La literatura es
el sentido mágico de la vida
Ana Mª Matute
El bosque aguardaba. Nada rompía su letargo. Verano no dejaba paso a Otoño ni Inverno a Primavera. El tiempo agonizaba, detenido en la espesura. Las estaciones no se sucedían. Ya no trinaban los ruiseñores en sus nidos ni danzaban las ninfas sobre las aguas del río. Las hadas destejían hilo a hilo sus hechizos, lágrimas de luna lloraban las luciérnagas y el sueño intempestivo de los trasgos boicoteaba sus diabluras sin quererlo. «Érase una vez...», murmuraba el viento entre los álamos. Pero los hombres habían olvidado la magia del conjuro y, abandonado y solitario, moría de tristeza el bosque encantado.
No hay nada más apropiado para la propuesto de estos micros presentados por el amigo Pepe con metaliteratura incluida, que la cita de Ana Mª Matute que nos ofreces, Marta, y con la que estoy completamente de acuerdo con ella, y tú la has dotado de la magia de un bosque encantado, poético, bucólico, lírico… y todas las premisas líricas con las que sueles adornar tus relatos.
ResponderEliminarUn abrazo, Marta, no sé si mágico pero desde luego, apretado y sentido.
Un beso, Isabel. Mil gracias. ¡Qué bien tenerte otra vez de vuelta!
EliminarQué preciosidad de relato, Marta. Has tocado todos los elementos de la magia en los bosques y nos has dejado esa sensación de pérdida que destilan tus palabras. Precioso.
ResponderEliminarUn beso.
¡Ay, Rosa! Muchísimas gracias ¡Cuánto me alegra que te haya gustado!
EliminarHermoso relato, muy poético y evocador. Un recordatorio que el orden natural de las cosas no debe romperse o sobreviene el caos y la tristeza. Saludos Marta.
ResponderEliminarUn beso, Ana. Muchísimas gracias.
EliminarNo hay más magia que la que brilla en la mirada de un niño. Qué pena que crezcan y se hagan hombres.
ResponderEliminarAlgún rayito de magia queda siempre...
EliminarHola Marta. Un bosque lleno de magia y encanto con una belleza prosaica que deslumbra. Una cita de Ana Matute muy acertada. Me gustó mucho. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro, Nuria. Muchísimas gracias.
EliminarMuy bonito y quizás triste. Pero hay una clase de belleza en la tristeza.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho como está escrito.
¡Cuántas citas donde escoger!
Muchísimas gracias, Delaflor. Me alegra que te haya gustado.
Eliminar¡Hola, Marta! Qué maravilla. En esta época en la que parece que nos hemos entregado a los cantos de la tecnología, de los algoritmos, de la ciencia y de todos esos cachivaches eléctricos parece que estamos olvidando nuestra propia esencia. Estamos perdiendo la capacidad de soñar, de imaginar, de maravillarnos. Porque eso es lo que nos hace humanos y no meros "soportes andantes de los smartphone". Sin duda que el día en el mundo nadie lea o escriba ficción, será el día en el que empecemos a desaparecer como especie. Me trajiste al recuerdo La historia interminable de Michael Ende. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarExacto, en la literatura y en los cuentos está la magia, en esos "érase una vez" que nos hacen contener el aliento. Mil gracias, David. Me alegra muchísimo que te haya gustado el micro.
Eliminar¡Qué bonito, Marta!
ResponderEliminarTe has lúcido usando de manera muy inteligente las frases cortas y la belleza de las palabras que honran de verdad a Ana María Matute. Los bosques alguna vez retomarán su prevalencia sobre los hombres y la Naturaleza ocupará el lugar que le corresponde.
Abrazos y feliz domingo.
Un beso, Miguel. ¡Cuánto me alegra lo que dices! Ana María Matute es una de mis escritoras favoritas y pretendía imitar un poquito el tono de sus cuentos (menudo atrevimiento, ¿verdad?).
