Last Christmas I gave
you my heart...
¡Feliz
Navidad!
All I want for
Christmas is you...
¡Felices
fiestas!
Santa Claus is comin´ to town...
"Todas las penas pueden soportarse si se convierten en una historia". Isak Dinesen.
Last Christmas I gave
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¡Feliz
Navidad!
All I want for
Christmas is you...
¡Felices
fiestas!
Santa Claus is comin´ to town...
Lo mejor de estar enferma eran los cuentos del abuelo. Nadia llevaba una semana en cama con fiebre. Una gripe traidora que pescó por desobediente un día de lluvia ─mamá no la dejaba salir de casa esos días y ella se escabulló sin permiso─ la había confinado a la soledad de su habitación. Solo Nina, el robot enfermera a cargo de vigilar su estado, tenía permiso para entrar a verla. Tres veces al día, la androide medía su temperatura, comprobaba las constantes de la niña y enviaba a la madre un informe detallado sobre su evolución. Los hologramas de mamá y papá también la acompañaban de vez en cuando. Flotaban unos minutos en el aire, contaban algo divertido de su día y le soplaban luego un beso con un guiño. No era lo mismo que tenerlos de verdad pero... debía conformarse. Los virus no resultaban peligrosos en los niños, sí en los adultos. Para ellos las consecuencias podían ser fatales y el riesgo de contagio, incluso respecto a los más inofensivos, era inquietante. Nadia lo sabía y aceptó sin rechistar las consecuencias de su pequeña travesura. Fue un impulso irresistible. La calle parecía un espejo de cristal entre los charcos, el aire olía a tierra mojada, el cielo coloreado de azul oscuro... Era tan rara la lluvia en los últimos tiempos que la niña no lo pensó dos veces. Salió corriendo, desabrigada y sin paraguas, se caló hasta la médula de los huesos y esa misma noche comenzó el concierto de estornudos. Nina detectó el virus de inmediato, dio la señal de alarma y una semana después allí seguía Nadia: aislada en su cuarto, enfurruñada con esa humanoide mandona y antipática que tenía por guardiana. Aunque, bueno, para ser justa también algo había salido ganando y no era cuestión de quejarse. Durante todo aquel montón de días se había librado de las clases de Bob, el androide profesor que tenía asignado. Nadia era una niña lista pero odiaba estudiar. Física, matemáticas, programación... la aburrían soberanamente. Ella se ensimismaba con la historia de los tiempos antiguos, le encantaba dibujar y a la menor oportunidad dejaba volar su imaginación. Pero sus test cerebrales habían revelado una enorme capacidad para las ciencias y todo su programa educativo giraba en torno a ello. Cada persona recibía los conocimientos más adecuados a su inteligencia, individualizados y adaptados a su ritmo de aprendizaje. Y esa era la misión de Bob: transmitir a la niña todos los saberes necesarios para convertirla en la mejor científica posible.
Es una ilusión, esta de que existo realmente
Publicada en 1968 y referente de la ciencia ficción, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? pasó sin embargo muy desapercibida en su momento y solo alcanzó reconocimiento tras la adaptación cinematográfica (muy libre respecto a la historia original) que bajo el título de Blade Runner realizó Ridley Scott.
Los recuerdos se esfuman, se desgastan a fuerza de repetirlos
Judía de origen polaco, la vida de Hélène Waysbord se derrumbó en el otoño de 1942 cuando con apenas seis años de edad se vio separada de sus padres, deportados a los campos de concentración mientras ella era enviada a un pequeño pueblo de la campiña francesa. Hélène quedó de ese modo a salvo de los horrores del nazismo pero la ausencia de raíces fue el precio que habría de pagar el resto de su vida.
Cuando le conocí, Cosme era un ser afortunado. El hombre con más suerte del mundo, solía decir. Papá de dos niños a los que adoraba, enamorado como nunca de su mujer, dueño de una casa con chucho y jardín. De anuncio, vaya. Así era su vida. Días apacibles, rutinarios, empalagosos hasta el hartazgo. Más feliz que una perdiz. Siempre. ¿Podéis creerlo? En fin. Aquello era algo insoportable y yo no logré resistirlo. Tampoco puse mucho empeño, debo admitir. Y quizá fuera un pelín impulsiva, no digo que no, pero....
