Se desvanecían enseguida, apagados como fuegos de artificio, pero antes de
eso, ¡ay!, antes de eso cualquier cosa era posible. Un reguero de deseos
recorría veloz el firmamento, lo alumbraba de esperanza a lomos de una estrella
y un destello fugaz vestía el cielo con su magia. Luego, aquel botín de sueños moría
sin llegar a su destino y la estrella lloraba en secreto su fracaso. No era su
culpa: jamás tuvo el poder que le achacaron. Pero tan extendida estaba su leyenda
que hasta ella misma la creyó. Y un empeño inquebrantable latía cada noche entre su
estela: un afán, un anhelo, un ojalá.
Relato publicado en el nº 3 de la revista de El Tintero de Oro "El club de la microficción" (mayo 2022)
Hola Marta, le has dado a esta leyenda tintes poéticos. Muy bonito. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarHola Marta. Que cuento tan bonito! Le has dado vida a una estrella fugaz empeñada en hacer realidad los deseos de los hombres, que sufre por su incapacidad de hacer realidad lo que no es más que una leyenda. Breve pero muy bueno. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge. Cuánto me alegra que te haya gustado!
EliminarPrecioso relato/leyenda. Muy literario y emotivo.
ResponderEliminarUn beso
Un beso, Rosa. Muchas gracias.
EliminarMuy bello, Marta.
ResponderEliminarCuando era un niño recuerdo la ilusión que me hacia observar una estrella fugaz aunque no se cumplieran los legendarios deseos pedidos al Universo. Hace años que no veo ninguna y no sé si achacarlo al calentamiento global o directamente a mi miopía :)
Un beso y felicitaciones por poner poesía al reto.
A mí también me cuesta mucho verlas últimamente,jeje, pero no hay que perder la ilusión. Muchísimas gracias, Miguel. Me alegra un montón que te haya gustado el micro.
EliminarHola, Marta. Me encantó el tono poético que has utilizado para el relato. Te quedó muy bello.
ResponderEliminarMuy buena decisión utilizar la personificación de la estrella para describir los deseos imposibles y las esperanzas rotas que mueren con ella.
Un saludo.
Mil gracias, Cynthia. Me alegra mucho lo que dices.
EliminarLa proxima vez que salga a ver las estrellas fugaces, me acordare de este relato y pedire varios deseos
ResponderEliminarPues a ver si se cumplen... Muchas gracias, Jose.
Eliminar¡Hola, Marta! Soy Beri. Te felicito por este micro tan poético y evocador que nos reglas. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMil gracias, Beri. Me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarLa verdad Marta, es que todo lo que escribes lo hilas con lírica.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho ese empeño de la estrella fugaz por complacer.
Un abrazo, o dos.
Un beso, Francisco. Muchísimas gracias.
Eliminar¡Qué bonito cuando de los deseos que se piden a las estrellas! Creo que todos lo hemos hecho alguna vez. Como siempre, has hecho un alarde poético con tu magia. Un abrazo.
ResponderEliminardonde dice cuando, es cuento.
EliminarMil gracias, Isan. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarCuántos deseos fugaces. Quizá les dejamos a ellas esa carga porque sabemos que son irrealizables y nos acaban pesando demasiado.
ResponderEliminarQuizá, pero nunca hay que perder la esperanza...
Eliminarque placer es leerte
ResponderEliminarun abrazo desde el otro lado del mar
Un abrazo. Muchísimas gracias.
Eliminar¡Ay digo yo, Marta! ¡Ay qué bonito! Tu lírica impronta en un micro precioso.
ResponderEliminarCanarias suele tener unos cielos muy limpios, más aún en las cumbres, de hecho hay un observatorio (entre otros en el archipiélago) que ha hecho grandes descubrimientos en el Roque de los Muchachos en la isla de La Palma (ahora asolada por el volcán)
Tu micro es esperanzador, no hay que perder la esperanza, ni los anhelos, ni los ojalá.