EliminarMaravillosa definición de la literatura que has plasmado en tu micro, de forma bella, elegante y perfecta. No queda otra que reconocer que Ana M. Matute tenía razón. ¡Felicidades, Marta! Un abrazo.
ResponderEliminarUn beso, Mayte. Muchísimas gracias.
EliminarHola Marta que penita de ver el bosque encantado tan abandonado. Que buen relato. Gracias.
ResponderEliminarMil gracias a ti, Ainhoa.
EliminarCierto, no leemos. Yo mismo he caido en el embrujo, he comprado algunos libros en papel.... y los abandone... y me digo.... "si es que tengo una cola tremenda de titulos por acabar" y alli siguen muriendo cruelmente los libros.
ResponderEliminarYo también tengo una lista muy larga, pero poco a poco...
EliminarMuy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias, Guille.
EliminarHola, Marta. Evocador, poético y maravilloso. Qué bien creas la atmósfera de esa época atemporal en la que todo tenía una explicación más sencilla y la superstición nos gobernaba, trasladándonos a un mundo mágico de fantasía que nos encandila y embruja desde la primera hasta la última palabra. Muy buen micro, no tengo ni idea si el relato se asimila al estilo de Matute, pero para mí no le hace falta a tu estilo ningún madrinazgo en este micro.
ResponderEliminarMuy buen relato, me ha gustado, un abrazo.
¡Ay! ¡Qué bonito lo que me dices, Carles! Mil gracias.
EliminarHola Marta , que relato más bonito.
ResponderEliminarMientras haya niños y grandes a los que les guste la lectura
el bosque encanto no morirá , besos de flor.
quise poner encantado , besos de flor.
EliminarExactamente. Muchas gracias, Flor.
EliminarHola Marta. En pocas líneas nos metes en el ambiente de ese bosque profundo y encantado, de los que cada vez van quedando menos, en un relato que denuncia la pérdida de nuestra propia esencia y de la comunión con la naturaleza, que por desgracia cada vez más solo se aprecia por su valor monetario. Que bien viene este cuento para este verano negro de incendios y destrucción que hemos pasado. Un abrazo y enhorabuena por ese nuevo rol de administradora.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Jorge. ¡Qué bonito lo que dices sobre el micro! El papel de administradora da un poquito de vértigo, la verdad, pero a ver si sale todo bien.
EliminarPrecioso, Marta... Hay un poso de melancolía en tu texto, en el que puedo comprobar que sigues escribiendo, si no igual, mejor que cuando coincidíamos en Relatos Compulsivos.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha fuerza.
¡Ay, Chelo! Muchísimas gracias. Generosísima conmigo siempre.
EliminarBueno, el bosque esperaba, y se acabó su espera, porque un nuevo y flamante equipo ha llegado para relanzar, con ña ilusión de todos los que participamos con un montón de eraseunaveces, que harán resonar de nuevo el bosque.
ResponderEliminarEnhorabuena, por el texto y por el puesto
Pues sí, a ver si ese "érase una vez" resuena con fuerza. Muchísimas gracias, Gabiliante.
EliminarHola, Marta. Me has recordado a los cuentos ilustrados que leía de pequeño, donde los trasgos campaban a sus anchas por bosques como el tuyo. Evocador.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues misión cumplida, entonces. Muchas gracias, Pedro.
EliminarCones "érase una vez...has hecho un post a la naturaleza muy bueno. Un gusto leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Mil gracias, Albada.
EliminarLa lectura de tu micro me ha traído recuerdos de la película "la historia interminable" El final de la magia en una era tan tecnológica. Una autentica y penosa realidad.
ResponderEliminarmenos mal que siempre nos quedarán los libros.
Un abrazo y enhorabuena por esa parte de administradora que te ha tocado.
Muchas gracias, Francisco. Es muy ilusionante participar como administradora en esta nueva temporada del Tintero, a ver si todo sale bien. Y gracias también por lo que comentas sobre el micro, me alegra que te haya gustado.