Nada es imposible
Casas encantadas, videntes, fantasmas, vampiros... desfilan por esta colección de relatos ─Reinas del Abismo─ con que Impedimenta recupera la obra de una serie de autoras muy populares en su momento aunque muy desconocidas ya en la actualidad. Durante los últimos años del S.XIX y primeros del XX triunfaba en Europa una corriente de literatura fantástica y de terror de la que todas fueron exponente y de la que lograron hacer su modo de vida. Convencidas de su valía, muy pocas ocultaron su nombre bajo pseudónimo masculino y muchos de sus relatos fueron publicados en alguna de las revistas dedicadas al género (las llamadas revistas pulp). Fueron, en ese sentido, mujeres adelantadas a su tiempo que consideraron la escritura un modo de hacer dinero, recurso adecuado para el sostenimiento familiar, en lugar de un mero entretenimiento de carácter privado, al estilo de las victorianas.
Toda la ciudad murmuraba
Publicada en 1956, Peyton Place se convirtió inmediatamente en un gran éxito de ventas. Durante más de un año permaneció en la lista de libros más vendidos del New York Times y dio a su autora, Grace Metalious (1924-1964), una popularidad muy controvertida, al abordar temas en exceso polémicos para la época.
Ambientada en una pequeña ciudad (ficticia) de Nueva Inglaterra, es esta una historia coral, articulada en torno a tres personajes femeninos, Constance, Allison y Serena, donde el protagonista no obstante es el propio pueblo y el conjunto de sus habitantes: su cotidianidad, sus envidias y murmuraciones, sus rutinas y el tejido invisible que enlaza pasado y presente a lo largo del tiempo.
Ser hombre es
ser responsable. Es sentirse avergonzado frente a una miseria que no parecía
depender de uno.
Antoine de Saint Exúpery
Crees conocer mi historia. Me juzgas. Sé que me desprecias pero... piensa un poco: ¿qué sabes de mí? Mi oficio es viejo como el mundo, recalca el tópico una y mil veces repetido, e inmenso y viejo como el mundo es también mi desamparo.
...Solos en un mundo que no les pertenece
Publicada en 1910, "El último verano" fue una novela tremendamente exitosa desde su primera aparición. Pese a ello ─cuenta Cecilia Dreymüller en el prólogo que antecede a esta edición (Duomo Ediciones)─, la autora, Ricarda Huch (1864-1947) renegó siempre de ella por considerarla producto de un capricho, una historia nacida de una apuesta sobre su capacidad para escribir una novela policiaca.
La literatura es
el sentido mágico de la vida
Ana Mª Matute
El bosque aguardaba. Nada rompía su letargo. Verano no dejaba paso a Otoño ni Inverno a Primavera. El tiempo agonizaba, detenido en la espesura. Las estaciones no se sucedían. Ya no trinaban los ruiseñores en sus nidos ni danzaban las ninfas sobre las aguas del río. Las hadas destejían hilo a hilo sus hechizos, lágrimas de luna lloraban las luciérnagas y el sueño intempestivo de los trasgos boicoteaba sus diabluras sin quererlo. «Érase una vez...», murmuraba el viento entre los álamos. Pero los hombres habían olvidado la magia del conjuro y, abandonado y solitario, moría de tristeza el bosque encantado.
Esas cosas solo pasaban en los libros
Clásico de la literatura británica detectivesca, Edmund Crispin ─pseudónimo de Bruce Montgomery (1921-1978)─ escribió durante los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo dos colecciones de cuentos y una decena de novelas protagonizadas todas por Gervase Fen, profesor de literatura inglesa en Oxford cuyas enormes dotes deductivas lo convierten frecuentemente en detective aficionado. Un personaje extravagante y alocado que se ve envuelto en las peripecias más disparatadas y acaba resolviendo casos que podrían considerarse, en ocasiones, una parodia de las novelas policiales de la época (Conan Doyle, Agatha Christie...).
Ni yo quiero a nadie, ni ninguna persona me quiere a mi.
