lunes, 17 de abril de 2017

Pabellón C

El traje era auténtico. ¿Acaso no resultaba aquello evidente? ¿No daba a semejantes cabezas huecas una pista de frente a quién se encontraban? Y entonces, ¿cómo podían pensar que él era un impostor? ¡Qué ocurrencia! ¡Qué injusticia! ¡Qué error tan gigantesco el que con su persona cometían! ¡Y qué caro habrían de pagarlo! ¡Él! ¡El estratega que media Europa conquistó, el victorioso general de Austerlitz  tratado de tal modo...! Suerte que mi pobre Josefina no presenció tamaña humillación, se decía en la aséptica celda donde cautivo se hallaba, furioso contra aquellos cancerberos vestidos de blanco que tan magnífica e imperial personalidad trataban de quebrar.

Microrrelato para el concurso "Relatos en Cadena" del programa La Ventana de la Cadena Ser.

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