viernes, 1 de noviembre de 2019

Noche de difuntos




En un pequeño cementerio abandonado junto al mar, cada noche de difuntos, a esa hora triste e imprecisa en que el día se deshace entre las sombras, de lo más profundo de la tierra −cuenta la leyenda− asciende, apenas perceptible, un coro de voces graves y lejanas. Ánimas atormentadas del Purgatorio que vagan errantes unas horas por el mundo, que añoran lo que hace mucho perdieron, que anhelan, quizá, lo que jamás vivieron.
Tras el lúgubre tañido de las campanas −eco extraño y sobrenatural que resuena a lo lejos desde un templo derruido tiempo atrás, ya sin torre ni reloj− algún alma afortunada sube al Cielo, torna el resto a su penitencia y un lamento hondo y desgarrado rompe entonces el silencio de la noche: grito de dolor, de rabia y desesperanza arrancado a la humanidad entera que, horrorizada de sí misma, vislumbra  un instante el peso de sus ruindades.



6 comentarios:

  1. ¡Hola, Marta! Un precioso micro de terror gótico. La prosa que has utilizado me ha llevado totalmente a ese romanticismo de Bécquer. ¡Feliz Halloween!

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    1. Hola, David. Pues me alegro de que el micro te haya llevado a pensar en Bécquer porque me encanta ese tipo de historias decimonónicas y sí que buscaba un poco ese tono. Muchísimas gracias;)

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  2. Un cuento gótico por los cuatro costados, Marta. Me imagino la escena a la perfección, telón macabro ante el que se movería con soltura un personaje de Por.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Bruno. Muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado;)

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  3. Hola, Marta.
    Qué bien escenificado, transmites todo ese dolor, desasosiego y pesadumbre, haciendo que el lector, solo pueda percibir su oscuridad.
    Muy bueno, enhorabuena.
    Un beso.

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    1. Mil gracias, Irene. Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Un beso grande.

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