lunes, 21 de octubre de 2024

Precioso veneno. Mary Webb ─ Reseña

 

 

...El camino tortuoso del precioso veneno que se alimenta de la sangre de la vida


«Genio olvidado de las letras británicas», definió el primer ministro Stanley Baldwin a Mary Webb (1881-1927) tras su muerte, llamando con ello la atención de un mundo editorial que comenzó entonces a interesarse por su obra para hacerla alcanzar póstumamente el éxito (llegó a ser comparada con Thomas Hardy o Emily Brontë) que nunca tuvo en vida.

Poeta y novelista, descendiente por parte de madre de Walter Scott, el universo literario de Mary Webb aparece indisolublemente ligado al mundo rural de la Inglaterra de principios de siglo, en particular al condado de Shropshire donde nació y donde ambienta todas sus historias.  

Publicada en 1924, Precioso veneno se adentra en la intimidad de una familia, dueña de una granja en un pequeño pueblo cercano al bosque de Sarn. Prue, la protagonista y voz narradora de una historia que ella cuenta años después de haber sucedido, asoma al lector a su vida de entonces. Son los años de las guerras napoleónicas y ella comienza a dejar atrás la niñez para convertirse en una joven inteligente y generosa, ansiosa por estudiar y conocer el mundo, pero acomplejada siempre por un defecto de nacimiento (labio leporino) que parece condicionar su existencia. Tras la muerte del padre, Gideon, el hermano mayor, asume la dirección de la granja y empieza a obsesionarse por alcanzar una riqueza y un estatus social que a partir de entonces será su único objetivo. Ese precioso veneno a que alude el título en homenaje a los versos de John Milton y que demasiadas veces sirve de excusa para justificar lo injustificable.

Prue y Gideon aparecen de ese modo como personajes contrapuestos. Mundo material frente al espiritual donde Prue, pese a acatar en todo momento las órdenes del hermano, se refugia y halla consuelo. La naturaleza, el cuidado de la madre en su vejez, el estudio, la relación con los vecinos... es aquello donde ella encuentra serenidad y es a través de las reflexiones que plasma en su diario como nos sumerge en un ambiente no tan idílico como a primera vista pudiera parecer, muestra sus anhelos, sus frustraciones, su amor secreto por el forastero que un día llega al pueblo y le revoluciona el corazón.

Así, con una galería de personajes muy bien construida (fundamentales los secundarios que dan vida al pueblo y resultan básicos para el desarrollo del relato), entre la ternura y la crueldad, el conocimiento y la superstición, Webb arma una historia elegante y conmovedora, costumbrista y romántica, llena de contraluces, muy ágil de lectura, honda y evocadora. Una historia que toca temas como la búsqueda de la felicidad y la verdad personal, la lucha contra la adversidad o la oscuridad latente en aquello que se nos presenta como hermoso o deseable. Belleza y dolor entrelazados en una trama envolvente y maravillosa.

3 comentarios:

  1. ¿Verdad que es una novela preciosa? Curiosamente vengo de El blog de Juan Carlos de leer su reseña sobre esta misma novela. A mí me encantó y me sorprendió muy gratamente porque no tenía ni idea de la autora.
    Un beso.

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    1. Sí, a mí me ha gustado muchísimo también. Honda y muy agradable de leer. Esta editorial nunca defrauda, la verdad. Un beso y gracias, Rosa, porque creo que la primera reseña que leí sobre ella fue la tuya.

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  2. La verdad es que he visto últimamente bastantes reseñas del libro y supongo que son influencias de unos a otros. Tu reseña es espectacular, sutil y brillantemente breve para poder apreciar una historia que merecía la pena conocer y leer. Me encantó el cierre realizado: "Belleza y dolor entrelazados en una trama envolvente y maravillosa". Buen comienzo de semana, Marta.

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