⸺¿Enfadada yo? ¡Qué cosas se te ocurren!
⸺¡Uf! ¡Qué alivio, cariño! Por un momento tuve la impresión de que lo
estabas.
⸺¡Qué dices! ¿Por qué iba a estarlo? No entiendo qué te ha hecho pensar
algo semejante.
⸺De acuerdo. Habrá sido cosa mía, entonces.
⸺.....
⸺Deja,
deja, que te vas a cortar... Ya recojo
yo todos esos cristales.
⸺...
⸺¡Qué
barbaridad! ¿Pero cómo se te han podido
caer tantos platos, todos a la vez?
⸺.....
⸺No,
no, no es un reproche, mi amor, no me mires así. Ninguna importancia, no te preocupes.
Mañana mismo encargo otra vajilla.
⸺.....
⸺Entonces... ¿Estás segura de que no hay nada que te haya molestado?
⸺.....
⸺¿No quieres decírmelo?
⸺.....
¡Qué bueno, Marta! Bueno, esto si que no me lo esperaba. ¡Un diálogo con dos personajes y solo uno hablando! Bravo, has demostrado que las acotaciones que solemos incluir en los diálogos realmente aportan poco si el diálogo es bueno. En este caso, a través de las intervenciones hemos visto la escena con todo lujo de detalles.
ResponderEliminarEspero que esos restos de cristales y platos no se conviertan en un arma de destrucción masiva, je, je, je... ¡Enhorabuena!
Ay! Gracias, David! Era un poco arriesgado así que no sabes cómo me alegra que te haya gustado:)
Eliminar¡Genial! Desde luego aquí has dejado entrever algo que pensamos la mayoría de los hombres: Que a las mujeres no hay quien os entienda...
ResponderEliminar-No Marta perdón, no lo he dicho por ofender, no ha sido mi intención. No te enfades mujer. Oye deja el cuchillo ese, que no ha sido para tanto el comentario. ¡Ah! que no estás enfadada, entonces, porqué te acercas a mi de manera tan sospechosa. ¡Marta, por Dios!...
Mi abrazo.
Vale, vale, disculpa aceptada, ya guardo el cuchillo...
EliminarMil gracias, Francisco! ;)
Los silencios hablan a gritos. Muy bueno, Marta. Presiento que esa luna de miel tiene los días contados. ¿Y ella? Pues ha empezado por la vajilla... Tiene carácter, tal vez el siguiente sea el caradura que no va a mover un dedo en los quehaceres domésticos.
ResponderEliminarUn abrazo, Marta.
Silencios muy expresivos a veces, sí...
EliminarMuchas gracias M.Pilar ;)
Me encantó, Marta. ¡Cómo aletean historias machostas en este semi diálogo. Aquí, los silencios hablan.
ResponderEliminarSí que hablan, sí ;)
EliminarMil gracias, Beba. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Desde luego que no está enfadada... ¡Está cabreadísima! Casi puedo oírla resoplar. No es buena forma de empezar una luna de miel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jeje, un pelín cabreada, sí. Muchas gracias, Bruno.
EliminarJajajajjaa qué bueno, Marta!! Has elaborado un diálogo en el que, de hecho, solo habla una de las partes. Pero no importa, sigue siendo un diálogo porque lo has hecho de tal modo que perfectamente podemos imaginar lo que ella diría si confesara lo que piensa. Magistral, además de muuuuuy divertido, ¡enhorabuena!
ResponderEliminarGracias, Julia! Cuánto me alegra que te guste. Un beso.
EliminarHola Marta, me ha gustado mucho tu micro, de diálogo tan cortante, como los cristales de la vajilla, ja, ja.
ResponderEliminarMuy jocosa la escena, y con tan solo imaginar que es en plena luna de miel, ya no paro de reir.
Me acordaste un cuento que anda de boca en boca, al menos en mi país: El marido le da tremenda paliza a la mujer de recien casados, y ella le reprocha, – Pero si yo no te he hecho nada. Y el le contesta, – Eso es sin hacerme, imagina si me haces algo.
Bueno es un cuento muy machista y creeme que aquí aún lo son.
El tuyo me parece semejante pero a la inversa, sería entonces feminista, ja, ja. Ella le advierte, – Eso es sin estar enojada, imagina si me haces enojar, ja, ja.
Si que lo he disfrutado. Grata semana.
Jeje, me alegra que te haya divertido. Muchísimas gracias! ;)
EliminarMadre mía, Marta, no me gustaría estar en la piel del recién casado ese, cada vez va a peor y con cristales rotos de por medio...
