Todos somos charlatanes. Nos parecemos muy poco a lo que fingimos ser.
Ante la imposibilidad de lograr un embarazo y tras haberlo intentado de todos los modos posibles, un matrimonio neoyorkino viaja a Europa para adoptar un niño. Un país del Este, gélido y gris, indeterminado, al que acuden, pese a los condicionamientos que impone la enfermedad que sufre la mujer, para recoger a su bebé. La llegada a una estación abandonada, la sensación de pérdida y desamparo en esa primera noche de los protagonistas en una ciudad extraña, las dificultades para localizar el hotel en medio de la ventisca, marcan ya desde el inicio el tono de una novela hipnótica, articulada en torno a dos personajes sin nombre a quienes la voz narrativa se refiere siempre como el hombre y la mujer. Una pareja feliz en otro tiempo, distanciada ahora, sumida en una crisis que no sabe solventar.
Los
silencios, el miedo, el dolor, el viaje interior a que el proceso de adopción
conduce al matrimonio (cada vez más ajeno el uno al otro), es el tema de fondo
de una historia que alterna el relato de ese mundo propio de los protagonistas
con la peripecia de lo que sucede en torno a ellos: los enredos en que se ven
envueltos tanto en el hotel que los acoge como en el orfanato donde han de
cumplimentar los trámites de adopción, la relación con los huéspedes del hotel,
secundarios extremadamente peculiares (estos sí con nombre propio) que por
momentos conducen la narración a situaciones de lo más estrambótico, próximas
al realismo mágico, o las dificultades administrativas que surgen a cada paso y
tensan el clima del relato.
El
autor sitúa así a sus personajes al borde de un abismo emocional, desorientados,
inmersos en un ambiente inhóspito, opresivo, decadente. Los perfila con una
enorme carga de tristeza y soledad, de heridas y reproches callados, para
hacerles luego aferrarse a un hilo de
esperanza que ambos intuyen insuficiente y frágil.
Una
historia de amor diferente, incierta, dura y delicada a un tiempo, muy medida
en su estructura y sobria en el tono, para una novela que parte de la crítica
ha definido como la mejor de Peter Cameron hasta la fecha.
Me encanta Peter Cameron. He leído cuatro novelas suyas y las cuatro me han gustado mucho, aunque mi preferida es Un fin de semana. Ya tengo esta comprada y espero leerla en breve. Una magnífica reseña que, además es la primera que leo del libro.
ResponderEliminarUn beso.
Un beso, Rosa. Muchas gracias. Seguro que te gusta.
EliminarHola Marta, gracias por tu reseña. Estoy atrasadísima en lecturas, la verdad es que tengo un montón de libros pendientes pero lo agrego a la lista para cuando tenga tiempito. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti, Ana. Yo también tengo una lista de pendientes que va creciendo pero ya les irá llegando el momento. Un beso.
EliminarDe Peter Cameron solo he leído "Algún día este dolor te será útil" y aunque me gustó, me di cuenta de que no me cautivaba el estilo del autor. Es cierto que tiene una voz narrativa muy personal y diferente, pero no es lo mío. Besos.
ResponderEliminarSí que es un autor con una forma de narrar muy personal y en esta novela en concreto sorprende la estructura, cómo va entrando en el detalle de la historia y revelando los sentimientos de los personajes casi como si construyera un rompecabezas. Una historia muy emocional en un tono muy contenido que quizá pueda resultar algo frío. Supongo que es a eso a lo que te refieres. Un beso, Mónica y muchas gracias.
EliminarInteresante tema el que propone esta novela.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirla con todos.
Muchas gracias a ti, José Carlos. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn tema muy candente que perfectamente podría estar desarrollado en Ucrania aunque no se mencione en la novela. Me parece también atractivo ese hilo del que creo que tira el autor sobre las parejas en decadencia que se aferran a un nacimiento para salvar una relación que quizás ya no tenga futuro. Nos regalas una gran reseña y con la medida exacta que es marca ya de la casa.
ResponderEliminarGracias, Marta, por tu estupendo trabajo y por lo mucho que aprendo de autores que no tenía la fortuna de conocer.
Feliz fin de semana.
Un tema para reflexionar, sí, contado además de una manera muy particular. Me alegra que te haya gustado la reseña, Miguel. Un beso y muchas gracias a ti siempre.
Eliminar¡Hola, Marta! Sin duda una lectura que se presenta muy atractiva para conocer a este autor y la narrativa tan personal que comentas. Una novela de sentimientos y emociones en torno a una pareja protagonista siempre es un aprendizaje sobre la construcción de personajes. Estupenda y precisa reseña como nos tienes acostumbrados. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, David. Sí que es una novela interesante. Me alegra que te haya gustado la reseña.
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