¿Y las estrellas qué son?
Las estrellas son las miradas de los que se han ido al cielo.
Pionero
y máximo representante del realismo español, Benito Pérez Galdós (1843-1920) ha
llegado también a ser reconocido por buena parte de la crítica como el mejor
novelista en lengua castellana tras Cervantes. Autor tremendamente prolífico
(novelista, dramaturgo, articulista...), su obra continúa vigente cien años
después de su muerte y el humanismo que la recorre continúa emocionando.
"Marianela" es la que cierra el ciclo de las llamadas novelas ideológicas o novelas de tesis y, al parecer, una de las favoritas del autor.
La
historia relata la relación que, en un pequeño pueblo del Norte de España,
surge entre Nela, una joven huérfana, pobre y no muy agraciada físicamente y
Pablo, un muchacho ciego de posición acomodada, a quien ella sirve de
lazarillo, que no tardará en enamorarla y llenar su cabeza de ilusiones e
imposibles.
La
pobreza, la explotación a que se ven sometidos los pobres, la indiferencia de los ricos, su
hipocresía, la miseria moral que revelan sus acciones, la importancia inmensa
de la educación... son los temas de fondo que laten bajo la trama de una
historia que atrapa al lector de inmediato y lo lleva a reflexionar sobre
cuestiones muy innovadoras para esa segunda mitad del S.XIX en que transcurre la
acción y a cuya sociedad el autor coloca frente a un espejo.
Magistral
Galdós en la descripción de ambientes, de caracteres, de paisajes... pero, por
encima de todo, en el modo de adentrarse en el alma de sus personajes y
descubrir su psicología: de mostrar sus tristezas, sueños, ilusiones, su lucha
contra las circunstancias y los prejuicios a que los enfrenta la vida, de
analizar su rebeldía, sus miedos, sus derrotas... Recurre con frecuencia al
monólogo interior como recurso para ello, siempre con un lenguaje sencillo,
repleto de modismos y muletillas que marcan el tono emocional y definen con
claridad la posición de los protagonistas.
Muy
evidente en ocasiones la intención moralizante, la crítica hacia una sociedad y
un tiempo que, en cuestiones de justicia e igualdad social, no dejaba apenas
margen para la esperanza, resulta también clara en la novela.
Personaje,
el de Marianela, entrañable y repleto de ternura y una historia, la suya, que
deja al concluir un amargo poso de melancolía.
Qué terrible historia. La leí hace muchísimos años, pero no he olvidado la sensación que me dejó, ese poso de tristeza que envuelve toda la novela. Y sí es cierto que la moraleja es muy evidente, pero creo que era cosa de la época. Hoy, cualquier novelista que se precie esconde el mensaje y hace menos evidente la moraleja.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, es el estilo de la época y esa finalidad aleccionadora es muy evidente pero la historia es una maravilla. Un beso, Rosa.
Eliminar