Se levantaron sonriendo y desafiaron al destino
«Una
escritora deslumbrante e inteligente», dijo de ella Oscar Wilde al redactar su
necrológica. Y, sin embargo, Amy Levy (1861-1889) es hoy una escritora olvidada
y desconocida por completo.
Nacida en el seno de una familia judía de clase media-alta −cuenta su traductor, Gonzalo Gómez Montoro−, Amy Levy comenzó a escribir con apenas trece años, fue la segunda mujer judía en acceder a la Universidad de Cambridge y, tratando de dedicarse profesionalmente a la escritura, compaginó luego esa labor con trabajos de traducción y clases de inglés que le dieron cierta independencia económica. Tras una crisis depresiva, se suicidó a los veintiocho años dejando tres novelas y algún poemario que, según la crítica, la situarían como precursora de autores de la talla de D.H. Lawrence y Virginia Woolf y como una de las grandes promesas de la literatura inglesa de finales del S.XIX.
"Historia
de una tienda", la única de sus novelas traducida hasta ahora al
castellano (Chamán Ediciones), aborda la historia de cuatro hermanas −las
Lorimer− que, tras la muerte del padre y por solventar la precaria situación
económica en que las deja, deciden abrir un negocio propio: una tienda de
fotografía, a las afueras de Londres, con la que ganar su independencia y
evitar la caridad y la condescendencia a que, de otro modo, quedarían sujetas
por parte de ciertos familiares.
Desafiarán con ello el orden establecido y
cuestionarán un conservadurismo social muy arraigado −personificado en unas
tías que no comprenden la actitud de las muchachas−, pero cuyos cimientos
comienzan ya a tambalearse.
Gertrude,
segunda de las hermanas y principal protagonista de la historia, será quien
asuma las responsabilidades familiares y quien, en todo momento, trate de velar
por el bienestar del resto. En ella se pone muy claramente de manifiesto el
conflicto a que siempre quedan expuestas las mujeres: la inevitable elección
entre obligaciones y aspiraciones y la renuncia que ello conlleva. Así, pronto
acabará dando de lado su incipiente carrera literaria y los sueños que guarda
en secreto (también los románticos) para centrarse en el negocio y cuidar de
sus hermanas, a costa del propio sacrificio personal.
Tras
ella, Lucy aparece como un personaje más enérgico y convencido de la necesidad
de encarar sin miedo el propio destino. Una mujer práctica que sirve de
contrapunto a la sobriedad de Gertrude.
Phyllis,
la hermana pequeña, se muestra como una joven coqueta y caprichosa, ávida de
bailes, eventos artísticos o compromisos sociales, en completa rebeldía con la
moralidad de la época.
Finalmente
Fanny, la mayor de todas, es quien se ocupa del cuidado de la casa y representa
el ideal femenino de "ángel del hogar" propio del S.XIX.
La
autora da así voz a cuatro tipos diferentes de mujer con aspiraciones y
sensibilidades distintas, incluso, en ocasiones, opuestas, para mostrar el
conflicto entre viejos y nuevos valores y el camino que, poco a poco, va
abriéndose ante ellas.
Resulta
imposible con tal argumento no recordar a las "Mujercitas" de Louisa
May Alcott. El paralelismo entre ambas es evidente pero el relato de Levy es
mucho más arriesgado, sus personajes son más decididos y valientes y no hay
rastro en sus reflexiones ni comportamientos del tono moralizante que salpica
la novela de Alcott. Un texto, en ese sentido, el de Amy Levy, más
inconformista, más cosmopolita y, para el momento, mucho más novedoso.
Una
novela, quizá no transgresora en exceso, pero sí moderna por lo que tiene de
rebelión contra lo impuesto y lo previsible, por el cuestionamiento de la
sociedad de la época que plantea y por el esbozo que realiza de esas nuevas
mujeres (las luego llamadas New Women)
que comenzaban ya, en aquellos años finales del siglo, a abandonar el hogar
para acceder a universidades, negocios y espacios públicos que, hasta entonces
y solo por su condición, les habían sido vedados.
Historia amable y elegante, de prosa sencilla y cercana, articulada en torno a unos personajes psicológicamente muy bien armados con los que resulta fácil empatizar y cuya trama se ve teñida por un costumbrismo suave y delicado.
Que reseña tan atractiva y amable Marta. Según la leía me estaba imaginando los personajes con esas personalidades que imagino le han permitido retratar y poner de relieve los conflictos a los que la mujer debía enfrentarse en esa época.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Muchas gracias, Norte. Es una novela muy agradable de leer y que recrea muy bien la sociedad de la época.
EliminarVaya, la estuve buscando y no es fácil ¿tu la compraste en Chaman?
ResponderEliminarNo he leído nada de ella y tu reseña incita a hacerlo.
Su vida entra casi en la de los escritores malditos. Podrías recomendar donde conseguirla, aparte de esa que te mencione esta fnac.
Buenísima como siempre y acertada. Y sabes, también se espera un relato tuyo... Que son adictivos.
Un abrazo y feliz finde Marta .
Hola, Luz. Pues yo compré el libro en Navidad, me lo encargaron en una librería y sí que tardaron un poquito en recibirlo. Acabo de ver ahora que está disponible en la página web de la Casa del Libro, si quieres dar un vistazo. Es una historia muy agradable de leer, me alegro mucho de que te haya interesado y mil gracias también por lo que dices sobre los relatos, pronto pondré alguno nuevo. Besos y buen finde.
