Deja unos puntos suspensivos y calla a tiempo su amargura. Siente que la
pierde sin remedio y mucho más allá de la tristeza sabe que debe destrozar su
corazón para salvar el suyo, para salvarla de la angustia y la culpabilidad en
que se consume, del aburrimiento y la rutina. Su mirada un día le hizo
especial y eso será suyo para siempre. Una estrella fugaz iluminando por un
segundo la noche. La dejará ir sin mostrarle el desgarro de su corazón, el
desamparo, la derrota, su infinito desconsuelo, pero junto a ella irá siempre
su alma y en silencio velará por ella.
Microrrelato para el concurso "Relatos en Cadena" del programa La
Ventana de la Cadena Ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario