«Que
le cooorten la cabeza» sentenció furiosa la avaricia cual perfecta reina
de corazones y, al instante, de su humilde paraíso, un hombre fue expulsado.
Condena de indigencia, desamparo y soledad. Ejecución inmediata.
En un banco del parque llora un anciano su
miedo y su derrota. De su desgracia, ciega como suele, la justicia aparta la
mirada. Un vendaval furioso y destemplado asola cada rincón de la ciudad. «Hagan
juego, señores, hagan juego...», desliza zalamero entre sus ráfagas.
Borrachos de ilusión y de esperanza, aún ignoran los incautos que, siempre en
este juego, al rojo ganador, sin riesgo apuesta
la banca.
https://estanochetecuento.com/tragedias-cotidianas/
Qué maravilloso texto, Marta. Corto, original, hermoso, inteligente y reinvidicativo. Una condensación perfecta de elementos que se me antoja dificilísima. ¡Enhorabuena! :)
ResponderEliminarUn beso.
Jo! Qué bonito todo lo que dices, Julia! Mil gracias. Un beso grande 😘
ResponderEliminarHola Marta, que agradable sorpresa encontrar este rincón tan bonito.
ResponderEliminarun beso
pd. también escribo mis "cosas" en mavienblanco.blogspot.com
por si quieres pasar algún día. besitos
Hola, Mavi. Pues encantada de tenerte por aquí. Me alegro mucho de que te haya gustado y claro que pasaré por tu blog.
EliminarLa avaricia no siempre gana, pero casi siempre, la justicia no siempre es justa, solo algunas veces, pero la banca, esa sí que siempre gana.
ResponderEliminarParodia cruel, sátira o crítica social. Me ha encantado.
Un abrazo.
Siempre gana... Muchas gracias, Josep. Me alegro de que te haya gustado 😉
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