Leer y pensar es malo, Mario, convéncete
Imposible
desligar a Carmen Sotillo de Lola Herrera. Personaje e intérprete se
reencuentran de nuevo en el mítico monólogo de Miguel Delibes cuarenta años
después de su estreno y tras más de quince desde su última representación, en este
nuevo montaje que, según ha reconocido la actriz, pretende ser su despedida de
las tablas.
Adaptado en su momento por el propio Delibes y
bajo dirección también ahora como entonces de Josefina Molina, el texto nos sitúa
frente a la última noche que la protagonista pasa velando el cadáver del marido, muerto de forma repentina, iniciando frente al féretro, al fin con él a solas, una conversación plagada de
reproches que de inmediato descubre las personalidades de ambos y los conflictos
de un matrimonio sólo en apariencia perfecto.
Representa
Carmen Sotillo a la mujer sacrificada que ha ido perdiendo de una en una todas
las ilusiones por el camino, sometida por completo a la presión social y
familiar de aquella España franquista desde la que se narra la historia (marzo
de 1966). Permanentemente enfrentada al idealismo y la rebeldía de Mario, descubrimos
a través de ella, desgranando pensamientos, saltando de un tema a otro,
ajustando cuentas con su tardío desahogo, la vida en una pequeña ciudad de provincias
(asfixiante e hipócrita en demasiadas ocasiones) y todo ese conjunto de
preocupaciones religiosas, políticas y morales que definieron la época.
Latentes
como temas de fondo la soledad, la culpa, el desamor, el sentido o sinsentido de
la vida.
Destacar
por último que, aunque quizás haya perdido la obra parte del carácter reivindicativo
que inicialmente tuvo, el texto mantiene su vigencia como retrato impecable de
una educación, una moral y unos tiempos no tan lejanos.
Elegante
y sobria Lola Herrera, perfecta en su papel y muy acertado el tono irónico
(también presente en la novela) y el doble sentido de muchos momentos que
transforman a Mario en un personaje mucho más sincero y amable que el de la
propia protagonista.
Miguel Delibes es muy grande Marta. Con sus 'Santos inocentes', o este 'Cinco horas con Mario' por citar algunos textos, me parece un escritor inolvidable. Eso, más la excelencia de Lola Herrera, parecen una apuesta más que segura. Saludos.
ResponderEliminarFeliz
Es una obra magnífica. Lola Herrera fantástica y el texto insuperable. Muchas gracias, Miguel.
EliminarQué gran actriz es Lola Herrera, ¡me encanta! Siento leer que se retira de los escenarios :(
ResponderEliminarHace muchísimos años que leí el libro y la verdad es que me impresionó y gustó a partes iguales. Había oido decir que era una pesadez, pero a mí no me lo pareció. Seguro que es un auténtico lujo ver la interpretación teatral de Lola.
Gracias por una estupenda reseña, Marta. He disfrutado leyéndote y recordando :)
Muchas gracias a ti, Julia. Un beso.
EliminarUna obra, sin duda, valiosísima. Aunque no la he visto en el teatro, solo la he leído, intuyo que me quedaría con la lectura. Puede ser una percepción equivocada, desde luego, pero los monólogos de tal magnitud los prefiero leer que escuchar. Es como la poesía, prefiero leerla que oírla recitada. Cosas mías, jeje.
ResponderEliminarY, desde luego, es muy meritorio que Lola Herrera, a sus 83 años, siga al pie del cañón volviendo a interpretar ese papel. Un esfuerzo memorístico sobresaliente.
Un abrazo.
La obra es magnífica y Lola Herrera no puede estar mejor pero el texto realmente es insuperable. Muchas gracias, Josep.
EliminarNo he tenido la suerte de ver la obra de teatro, pero esta novela fue la primera que leí al gran Delibes. Un maestro de la narrativa, un genio que comprendió que el escritor debe esconderse tras los personajes y, así, mostrar lo único que importa al lector: la historia. Cinco horas con Mario, El príncipe destronado, Los santos inocentes, El hereje... Cada novela tiene su narrador y su propia voz. Excelente reseña, Marta. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarCierto. Delibes consigue dar una voz única siempre a cada personaje. Un escritor que no sé si está suficientemente valorado... La obra vale mucho la pena. Él mismo hizo la adaptación y eso también se nota. Un abrazo, David y muchísimas gracias.
EliminarEsta puesta en escena debe haber estado imponente. Sin importar haberme enterado después y desde aquí, me ha encantado.
ResponderEliminarGracias como siempre Martita.
Una representación magnífica y si no has leído la novela también te la recomiendo mucho. Un beso, Maty.
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