Porque los seres humanos están destrozados y buscan cosas destrozadas
Primera novela de la periodista rumana Tatiana Tîbuleac, "El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes" es la historia de un desencuentro y una reconciliación, el relato del último verano compartido con su madre que, muchos años después, Aleksy, reconocido pintor inmerso ahora en una profunda crisis creativa, debe afrontar como parte de la terapia impuesta por su psiquiatra.
Aquella mañana en que
la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y
gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás. Yo la
miraba desde la ventana mientras ella esperaba a la puerta de la escuela como
una pordiosera. La habría matado con medio pensamiento.
De
este modo arranca la historia y de este modo, con tal crudeza, comienza Aleksy
a desgranar el recuerdo de aquel verano, ya tan lejano, de su adolescencia; de
un tiempo repleto de rabia y rencor hacia la madre, de vacío y soledad, de
angustia e impotencia ante el futuro.
Poco
a poco, la narración irá desvelando el origen y los motivos de ese odio,
enfrentando a los personajes a la realidad de sus vidas y creando entre ellos un nexo frágil y delicado inexistente hasta
ese momento, aproximándolos.
Narrado
en primera persona, a base de capítulos muy breves entre los que continuamente
se intercalan, para incidir en su importancia, poéticas referencias a los ojos
de la madre −Los ojos de mi madre fea
eran los restos de una madre ajena muy guapa; Los
ojos de mi madre eran mis historias no contadas; Los ojos de mi madre eran
cicatrices en el rostro del verano...− el relato va virando desde la dureza
y el desgarro inicial hacia la comprensión y el perdón, dando vida a una
historia inolvidable, intensa y descarnada por momentos pero también delicada y
muy conmovedora. La historia de un aprendizaje y un viaje vital repleto de
matices y cargado de poesía.
Bellísima
novela, metafórica y magníficamente construida que articula una profunda
reflexión en torno al amor, al dolor y la fragilidad del ser humano.
Reseña
publicada en el nº 6 (noviembre 2020) de la revista "Valencia
Escribe"
Una maravillosa y dura novela, y una reseña igual de buena la que le has hecho. No muy extensa, pero incidiendo en lo fundamental y escrita con una estimulante perfección. Me ha encantado leerla y recordar la historia, aunque no es de las que tengo más olvidadas.
ResponderEliminarUn beso.
Mil gracias, Rosa. Es una historia preciosa. Sí que recuerdo que también tú hiciste reseña en su momento 😉
EliminarMuy llamativo el título de la novela en el que ya se intuye que nos vamos a encontrar con algo diferente. Los capítulos breves son un recurso bastante eficaz para enganchar al lector. Eso, más esas relaciones materno filiales tan tortuosas tienen pinta de gran novela.
ResponderEliminarExcelente reseña, Marta.
Un beso.
Es una novela fantástica, de lo que más me ha gustado últimamente. Impacta mucho la historia y la forma en que está escrita. Muchas gracias, Miguel.
EliminarLas relaciones maternofiliales siempre han sido una luminosa fuente de historias. Una novela de alto contenido emocional la que nos compartes, y a juzgar por tu criterio, desde luego que la autora ha conseguido un estudio de personajes muy bien trabajado. Estupenda reseña, Marta. Un abrazo!!
ResponderEliminarRealmente muy buena. Tiene muchísima calidad y, como le decía a Miguel, es de lo que más me ha gustado últimamente. Si tienes ocasión, vale la pena. Muchas gracias, David.
EliminarPrimera vez que te visito y me aprecio
ResponderEliminarmuy buena e interesante, un gusto visitarte.
Besitos dulces
Siby
Pues muchas gracias, Siby. Me alegra que te haya gustado.
EliminarSí que parece un relato duro en el que, supongo, el arrepentimiento del protagonista acaba aflorando tras muchos años de rechazo hacia una madre posiblemente incomprendida e injustamente repudiada. Un tema como este, tan crudo e intimista, parece que debería ser fruto de un relato autobiográfico, aunque la imaginación de los buenos escritores no tiene límites ni barreras, je,je,
ResponderEliminarUn abrazo.
Una historia intimista, sí y muy bien contada. Vale la pena si tienes ocasión. Muchas gracias, Josep.
EliminarA mí me has convencido con el título, qué preciosidad, pero más bonito es aún lo que cuentas de su argumento. Creo que lo podría disfrutar, al menos, es lo que me parece, por los temas que aborda. Besos
ResponderEliminarEs una gran historia, Marisa. Me alegra que te haya llamado la atención. Un beso.
EliminarEl título es de lo más sugerente,... el argumento hace el resto.
ResponderEliminarBuen fin de semana!
Buen fin de semana, Norte. Muchas gracias.
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