EliminarHola Marta,
ResponderEliminarDesde luego, las depresiones y el suicidio entre escritoras es un tema del que algún día deberíamos abrir un debate, junto con otro también muy de la época, escritoras y anonimato.
Me ha encantando tu reseña y muy apetecible el libro que me lo apunto en mi lista de candidatos.
Un abrazo
Sí que es un tema para tratar, sí. Hay una frase, no recuerdo ahora de quién que dice: "Anónimo es nombre de mujer"... Ese final de S.XIX es muy interesante en ese sentido porque es cuando muchas de esas escritoras empezaron a alzar la voz. Muchísimas gracias, Matilde. Me alegro un montón de que te haya interesado la reseña.
EliminarNo hace mucho que leí otra reseña de esta novela y es cierto que recuerda a Mujercitas, y también me recordó a Las hermanas Bunner de Edith Wharton.
ResponderEliminarDesde luego que es una autora desconocida. Tomo nota.
Un beso.
Otra de esas autoras olvidadas que merece la pena recuperar. Es una historia amable pero la crítica que de fondo es evidente. Muchas gracias, Rosa.
EliminarHola Marta, la tengo pendiente para leer en el reto de Inquilinas y Serendipia. No voy a leer tu reseña hasta que yo haya leido, para no influenciarme, o tener demasiadas espectativas. A ver si coincidimos en la opinión. Nos leemos Besos.
ResponderEliminarMuy bien. Estaré pendiente de leerte.
EliminarHola, Marta.
ResponderEliminarEl suicidio de las escritoras en una determinada época desde luego daría para un ensayo sobre las motivaciones o la causa de estas repetidas acciones. La reseña también me ha recordado un poco a Mujercitas pero esta novela parece más gamberra dentro de lo gamberro que se podía ser en aquella época ;)
Besos y buen final de semana.
Más que gamberra, que mucho no podían serlo en la época, es verdad, es una historia mucho menos idealizada y con más carga crítica como trasfondo. Muchas gracias, Miguel.
EliminarHola, Marta.
ResponderEliminarSiempre nos traes tesoros escondidos. Me han entrado unas inmensas ganas de leerlo, me lo apunto. Me encantan estas obras transgresoras de otra época, me parece que desprenden realidad y fuerza. Una auténtica maravilla.
Un beso, y feliz día.
Hola, Irene. Es una historia preciosa y una pena que sea tan desconocida. Me gusta mucho rescatar este tipo de historias, sí. Muchísimas gracias.
EliminarMe encantó esta novela. Primero porque me descubrió un poquito más a las New Women victorianas y después porque sus protagonistas me encantaron, qué personajes con tanta fuerza. Coincido contigo, creo que esta novela es mucho más valiente que "Mujercitas" porque sus protagonistas sí que son independientes y fuertes, en cambio Louisa May Alcott al final pasa por el aro y las convierte a todas en esposas sumisas sin nada propio. Besos.
ResponderEliminarEs inevitable la comparación con "Mujercitas" pero es cierto que esta va un paso más allá. Es una novela muy agradable de leer, a mí me ha encantado. Un beso, Mónica y muchísimas gracias.
Eliminar¡Hola, Marta! Todo un descubrimiento, tanto la autora como la novela. Afortunadamente, de un tiempo a esta parte son muchas las escritoras de la época victoriana que están saliendo del anonimato y del olvido. Tanto en el género fantástico como en el realismo como en este caso. Es curioso, por lo que comentas en nada desmerece a Mujercitas, pero en este caso se le negó la fama. Y ello pese a la valoración de Oscar Wilde.
ResponderEliminarUna excelente y emocionante reseña. Un abrazo!!
Poco a poco van saliendo a la luz y realmente son historias que valen muchísimo la pena. A mí es un tipo de literatura y una época que me encanta. Mil gracias, David. Me alegro un montón de que te haya gustado.
EliminarMe ha recordado a "Mujercitas". Impresionante reseña. Una lástima que se suicidara tan joven esta gran maga del arte.
ResponderEliminarMuchas gracias, RR. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarCuriosamente, mientras leía el inicio de esta reseña, pensé en Mujercitas, je,je. Pero ya dejas claro que, aun teniendo aspectos comunes, en este caso sus personajes son más "rompedores". Siempre me han gustado las novelas críticas con el conservadurismo inglés de esa época y, en general, que contenga una critica social en lo referente a la discriminación sexual. Una obra, sin duda, muy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para la época sí que es una historia valiente. Muy crítica pese al tono amable. Muchas gracias, Josep. Me alegra que te haya resultado interesante.
Eliminar¡Hola, Marta! Hace tanto que no te visito que hasta creí que no te seguía, pero sí.
ResponderEliminarEste post me trae una novedad y lo agradezco, porque me gusta cuando la historia es sobre mujeres rompiendo lo preestablecido y normalizado. Gracias por la reseña.
Espero leernos más seguido. ¡Un beso!
Muchas gracias, Tamara. Me alegra que la reseña te haya interesado y muy contenta de tenerte por aquí.
EliminarEs una reseña preciosa. Sí, en los primeros párrafos justo pensaba en Mujercitas. Muchas gracias Marta, que yo no la conocía.
ResponderEliminar¡Cómo harás para recuperar cosas tan olvidadas! Es uno de tus talentos.
Saludos y abrazos Marta!
Mil gracias a ti, Maty. Un beso.
EliminarParece muy interesante, me lo apunto. Excelente reseña.
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
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