La
luz del sol poniente declinaba veloz. El mar estaba en calma y cientos de chispitas
danzaban juguetonas al ritmo de las olas, estrellas diminutas que punteaban la
marea con relámpagos de cristal, espuma y plata. Un caleidoscopio de colores −ocres,
cobaltos, escarlatas, esmeraldas− teñía las aguas y sobre ellas un enredo de
nubes, sombras y brumas cubría poco a poco el azul del cielo. Comenzaba el
viento a virar y había en sus remolinos un presagio de lluvia, una advertencia
de tormenta, casi una amenaza, que quizá aquella misma noche se cumpliera.
"Todas las penas pueden soportarse si se convierten en una historia". Isak Dinesen.
miércoles, 21 de agosto de 2019
martes, 20 de agosto de 2019
Confesiones de un marino
Aparecieron
de la nada. Apenas había amanecido, el mar estaba en calma y el cielo sin
estrellas, cuando desde la cofa del palo mayor, en lo más alto del puesto de
observación, el grito del vigía dio la voz de alerta. Todos los miembros de la
tripulación corrimos entonces a cubierta para contemplar como la espesa cortina
de niebla que a esa hora aún nos envolvía, se transformaba como por ensalmo en
una magnífica y desafiante escuadra naval. Medio centenar de navíos de línea,
de galeones, de corbetas y fragatas, navegaba rumbo norte hacia nosotros, todas
las velas desplegadas, bien pertrechados y listos para el combate.
viernes, 9 de agosto de 2019
La única historia. Julian Barnes - Reseña
Siempre serás un soldado herido que aún puede caminar
¿Preferirías amar
más y sufrir más o amar menos y sufrir menos? Creo que, en definitiva, esa es
la única cuestión, así comienza esta última novela
del británico Julian Barnes, "La única
historia" (Editorial Anagrama), una profunda reflexión toda ella en
torno al amor, al paso del tiempo y su memoria, a la nostalgia.
Al
regresar de la universidad para pasar el verano en casa de sus padres, Paul se
apunta a un club de tenis donde conoce a Susan Macleod, una mujer de cuarenta
y ocho años, casada y con dos hijas
ya mayores.
sábado, 3 de agosto de 2019
Abre la puerta. Alena Collar - Reseña
...Y se endulza el aire y la tarde se aquieta y nieva belleza
Treinta
relatos integran esta nueva antología −"Abre la puerta" (Editorial
Talentura)− con la que Alena Collar nos asoma a la rutina y cotidianeidad de un
grupo de mujeres unidas únicamente por el anonimato y la invisibilidad con que
en apariencia transcurren sus vidas. Mujeres en quienes apenas detenemos un
instante la mirada, que forman parte del paisaje que compone nuestro día a día
(la señora que cruza una calle camino del mercado, la dependienta de un
comercio, la estudiante universitaria...) y que podríamos ser en realidad
cualquiera de nosotras. Es la historia de esas vidas ajenas que atisbamos un
segundo para perder de nuevo y de inmediato entre la multitud lo que cuentan estos
relatos: los miedos, el desamparo, la soledad, los dolores callados, las
apariencias... el vértigo de vivir.
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