Clásico de la literatura juvenil, "El jardín secreto" es junto a "El pequeño Lord" una de las obras más populares de su autora, Frances Hodgson Burnett (1849-1924). Una historia inicialmente publicada por entregas, íntegra a partir de 1911, en torno al valor de la amistad y el cuidado de la naturaleza que admite distintos niveles de lectura y no habría de ser catalogada como novela infantil únicamente.
Lo que estoy contando es la historia de la muerte escarlata
Ambientada en el año 2073, setenta años después de que una feroz epidemia arrasara la vida en el planeta, "La peste escarlata" es una novela tremendamente sorprendente por lo que parece tener de premonitoria leída en la actualidad.
James Smith, uno de los pocos supervivientes del desastre, rememora para sus nietos un mundo que ellos no conocieron. Una civilización extinta por una enfermedad que devolvió la Tierra a un estado primitivo, poblado apenas por unas cuatrocientas personas, agrupadas en pequeñas tribus, dedicadas a la caza y la recolección. La cultura, el arte, la ciencia, el saber acumulado durante veinte siglos de Historia... todo se ha perdido y el mundo ha regresado al punto de partida.
Impotentes ellos mismos frente al destino, aún podían deparar a otros un poco de felicidad.
Durante la Revolución Francesa, en los sótanos de una oscura prisión, una joven encuentra por sorpresa a su prometido. Habiéndolo creído muerto en una reyerta, la alegría del reencuentro vence de inmediato el miedo a la ejecución que con el amanecer ambos saben inevitable. Sin pensar en ello, con la complicidad de sus compañeros de infortunio, contraerán matrimonio ese mismo día y se dispondrán a vivir sus últimas horas de felicidad.
Una flecha negra por cada maldad
Aventura, suspense, misterio, emoción... Clásico de la literatura juvenil, La flecha negra es una de las novelas más conocidas de Stevenson junto a La isla del tesoro o El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Ambientada durante la guerra que a mediados del S.XV enfrentó por el trono de Inglaterra a los partidarios de la casa Lancaster con los de la de York (Guerra de las Dos Rosas), la novela relata la peripecia en que se ve envuelto su protagonista, Dick Shelton, cuando portador de un mensaje de su tutor, Sir Daniel Brackley, a efectos de reclutar seguidores para su causa, tropieza en el bosque con un grupo de justicieros, miembros de la llamada Flecha Negra, que le hacen dudar de las intenciones del noble hasta el punto de creerlo implicado en la muerte de su padre. Un conflicto de lealtades se desatará entonces en el alma del muchacho y dará a su vida un giro inesperado.
¡Ay madre! ¡Buena la hice! ¡Si es que no se puede ser tan impulsivo! Pero la puerta estaba abierta, el vigilante brillaba por su ausencia y yo... Me aburría tanto en la jaula que no lo dudé, no fui capaz de resistir la tentación. Solo iba a ser una vueltecita, ¿qué había de malo?. Un paseo rápido, curiosear un poco y de nuevo en casa a la hora de la cena. Tan contento, todo en su sitio y nadie enterado de mi pequeña travesura. Lo que no podía imaginar es que el mundo exterior me fuera a cautivar de esta manera, que fuera tan inmenso y tan divertido. Deslumbrado me tiene. Y, sí, reconozco que la excursión se me ha ido un poquito de las manos. O de las garras, debería decir mejor. Y es que lo estaba pasando tan bien que he perdido completamente la noción del tiempo y el sentido de la orientación. Cosa no tan extraña, por otro lado, si pensamos que hasta ahora mi mundo se había limitado siempre a la desangelada carpa donde actúo, a fieros domadores con pretensión de gladiadores y majorettes de sonrisa postiza y ademanes de corista. Pero ya digo que soy impulsivo y pensar, lo que se dice pensar, no pienso mucho las cosas, la verdad. En fin, que cuando me he querido dar cuenta estaba perdido, hambriento y llorando mi inconsciencia en una acera. Detalle este en particular que me avergüenza terriblemente y del que no sé si mi orgullo herido se repondrá alguna vez pero que, si vamos a ser sinceros, debo reconocer sin paliativos. Para colmo de infortunios cuando, al oír la sirena de ese camión de bomberos detenido ahora frente a mí, he logrado levantar la mirada del suelo lo que he entrevisto a través de dos gruesos lagrimones me ha espantado de tal modo que todas las mechas de mi esponjosísima melena han comenzado a temblar descontroladas. Porque tampoco es que yo sea muy intuitivo y hasta es posible que a estas alturas ya me esté volviendo ─quizás─ una pizca paranoico pero tengo la impresión de que toda esta gente que comienza a rodearme muy buenas intenciones no tiene...
