Esos libros dieron a Matilda un mensaje de esperanza: no estás sola
Matilda, inolvidable personaje de Roald Dahl, es una niña con un don muy especial: una inteligencia impropia de su edad que, antes de los cinco años, le permite leer a autores como Dickens, Hemingway o Fitzgerald y realizar complicados cálculos matemáticos. Sus padres, pendientes solo de sí mismos, la desprecian y la ignoran por completo. Su hermano tampoco la tiene en cuenta nunca para nada y nadie parece hacerle caso ni ocuparse de ella en absoluto hasta el día en que comienza a ir a la escuela. Allí, su profesora, la señorita Honey, descubrirá al instante su inmenso talento y tratará de potenciarlo por todos los medios. Chocará en su intento, sin embargo, con la desidia de los padres y la maldad de la directora del colegio, la señorita Trunchbull, una mujer terriblemente cruel que odia a los niños y los aterroriza de todos los modos posibles.
Sobre esos mimbres y, a partir de un suceso inesperado, que un día se produce en la clase de Matilda, Roald Dahl
construye una historia tierna y divertida, repleta de situaciones rocambolescas
e inesperadas, que no oculta (casi parece, como en muchos otros de sus relatos,
pretender mostrarlo) el dolor que ocasiona la injusticia y la incomprensión ni
esconde la crudeza de determinadas realidades.
Obra
maestra de la literatura infantil y una de las mejores historias de su autor,
la peripecia de Matilda atrapa muy rápidamente también al lector adulto, pese
al tono de cuento y la clave de humor en que está planteada, al enfrentarnos
realmente la narración a un personaje incomprendido que no encaja en los moldes
sociales a los que se debería ajustar y con el que resulta por ello muy fácil
identificarse.
Historia
original e imaginativa, sencilla y sin dobleces, con el sello de un autor
decidido a no enmascarar la crueldad del mundo a los niños pero capaz de
mostrarla de un modo que, tras ciertos momentos de angustia, deja siempre una
sensación alegre y luminosa en la conclusión de la aventura.
Pequeño clásico de un escritor imprescindible cuyos cuentos aparecen siempre ambientados en torno a un universo muy particular, muy reconocible también y desbordante de magia.
Marta, con la lectura de Matilde, tu reseña y la de los compañeros, ya tengo un plano completo de autor y obra. ¡Lo que se aprende en Tintero!, ¿a que sí?
ResponderEliminarGracias Marta. Un beso.
Muchas gracias a ti, Isabel. Es cierto que se aprende una barbaridad con el Tintero, sobre todo a borrar prejuicios sobre ciertos autores o historias. Un beso grande.
Eliminar¡Hola, Marta! Una fantástica reseña que disecciona con precisión de cirujano lo que nos aporta esta novela de Roald Dahl. Aunque ya es una de las lecturas habituales en los colegios, pienso que su lectura debería ser generalizada.
ResponderEliminarNo hay mejor enseñanza a un niño que llevar su comportamiento al extremo. Dahl lo hace en esta obra caricaturizando a los padres de Matilda y a la señora Trunchbull. Es algo así como mostrarles en qué se convertirían si no leen, si no piensan, si no son tolerantes... Seguro que ningún niño querrá convertirse en ellos y encontrará que el conocimiento y la literatura será sus mejores armas para evitarlos. Un fuerte abrazo y mi agradecimiento por las cinco reseñas que nos has regalado una temporada más y que sin duda han enriquecido cada una de sus ediciones. Un abrazo!
Exacto. Una caricatura que sirve de espejo y da un poquillo de repelús, jeje. Mil gracias a ti siempre, David. Ha sido una temporada estupenda y me ha encantado reseñar todas las propuestas. Un beso grande.
ResponderEliminarMagnífica y sutil reseña de este clásico infantil que en definitiva se basa en los principios del bien y del mal. Quién lea Matilda se volverá casi por fuerza un poquito más empático que es lo que nos hace falta a todos para conseguir una sociedad más justa.
ResponderEliminarBesos, Marta.
