¿Es
que no tuviste bastante?, ¿por qué me torturas así?. Me obligas... Y no quiero
pero tú me obligas. Siempre. Una y otra y otra vez. Mira en lo que me has
convertido...
Una
mujer de mejillas flácidas, ojos hundidos y tez demacrada ─destinataria única, una vez más, de aquel monólogo interminable─ tiembla en silencio, acurrucada en
el más triste rincón de una habitación, como ella, sombría y devastada.
Microrrelato para el concurso
"Relatos en Cadena" del programa La Ventana de la Cadena Ser.
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