Amanece.
Las estrellas juegan a esconderse en los colores del alba. El rumor del viento acuna
la mañana. Ella, pálida y ojerosa, termina su guardia nocturna. Él la releva
radiante. El nuevo día despunta. Le guiña un ojo. Sonríe. ¡Ay, amor! La
madrugada es cuanto tienen. Un relámpago estremecido de ternura, un «te quiero»
murmurado en la penumbra, un espejismo de sombra y luz. Clavan uno en otro la
mirada y un puente de caricias aletea entre los dos. Luego, cual espectro
inalcanzable, ella se desdibuja muy despacio. Desaparece en el horizonte:
tenue, sin estela, sin color. Tiembla entonces una lágrima en sus ojos... Y una
gota helada escarcha de rocío la cara oculta de su rostro.
Precioso, Marta. Destila ternura, amor, muy emotivo y visual, con ese juego de sinestesias: las caricias aletean; la prosopopeya, las antítesis: un relámpago estremecido... ¡Y esa lágrima! Dices tanto en tan pocas palabras que es un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, María Pilar, cuánto me alegra lo que dices. Contentísima porque te haya gustado. Mil gracias.
EliminarPrecioso y muy poético. Un amor separado por el tiempo que solo les da algunas horas para ellos.
ResponderEliminarUn beso.
Un amor imposible, pobrecitos. Muchas gracias, Rosa. Contenta porque te haya gustado.
EliminarUn texto poético y lleno de amor que me inspira hacia esos amores imposibles que por diversas razones nunca pueden estar unidos.
ResponderEliminarUn relato muy dulce, Marta.
Un beso.
Un beso, Miguel. Muchas gracias.
EliminarUna prosa poética llena de sensaciones y emociones que quedan encumbradas en esa lágrima que lo dice todo sin decir nada. Precioso texto. Un abrazo
ResponderEliminarMil gracias, Nuria. Me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarUna narrativa tan poética como potente. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegro mucho, Albada. Muchas gracias.
EliminarQué precioso, Marta. Esa relación imposible, que transmite tantísimo amor. Lo de la gota helada escarcha de rocío, ains. Bonito, bonito.
ResponderEliminarUn beso.
¡Ay, Irene! Muchísimas gracias. Qué bien que te haya gustado.
EliminarUn texto cargado de sensibilidad, Marta.
ResponderEliminarPoesía astronómica pura, esa lágrima de escarcha.
Un fuerte abrazo :-)
Muchísimas gracias, Miguel Ángel. Qué bonito lo que dices y cuánto me alegra que te haya gustado.
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