, David. Pues sí, un héroe cansado y vulnerable me ha salido, harto de tanta maldad. Me alegro muchísimo de que te haya gustado porque era un poco atrevido entrar en ese mundo de superhéroes ;) Mil gracias!
EliminarMuy bonito, Marta, esta vez eres tú la que rescata al señor que todo lo puede, de su pesada rutina de salvar a los demás, lo salvas a través de este micro. Un saludo.
ResponderEliminarBonito lo que tú me dices, Carla. Muchas gracias :)
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