Relato para Zenda #historiasdeanimales
Le gustaba la normalidad. La gente normal nunca caía en el imperdonable pecado de la presunción
Reportero en la Nueva York del periodo de entreguerras, autor de una treintena de novelas y ganador de un Pulitzer, Louis Bromfield (1896-1956) fue un autor tremendamente reconocido en su momento, a quien se llegó a comparar con Scottt Fitgerald, Hemingway o Steinbeck. Preocupado siempre por el Medio Ambiente y con estudios en materia agrícola, dedicó gran parte de su obra a mostrar los efectos de los cambios sociales nacidos de la revolución industrial sobre la Naturaleza y la psicología humana.
El pasado era irrecuperable
Tercer volumen de la trilogía, con "La prima Rosamund" Rebecca West (1892-1983) concluye la saga de los Aubrey. Si las dos primeras novelas ("La familia Aubrey" y "La noche interrumpida") se centraban en la infancia y juventud de la protagonista, esta tercera aborda ya su vida adulta.
Pero el puente sacudía, como si fuese una mota de polvo, todas las huellas que habían dejado en él los caprichos o las necesidades de los hombres y continuaba idéntico e inalterable.
Ubicada a orillas del Drina, la ciudad de Visegrad marca la frontera entre Bosnia y Serbia. En el S.XVI, cuando todo el territorio formaba parte del imperio turco, el visir que gobernaba la ciudad decidió construir en ella un puente que conectara el mundo cristiano con el islámico. Esa es la historia que cuenta esta novela: cuatro siglos de conflictos, de encuentros y desencuentros, articulados en torno a la construcción de un gran puente de piedra sobre el río.
Todos somos charlatanes. Nos parecemos muy poco a lo que fingimos ser.
Ante la imposibilidad de lograr un embarazo y tras haberlo intentado de todos los modos posibles, un matrimonio neoyorkino viaja a Europa para adoptar un niño. Un país del Este, gélido y gris, indeterminado, al que acuden, pese a los condicionamientos que impone la enfermedad que sufre la mujer, para recoger a su bebé. La llegada a una estación abandonada, la sensación de pérdida y desamparo en esa primera noche de los protagonistas en una ciudad extraña, las dificultades para localizar el hotel en medio de la ventisca, marcan ya desde el inicio el tono de una novela hipnótica, articulada en torno a dos personajes sin nombre a quienes la voz narrativa se refiere siempre como el hombre y la mujer. Una pareja feliz en otro tiempo, distanciada ahora, sumida en una crisis que no sabe solventar.
No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir.
Maestro del relato corto y la novela gótica, Edgar Allan Poe (1809-1849) es habitualmente recordado por sus cuentos de terror, un género al que él dotó de una perspectiva psicológica, ausente hasta ese momento en este tipo de historias y de una ambientación onírica capaz de crear una atmósfera muy reconocible y muy particular.
Medianoche. Oscuridad y silencio. Calla el mundo. Comienza mi tiempo. Tras el lúgubre tañido de las campanas, eco extraño y sobrenatural que la quietud de la madrugada quiebra, mis restos al mundo de nuevo regresan. Errante y espectral ─ojos vidriosos, pasos vacilantes, rostro plomizo y ceniciento─, confundido entre la espesa niebla que por doquier en torno a mí se extiende, revelo con cautela mi presencia entre los vivos.
Ustedes consideran al individuo, nosotros pensamos exclusivamente en la familia
Publicada en 1907, año en que Wharton se instaló definitivamente en Francia, "Madame de Treymes" es una novela breve en torno a la capacidad de ciertos convencionalismos sociales para limitar la libertad del individuo y condicionar su felicidad.
