Una
advertencia de otoño hay en la luz y un halo de melancolía tiñe de romanticismo
los colores del parque. El momento es perfecto y el muchacho no duda. La mira
con dulzura, toma su cara entre las manos, la besa... Y es aquel un beso
tierno, apasionado, mágico... Un beso de cuento: el de un príncipe a una
princesa. Un auténtico beso de amor. En ese instante ella comprende que está
enamorándose. Y sonríe. Enamorada, sí, pero... no de él. «¡Lástima!, no es este
mi cuento», se dice con cierto remordimiento. Y tras un segundo echa a correr.
Microrrelato
para los Viernes Creativos de https://elbicnaranja.wordpress.com/ en homenaje a Ernesto Ortega y su "Microenciclopedia ilustrada del amor y el desamor".
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