Algo que se ha mirado junto a alguien amado adquiere siempre un significado especial.
Publicada
en 1918, El regreso del soldado es la
primera novela de Rebecca West (1892-1983), pseudónimo de la británica Cecily Fairfield,
con el que alcanzaría un enorme prestigio en todos los ámbitos de su actividad
literaria: novelista, ensayista, corresponsal, historiadora, antropóloga... Una
autora tremendamente polifacética cuya obra se ha llegado a definir como
brillante mezcla de Lilian Hellman, Hannah Arendt e Iris Murdoch.
Considerada una obra maestra, pese a su brevedad y condición de primera novela, West aborda en esta historia el tema de la neurosis de guerra, prestando atención a un problema, el de las gravísimas secuelas mentales que multitud de combatientes sufrieron tras la Primera Guerra Mundial, que apenas había sido tratado hasta entonces.