Tras la separación de su esposo, el marqués de Malrive, a causa de sus continuas infidelidades y talante despótico, la americana Fanny Frisbee vive ahora sola en París con el hijo de ambos, un niño pequeño que ha quedado a su cargo. Allí se reencuentra un día con un antiguo amor de juventud, John Durham, que pronto le propone matrimonio y logra ilusionarla de nuevo.
Caía la noche y comenzaba a nevar cuando el peregrino divisó Compostela. Detenido frente a ella ─mentón sobre el cayado, melancolía en la mirada─ contempló un instante la ciudad. Los copos pintaban de blanco el paisaje, el viento azotaba los helechos y, a lo lejos, un familiar repique de campanas consolaba su espíritu. La silueta de la catedral, sobrecogedora en su inmensidad y su belleza, le daba la bienvenida.
Hasta cierto
punto respetar la opinión del mundo es prudencia; a partir de ahí es debilidad.
Muy popular en su época, de Maria Edgeworth (1768-1849) se dice que fue una de las autoras favoritas de Jane Austen y una de las mayores impulsoras de la educación infantil y femenina en un tiempo donde las cuestiones pedagógicas carecían de importancia.
Tras la publicación de varias novelas para niños, impregnadas todas por una lección moral y claramente educativa, Edgeworth comenzó a escribir para un público más adulto y el éxito fue inmediato. Así ocurrió con "Belinda", una historia muy polémica en su momento (hasta el punto de que en ediciones posteriores a la inicial de 1801 se modificaron algunos giros argumentales como el relativo al matrimonio interracial de una de las sirvientas o la enfermedad de Lady Delacour) que denunciaba, con una trama ágil e ingeniosa, arraigadas hipocresías sociales y todo un mundo de prejuicios y falsas apariencias.
Una voz nos anuncia que no está todo perdido
Novelista, poeta, traductora, Nina Berbérova (1901-1993) marchó de San Petersburgo ─primero a Berlín, luego Praga, París y finalmente Estados Unidos─ huyendo de la represión intelectual provocada por la Revolución Rusa. Profesora de literatura en Yale y Princeton durante los años cincuenta, la Rusia anterior a la Revolución y el atisbo de esperanza con que inicialmente ilusionó al país fue una constante en sus escritos. También la amargura del exilio, el desgarro y las penurias que provoca en quien lo sufre, la sensación de pérdida o desconcierto.
La
Fundación Pasqual Maragall flamante ganadora del Nobel de Medicina 2032. Otorgado al
conjunto de investigadores del centro a título colectivo, el premio reconoce la
relevancia de sus hallazgos en la lucha contra la enfermedad de Alzhéimer. El desarrollo
de un fármaco capaz de frenar el avance del mal en fases incipientes y revertir
parcialmente sus efectos en estadíos avanzados, abre una puerta a la esperanza que
anticipa el fin de la llamada pandemia del olvido. El envejecimiento de la
población europea junto al notable incremento de la esperanza de vida en esta
parte del mundo ha disparado exponencialmente en los últimos años las cifras de
afectados por la enfermedad. De ahí la enorme importancia del éxito de los
ensayos clínicos realizados, punto de partida ─en palabras del jurado─ de una
cura de valor incalculable que la comunidad científica vislumbra ahora próxima y
factible.
Presidida
por el rey de Suecia, la ceremonia de entrega tendrá lugar en Estocolmo el día
diez de diciembre como es habitual, efeméride de la muerte de Alfred Nobel,
impulsor de los premios que llevan su nombre.
No había poesía en ella. Siempre barriendo y ahorrando y pensando en los quehaceres domésticos
Periodista, poeta, novelista, Winifred Holtby (1898-1935) es una autora poco conocida en España pese a ser un clásico de la literatura europea. Estudiante en Oxford, comprometida con el pacifismo, con la lucha por los derechos de la mujer, con la reivindicación laboral de los trabajadores y la necesidad de reformas, sus escritos ejercieron una gran influencia en la sociedad del momento y, años después de su muerte, la Royal Society of Literature instauró un premio con su nombre.
Cuál era el verdadero hombre y cuál su sombra
Escrita en la década de los cincuenta pero inédita hasta 1963, "Como vana sombra" es la única novela publicada por Jane Hervey (pseudónimo de Naomi Blanche Thoburn McGaw), una autora sobre la que apenas existe información más allá del hecho de haber nacido en Sussex en 1920, haber crecido en el seno de un hogar acomodado y contraído matrimonio en dos ocasiones. Se dice también que la publicación de esta historia la enemistó con su familia por lo que, tal vez, se inspirara en ella en exceso.