Nunca hay que perder la esperanza, no. Un beso grande, Isabel. Muchísimas gracias.
EliminarPrecioso, Marta
ResponderEliminarHas concedido a esa estrella una vida y sobre todo una memoria mucho más prolongada de lo que se las presupone. Me ha gustado cómo has envuelto su historia en poesía, para que no se sienta triste por su fugacidad. Muy bonito micro.
Mil gracias, Matilde. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarEs increíble lograr tanto con un micro.
ResponderEliminarUn beso, Maty. Muchas gracias.
EliminarHola , Marta. Precioso micro, poco mas que añadir. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Pedro. Me alegra mucho que te haya gustado.
Eliminar¡Realmente P u r a tu microaportación, debido al lirismo, exquisito y sensible en el que envuelves atmosféricamente a quien te lee! Posees muchas tablas en la escritura y se nota, y humildemente alabo "cum laude" la belleza que compartes. ¡¡¡Bravo Una Y Mil Veces!!!
ResponderEliminar¡Oh! Qué bonito lo que me dices, Juan. Muchísimas, muchísimas gracias.
EliminarHola, Marta. Un micro poético muy bueno, en el que desmitificando una leyenda creas otra alternativa en la que no cambia la protagonista. Maravillosa ventana a un mundo irreal y mágico. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Carles. Muy contenta porque te haya gustado.
EliminarHola, Marta. Que toque tan bonito le has dado a tan conocida leyenda o creencia. Y como ya han mencionado también poético, a veces no hacen falta muchas palabras para llenarla de estrellas como la de tu micro. Saludos ✨🖐🏼
ResponderEliminarMuchísimas gracias, JM. Qué bien que te haya gustado!
EliminarJo, Marta, qué bonito. El relato me ha llegado bien a dentro, puede que porque aún crea de medio refilón en el poder de los deseos, de las estrellitas. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo!
Nunca hay que perder ese rayito de esperanza. Muchísimas gracias, Pepe. Muy contenta por lo que dices.
Eliminar¡Hola, Marta! ¿Quién no le ha pedido un deseo a una estrella fugaz? Un micro precioso y diría que filosófico, a fuerza de desear, a fuerza de creer, el objeto deseado y creído alcanza su propia consciencia. Un precioso relato. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, David. Me alegra un montón que te haya gustado.
EliminarHola, Marta.
ResponderEliminarTu narrativa siempre me deja anonadado, je,je. Aquí has convertido, una vez más, un texto que podía, en otras manos, ser anodino, en algo profundamente bello y poético. Me ha encantado.
Un abrazo.
¡Ay! Mil gracias, Josep. Generosísimo tu comentario.
EliminarHola, Marta. Te ha quedado un relato de lo más sensible y delicado. Fugaz como una lluvia de estrellas; inconsolable como el deseo incumplido.
ResponderEliminarMe ha gustado un montón. Te doy mi enhorabuena.
Un abrazo.
Muchísimas gracias, Bruno. ¡Qué bonito lo que dices!
EliminarUn precioso y melancólico micro. Un placer leerte Marta. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria. Me alegra mucho que te haya gustado.
Eliminar¡Qué bonito! Leyenda urbana en un tono poético que nos alienta a la esperanza, a la ilusión y a los sueños. Me encanta. He de confesarte que si veo una estrella fugaz sigo pidiendo un deseo. Felicidades, Marta! Un abrazo.
ResponderEliminarEs bonito seguir confiando en las estrellas, claro que sí 😉Un beso, Mayte y muchísimas gracias.
Eliminar¡Hola Marta! tu micro es precioso!! La estrella me parece tan tierna!! Es increíble que hayas escrito sobre una estrella con tanta fuerza emocional en tan pocas palabras. Felicidades y un abrazo!!
ResponderEliminarUn beso, Cristina. Muchísimas gracias.
EliminarHermoso relato de las lágrimas de San Lorenzo Marta.
ResponderEliminarFelicidades!