EliminarHola, Marta!
ResponderEliminarLa magia podrá hacerse vieja pero vivirá mientras haya alguien que sueñe con ella. Es cierto que a veces parece que la sociedad se está olvidando de sus quehaceres como seres humanos, que la dejadez y el ímpetu de estar en todas partes al mismo tiempo ha comenzado a secar nuestras cabezas, por eso es bueno recordar de vez en cuando lo que somos y de lo que somos capaces.
Por otro lado, qué preciosidad de micro. Me has dejado embelesado a pesar de la parte trágica de la historia. Está muy bien llevado y consigue atraparte hasta ese final donde todo cobra un sentido asombroso.
Felicidades, compañera, un abrazo y que siga la magia!
¡Qué siga la magia! Mil gracias, Pepe. Generosísimo tu comentario.
EliminarHola, Marta
ResponderEliminarPor favor, que no se acabe la magia. La del bosque, ni la de esa pluma tuya que tan bien nos ha hecho conectar con él. Es uno de esos lugares donde nos encontramos con nosotros mismos y tú lo has sabido invocar con maestría.
Me ha encantado, Marta.
Mil gracias, Matilde. Me alegra muchísimo que te haya gustado. Un beso.
EliminarHola, Maite:
ResponderEliminarEl encanto de ese bosque se mantiene vivo con la magia de semillas como tu relato.
Un abrazo, compañera.
Muchas gracias, Nino. Me alegra que te haya gustado.
Eliminar¡Qué bello micro!, me ha encantado la poesía con la que has descripto al bosque y a sus habitantes en su declive.
ResponderEliminar¡Cuánto me alegro, Cynthia! Muchísimas gracias.
EliminarVerdad es que la humanidad en general va perdiendo el conjuro para la magia de la vida, pero asimismo es verdad que mientras haya seres con tu sensibilidad y tu escritura, se mantendrá la magia de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo (misteriosamente parece que google me ha devuelto la identidad
Un beso, Juana. Muchísimas gracias.
EliminarHas hecho honor a la cita que has elegido con un micro precioso. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mil gracias, Chema. Me alegra que te haya gustado.
EliminarMás que un microrrelato a la vista es una frase distópica. Saludos desde Colombia.
ResponderEliminarUn saludo, Guillermo. Muchas gracias.
EliminarHola Marta.
ResponderEliminarFelicidades por tan tierno y mágico microrrelato. ¿Qué sería de las buenas historias si no pudiésemos recurrir a la magia de las palabras para contarlas? La cita de Ana María Matute no podía ser más acertada.
Un abrazo.
Muchas gracias, Estrella. La literatura nos salva siempre de tantas cosas...
EliminarPrecioso, Marta. Tanto el mensaje de fondo como tu forma de contarlo para trasmitir esa magia en la lectura. Me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues cuánto me alegra lo que dices, Carmen. Muchísimas gracias.
ResponderEliminarHermoso micro Marta, me encanta, toda esa magia poética encerrada en el texto, es el estilo de cuentos que me gusta leer, te felicito con pocas palabras has dicho mucho, un abrazo, PATRICIA F.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Patricia. Qué bien que te haya gustado!
EliminarComo un libro arrinconado, sin mostrar su potencial de magia, es precioso lo que has plasmado, me ha llegado.
ResponderEliminarUn abrazo
Mil gracias. Me alegro mucho.
EliminarHola... sip, es lamentable pero la magia parece abandonar el mundo. La magia real, la que se basa en palabras y conjuros armados cabalisticamente para transmitir historias y conocimientos en la pagina de un libro. Pero amiga, poco a poco, entre todos vamos armando esta magia nueva, esta alquimia de los nuevos tiempos preservada en el mundo digital de nuestro blogs... ¡saludos!
ResponderEliminarUn saludo, Octavio. Muchas gracias y, sí, a ver si entre todos logramos mantener viva esa magia...