Comprendió que los hombres mueren así, por azar, y que solo viven mientras el ciego azar los respeta
«Hammett devolvió el asesinato al tipo de personas que lo cometen por razones, no solo para proporcionar un cadáver. Hizo una y otra vez lo que solo los mejores escritores pueden hacer. Escribió escenas que parecían nunca haber sido escritas antes», dijo de él Raymond Chandler en uno de los ensayos sobre ficción detectivesca publicado primero en la revista "The Atlantic Monthly" e incluido luego en "El simple arte del asesinato".
«Ramón Hernández, detective privado». La placa en la puerta de mi despacho pendía descolgada de uno de sus goznes. Apenas la colocaba en una posición aceptable aquella maldita volvía a derrumbarse así que, harto de intentarlo, claudiqué y renuncié a enderezarla. No era buena carta de presentación, lo reconozco, pero qué gran metáfora de mi situación en ese tiempo. La agencia agonizaba. Mis fantasías novelescas se daban de bruces contra la realidad y mi mueca a lo Humphrey Bogart perdía intensidad a fuerza de no usarla. Solo algún trabajillo de poca monta nos mantenía aún a flote pero las deudas se acumulaban y Roberta, mi leal secretaria, perdía ya la cuenta de los sueldos incobrados.
Cuando alguien sufre como propias tus limitaciones es sencillamente conmovedor
Deslenguada, irreverente, díscola, impulsiva.., así habla de sí misma Lucía, la protagonista de esta historia. Una joven guionista, ciega de nacimiento, empeñada en impedir que esa condición defina su vida. Una mujer que, a golpe de humor, desmonta prejuicios y actitudes condescendientes (siempre bienintencionadas pero hirientes), que se burla de su situación y se sirve del sarcasmo como arma contra el melodrama.
Si sabe que no hay felicidad terrenal, ¿por qué quiere ser obispo o deán?, ¿por qué desea tierras y dinero?
Segunda novela de las llamadas crónicas de Barsetshire, con "Las torres de Barchester" Anthony Trollope (1815-1882) adentra al lector en una pequeña comunidad de la Inglaterra rural victoriana de mediados del S.XIX. La muerte del obispo de Barchester y la expectación que el nombramiento de un sucesor provoca entre los habitantes del condado es el punto de partida de una historia donde el autor disecciona los engranajes y motivaciones de una jerarquía eclesiástica (protestante) ansiosa siempre de poder e influencia, provinciana, hipócrita respecto al modo de enjuiciar ciertos comportamientos, presa de absurdas rencillas y mucho más centrada en sus aspiraciones sociales que en su misión evangélica.
Ante la mirada serena del viejo ardía la tragedia de la soledad
En el Flandes del S.XVI, bajo el imperio de Carlos V, un viejo artista acepta el encargo de pintar una Madonna para el retablo de un altar. La búsqueda de una modelo adecuada para recrear la imagen de la Virgen se convierte entonces en su mayor preocupación, casi en obsesión. Pero el tiempo pasa sin hallarla, el lienzo permanece en blanco y él teme ser incapaz de cumplir el compromiso. Hasta que al fin, un día, en una taberna sucia y desangelada, encuentra casualmente lo que busca. Asomada a la ventana, una muchacha, ausente en apariencia a la fealdad que la rodea, lo cautiva de inmediato. En ella ve a la protagonista de su cuadro y, tras conocer parte de su historia ─niña judía perseguida por su fe, al amparo ahora del tabernero tras haber perdido a su familia─, concierta los encuentros que le permitirán dibujarla.
Doña
Angustias trasteaba en la cocina cuando el inspector Gálvez llamó a su puerta
aquella mañana.
─Pase,
hijo, pase, lo invitó la anciana pasillo arriba.
Con semblante serio y gesto reticente, la observó un instante enfrascada en su labor: un cazo de leche al fuego, un azucarero a medio llenar, un paquete recién abierto de bizcochos.
Eso es lo que este país necesita: ¡más libros!