ResponderEliminarMuy buen relato, y eso que prácticamente solo habla uno, pero la tensión generada es como lo contrario, y es que he podido entender todo lo que estaría pensando la pobre. Genial! Nunca pensé que se podría hacer un diálogo así.
Lo disfruté mucho. Un saludo.
Muchísimas gracias, Pepe. Qué bien que te haya gustado!
EliminarDesde luego no es esa la forma idónea para empezar una vida en común. Además, más vale una imagen que mil palabras, así que él ya tiene la respuesta a su pregunta.
ResponderEliminarBuen relato, que empieza con un diálogo y prosigue con un monólogo, je,je.
Un abrazo.
Pues no, no parece buena forma, verdad? Mil gracias, Josep. Me alegro mucho de que te haya gustado;)
Eliminarja, ja, ja Qué silencios más incómodos, Marta.
ResponderEliminarQué lastimita que da él, mira que empezar así un matrimonio.
Buenísimo, me ha gustado mucho.
Un beso.
Un beso, Irene. Muchísimas gracias! Me alegro mucho de que te haya gustado;)
Eliminarjejje Marta...y es que romper platos desahoga mucho aunqu eno le auguro mucho recorrido a esta pareja.
ResponderEliminarBuen recurso el de los silencios, silencios elocuentes.
Silencios a veces que gritan... Muchas gracias, Isabel;)
EliminarSilencios tan expresivos que sobran las palabras y esto ha sido el gran reto de tu diálogo, casi, casi monólogo ...je,je,je
ResponderEliminar¡Feliz noche, Marta!
Hola, Estrella. Pues sí, casi casi un monólogo ;) Feliz noche.
ResponderEliminarMe gusta el desequilibrio en los silencios y las palabras. Me gusta mucho la precisión del género (femenino) en el personaje inicial, sin que aparezcan más indicaciones referidas al segundo personaje.
ResponderEliminarUn personaje en femenino con solo dos intervenciones habladas de disculpa y seis silencios en un "diálogo" con otro personaje, sin aclaración de género ni más circunstancias, pero que curiosamente es el que organiza y resuelve la acción.
En la técnica del microrelato, el título es un material de gran importancia y decisivo, formando parte de la trama. Con el título: MALENTENDIDO, contribuyes de pleno a ese gran equívoco o malentendido que está presente de principio a fin. Y a fe cierta que está conseguido, leídos los comentarios que suscita. ¡Magnífico trabajo! El conjunto es mucho más que lo que podrían sugerir sus partes aisladas.Sinceramente, creo que entre esos silencios anda la sombra de un dinosaurio ¡enhorabuena!
PD: En Mi Despreciable Opinión, tal vez mereciese la pena valorar el cambio de la imagen que acompaña al relato, por lo que puede sesgar hacia interpretaciones más concretas no muy deseables ;-)
Hola, Javier. Generosísimo tu comentario. No sabes cómo me alegra que te haya gustado el micro y cuánto agradezco tu valoración. Mil gracias!:)
EliminarHola, una conversación casi que con uno mismo, y que sin embargo airea que ha pasado algo y que uno de los implicados esta con un cabreo monumental y destila respuestas irónicas que no son apreciadas por la otra parte implicada. Pura destreza. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, M.Carmen. Me alegro mucho de que te haya gustado :)
EliminarSi empiezan la luna de miel de esta manera... ¡lo que vendrá después!
ResponderEliminarPara no agravar la situación el pobre marido prefirió guardar silencio.
Excelente idea esta especie de "monólogo" para dejar entrever la relación del matrimonio.
Besos, Marta.
Gracias Mirella. Me alegro mucho de que te haya gustado. Un beso.
EliminarGenial, Marta! Reacción femenina típica al comienzo del matrimonio.
ResponderEliminarMás adelante...humm...temo por la vida de este muchacho.
Un abrazo
No promete mucho, no, esa vida en común... Muchas gracias, Juana. Me alegra que te haya gustado :)
EliminarJajaja,... creo que, aunque sea menos ecológico, esa pareja debería comprar platos de plástico.
ResponderEliminarFeliz semana!
Mejor les iría, si (jeje) Muchas gracias, Norte.
EliminarEsos puntos suspensivos hablan de lo lindo, no hace falta decir mucho par entender las cosas.
ResponderEliminarEntretenido y original el diálogo.
Un abrazo Marta
Puri
Gracias, Puri. Me alegro mucho de que te haya gustado:)
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