Muchísimas gracias, Norte!
EliminarPobres estrellas fugaces. Menuda responsabilidad. Menos mal que no les presentan reclamaciones.
ResponderEliminarBromas aparte. Te ha quedado muy poético casi personificado una ilusión infantil frustrada por la impotencia de nobtener el poder atribuido.
Saludosd
Menuda responsabilidad las pobres, sí, jeje. Muchísimas gracias Gabiliante. Me alegra mucho que te haya gustado el micro.
EliminarMarta, has entrado totalmente en el terreno de la leyenda, estoy harto de pedir deseo a las estrellas fugaces y no se cumple ni uno.
ResponderEliminarBuen micro de alma poética, un saludo.
Muchas gracias, Ángel. Muy contenta porque te haya gustado.
EliminarPrecioso, Marta, muy poético. Sorprendente y fresco.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Paola.
EliminarPrecioso, Marta. Cuánta ternura, poesía y delicadeza dan vida a esa estrella a la que todos, alguna vez, hemos mirado.
ResponderEliminar¡Felicides!
Mil gracias, M.Pilar. Qué bonito lo que dices!
Eliminar¡Hola, Marta!
ResponderEliminar¡Qué precioso es tu micro! Poesía en su más alta expresión, tomando como protagonista esa leyenda que le atribuye poderes mágicos a esas estrellas que vemos pasar como ráfagas fugaces, dejando esa sensación tan agradable a la vista y al corazón, y que además nos hace sentir privilegiados al poder visionarla, ya que viajan con tal rapidez....
Me has dejado tan emocionada con la lectura como si hubiera visto una de esas estrellas, que aunque se aprecien menos hoy dia, siguen viajando ante nuestros ojos, pero no nos damos cuenta de que ya ni miramos al cielo como antes, cuando salíamos de los hogares a contemplar el cielo nocturno (algo que aun hago a diario), ahora los placeres mundanos y virtuales acaparan casi toda nuestra atención, y de seguro ellas también lamentan el no ser ya ni siquiera fuente de inspiración.
Un gran aplauso a tu maestría para hacer letras que calan y embellecen este espacio virtual. Un abrazo Marta, felices días.
¡Ay, Harolina! Que me has dejado sin palabras con este comentario. Qué precioso lo que dices y qué generoso. No sabes cuánto me alegra que te haya gustado tanto. Un beso grande y muchísimas, muchísimas gracias.
EliminarSabes Marta, creo que la estrella no se entera cuántas veces cumple los deseos de los seres humanos, porque somos desagradecidos. Los pedimos, y cuando se cumplen,(nunca inmediatamente, claro) ya nos hemos olvidado de aquella noche y creemos que todo se debe exclusivamente a nuestro esfuerzo. La estrella no recibe la respuesta que le indique que su trabajo no es en vano. Así, cree que en realidad nunca pudo. Conmovedor tu micro. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Juana. Pues es bonita tu interpretación. Pobre estrella, sí, quizá sea eso, que nadie reconoce su esfuerzo. Un beso y muchísimas gracias.
EliminarLe has puesto un precioso toque de prosa poética al Tintero de David. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias. Me alegra que te haya gustado.
EliminarHola Marta , un relato muy tierno es muy bonito
ResponderEliminarpero quién sabe a lo mejor algún día cumple su sueño
te deseo una feliz tarde , besos de flor.
Ojalá se cumpla, ¿verdad? Un beso, Flor. Muchas gracias.
EliminarHola, Marta. Que preciosidad de leyenda me llevo al leerte. Creo, que si las estrellas te han leído o escuchado cuando lo escribías, habrán sonreído pensando que tienes razón en ese poder que se les atribuyen. Ojalá, se cumplan los mejores deseos a manos de ellas.
ResponderEliminarUna finura muy delicada en tu hacer, siempre un placer cuando te leo.
Abrazos, y buen finde;)
Un beso, Mila. Generosísimo tu comentario. Mil gracias.
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