EliminarTiene una enorme y triste ternura... Ese bosque susurrando para nadie... Y esa bellísima metáfora de las lágrimas de luna de las luciérnagas....
ResponderEliminarUna preciosidad, muy sensible micro.
Y me parece que, por desgracia, la magia, la imaginación, la lectura... se están perdiendo en estos tiempos.
Ana M. Matute es maravilloso ejemplo con su gran literatura de lo que no debemos perder.
Un beso muy grande, Marta. Me ha encantado volver a leerte.
Un beso, Volarela. Mil gracias. Qué bonito tu comentario y cuánto me alegra que te haya gustado el micro.
EliminarHola, Marta. Este relato me ha parecido una denuncia, un lloro, una queja por una naturaleza desnaturalizada, desquiciada por la mano del hombre contada con la impronta poética que nos tienes acostumbrados. Estipendo relato. Un abrazo.
ResponderEliminarMil gracias, Isan. Muy contenta porque te haya gustado.
EliminarHola Marta un hermoso micro relato basado en una frase genial de Ana María Matute donde la literatura es el germen de la vida así como el bosque que agoniza lo es de la Naturaleza .
ResponderEliminarUn saludo
Puri
Un beso, Puri. Muchas gracias.
EliminarMuy poético, creo que se le pueden dar muchas lecturas a este estupendo relato. Enhorabuena, Marta, un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lola. Me alegra que te haya gustado.
EliminarBellísimo y muy triste es el microrrelato que has escrito, Marta. Especialmente me ha llegado al corazón el final. ¡Cuántos bosques encantados mueren porque dejamos de creer en la magia de las historias! Enhorabuena, un abrazo!!
ResponderEliminarMil gracias, Cristina. Cuánto me alegra lo que dices!
EliminarQue relato tan mágico el tuyo! Pura poesía! Y es que la vida es mejor con un poquito de magia, lo que pasa es que cuando crecemos se nos olvida! Saludos!
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Me alegra que te haya gustado.
EliminarPrecioso, dulce, mágico tu relato, Marta. Me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarUn beso, Mirna. Muchas gracias.
EliminarHola, Marta. El fin de los sueños y la inocencia descrito con la más bella de las escrituras. Un trabajo limpio y perfecto. Felicidades.
ResponderEliminarMil gracias, Bruno. Un beso.
EliminarCuánta poesía nos has dejado en ese bosque encantado. Con ese «Érase una vez...» que espero que nunca olvidemos. Y es que la buena literatura siempre hace magia. Como tu hermoso micro.
ResponderEliminarUn beso.
Un beso, MJ. Muchísimas gracias.
EliminarEs una preciosidad de relato, Marta, con tintes poéticos, me llevas a ese bosque encantado y a; "Érase una vez...", que se va perdiendo de las lecturas. Todo cambia y ojalá la magia de la lectura nunca se pierda del todo. Siempre un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo!
Un beso grande, Mila. Muchísimas gracias.
EliminarHola, Marta. Muy poético tu micro. Me ha recordado, ahora que estamos en otoño, un soplo de aire fresco tan propio en esta estación.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, JM. Me alegra que te haya gustado.
EliminarMe encantaste, creadora de magia. El bosque estático, moribundo, se despliega en tu creación. Y tus palabras vencen a la insensibilidad y el desencanto. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Ay, Beba! ¡Qué bonito lo que dices! Mil gracias.
EliminarMarta, un micro mágico sin dudas, nos insta a descubrir lo ciegos que nos hemos vuelto...
ResponderEliminarEl bosque sigue ahí, con su hermosura, pero si no lo podemos ver y disfrutar, se entristece, y siente que su magia se ha perdido, ya que el ser humano gracias a la escritura es quien mejor describe sus encantos, tal cual lo has hecho tu, inspirada por esa frase. .
Un abrazo
Mil gracias, Harolina. ¡Cuánto me alegra que te haya gustado!
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