Mil gracias, Miguel. Sí que es una historia en torno al bien y el mal y a la incomprensión y la soledad del diferente. Me alegra mucho que te haya gustado la reseña. Un beso.
EliminarPerfecta reseña, Marta. En pocas palabras has expresado todo lo que encierra el libro y el valor de un escritor que, sin ocultar las vilezas del mundo, deja un atisbo de esperanza para que los niños no se desanimen ante las injusticias del mundo.
ResponderEliminarUn beso.
Mil gracias, Rosa. Un beso.
EliminarHola Marta. Estupendo trabajo, te felicito. Un saludo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Pedro. Me alegra que te haya gustado.
Eliminar¡Hola! Buena reseña, aunque nunca he leido al autor, después de vuestas reseñas. este verano le doy una oortunidad.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Jose. Pues a ver si te gusta si te animas. Es un autor que vale mucho la pena.
EliminarHe visto varias veces la película (lo que tiene tener nietos, je,je) y siempre he disfrutado de ella. Los personajes pérfidos que representan los padres de la niña y la directora del colegio se enfrentan a la inteligencia de Matilda y la bondad de la maestra, la única persona que reconoce en la niña a un ser excepcional. Y como debe ser, el bien acaba triunfando sobre el mal, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
El bien siempre por encima de todo. Es un cuento infantil pero con una enseñanza preciosa. Muchas gracias, Josep.
EliminarA mí también me parece que es una de las mejores obras de Roald Dahl, un clásico maravilloso. Y es cierto lo que comentas, que el autor nunca enmascara a sus lectores más jóvenes que la vida no siempre es felicidad y gominolas y que a los problemas hay que hacerles frente. Inolvidable Matilda. Besos.
ResponderEliminarY la magia siempre de la lectura. Muchísimas gracias, Mónica. Un beso.
EliminarY la bondad siempre triunfa o debería hacerlo y eso hay que intentar apesar de todo lo malo que ocurra. Más de esto debería enseñarse hoy día en las escuelas y no solo a los niños.
ResponderEliminarUna reseña fantástica. Lo has sintetizado todo a la perfección, como siempre.
Un beso.
Un beso, MJ. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarHola Marta. Descubrí a Dahl hace muy pocos años y leí unos cuantos libros suyos. Todos me parecieron fabulosos. Con Matilda me pasa una cosa. No me gustó la película. Hasta poco después de descubrir al autor sentía una especie de rechazo por el personaje pero al leer cosas del autor, esa impresión varió. Sin duda es una lectura para jóvenes con mucho mensaje, que también sirve para los adultos. Besos
ResponderEliminarEs un cuento infantil con un mensaje muy potente y el autor, desde luego, vale muchísimo la pena. Muchas gracias, Marisa.
EliminarLas reseñas tiene el poder de hacer que alguien quiera leer, en este caso, algo. Tú has conseguido que quiera volver a leer esta novela. Muy buena reseña, breve pero clara y que resalta las cosas por las que vale la pena volver a leer. Creo que todos tenemos una Matilda dentro, solo hay que saber cómo sacarla a la luz.
ResponderEliminarUn abrazo, Marta!
Puede que sí, que todos tengamos una Matilda dentro, como dices, pero cuánto nos cuesta sacarla algunas veces... Mil gracias, Pepe. Me alegro muchísimo de que te haya gustado la reseña. Besos.
EliminarHola, Marta. Que buena mano tenéis no solo para escribir historias sino también para hacer reseñas, en esta ocasión la tuya. Sin soltar un rollo infumable vas al grano dejando claro las intenciones y la historia y sin descubrir más de la cuenta.
ResponderEliminarAprovecho también para agradecerte el comentario que me dejaste, estoy convencido que te contesté por la app del móvil pero en el lector del escritorio no me aparece.
Saludos y hasta la próxima lectura 🖐🏼
Qué bonito lo que dices, JM. A veces es complicado reseñar sin desvelar demasiado y por eso me alegra muchísimo que estas reseñas te parezcan interesantes. Mil gracias.
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