Voló
el verano, voló el otoño y muy pronto llegaron los días cortos y fríos del invierno.
Tiempo sobre tiempo pasó. Implacable, siguió su curso la vida y por las
extrañas regiones de la memoria y el olvido su recuerdo un día se extravió. Y
sin embargo... cada vez que el aroma inconfundible de las violetas un instante se
insinúa en el aire, la imagen imprecisa de aquel fantasma dulce y querido, siempre
vestido de gris, abriendo con un guiño pícaro su mágico tarrito de cristal, los
niños agarrados a sus faldas, las manos llenas de unos caramelos color malva
que jamás después volví a probar, intacta una y otra vez regresa a mi alma. Retazos
de un mundo antiguo y feliz. Brumas de un tiempo perdido para siempre convertido
en nostalgia.
Relato
para los Viernes Creativos de https://elbicnaranja.wordpress.com/ inspirado en la fotografía propuesta por
Dominique Vernay.
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