Primera novela de Christopher Morley (1890-1957) con la que logró un gran éxito editorial en su momento, "La librería ambulante" (Editorial Periférica) es una bellísima historia repleta de ternura, delicadeza y pasión por los libros.
Ambientada en la América rural de principios del S.XX, la trama nos adentra en la vida de Helen McGill, una mujer al borde de los cuarenta, dedicada por completo al cuidado de su granja que, cuando el hermano con el que vive se lanza a la literatura y logra publicar un libro, comienza a sentir el vacío y el peso de la monotonía de sus días. La llegada a la granja de un vendedor de libros ambulante que recorre el país de pueblo en pueblo en un viejo carromato ofreciendo su mercancía, la hará emprender un nuevo rumbo y la llevará a descubrir la posibilidad de otra vida.
«No
llores; por favor, no llores ─suplicaba Whitney Houston entre el ruido del
atasco y el rumor de la lluvia en el cristal─, yo siempre te amaré...»
Los
acordes de la vieja canción la tomaron por sorpresa.
«Por
favor, no llores...»
Un
pedazo de mundo olvidado se abrió de nuevo bajo sus pies y una banderilla de
tristeza astilló su corazón.
«Yo no soy lo que tú necesitas...»
Deseábamos crecer y convertirnos en algo que no fuera una mujer
Segunda entrega de la trilogía de los Aubrey, Rebecca West (1892-1983) continúa en este volumen el relato iniciado con "La familia Aubrey", historia inspirada en la infancia y juventud de la propia autora que recorre los primeros años del S.XX a través de los ojos de su protagonista, Rose, una niña que, ya adulta, relata en primera persona las vicisitudes de un tiempo incierto, nos asoma a la intimidad del hogar donde creció y recrea el Londres de la época en una cuidadísima descripción de ambiente y escenarios.
No entregues nunca tu corazón a un ser salvaje...
Publicada en 1958 y llevada luego al cine (dos años después) por Blake Edwards, resulta imposible desligar a la protagonista de esta historia, Holly Golihgtly, de la imagen de Audrey Hepburn con que arranca la película: gafas oscuras, collar de perlas, guantes largos, vestido de Givenchy... parada un instante frente al escaparate de Tiffany's, dando la espalda al espectador, mientras come un croissant y suenan los primeros acordes de Moon River. Una primera secuencia inolvidable que eclipsaría para siempre a la Holly creada por Capote.
No es el dolor sino la resistencia al dolor lo que nos mata
Autora de una docena de novelas y otras tantas biografías, incluida la suya propia para un libro de Memorias, Elizabeth Jenkins (1905-2010) fue la primera autora en publicar una novela basada en hechos reales. Una historia que en su momento conmocionó a la sociedad victoriana y cuya publicación novelada en 1934 dio a Jenkins una gran popularidad y un tremendo éxito de ventas.
El llamado Misterio de Penge, ocurrido en 1877, es el suceso que relata "Harriet" (Alba Editorial). La historia de una mujer de treinta y dos años con un ligero retraso mental, soltera por ese motivo pero bien posicionada económica y socialmente, a quien un cazafortunas ─Lewis Oman, en la novela─ obsesionado por su dinero logrará hacer la vida imposible.
Pero abría una página y su mundo dejaba de existir
Tras "Los contadores de estrellas", compendio de cuarenta y cuatro relatos con el que Isabel Caballero ─autora del blog Locabajo donde publica parte de sus cuentos─ saltó al mundo editorial, llega ahora "Villa Herbania" (Círculo Rojo Editorial), primera novela de una autora con un mundo narrativo propio marcado por el paisaje de su Gran Canarias natal y la evocación de un Sáhara donde ─dice─ transcurrió parte de su infancia y al que regresa con frecuencia en sus historias.
Ambientada en Fuerteventura, en lo más duro de los años de posguerra, "Villa Herbania" recorre la infancia y primera juventud de Lucía, una niña pobre, hija y nieta de cabreros que, a raíz de ciertas circunstancias, acabará sirviendo en la finca que da título a la novela: una hacienda centro de vida social en otro tiempo, ahora en clara decadencia, habitada por un coronel mutilado, el ama de llaves y el hijo de esta.
Desde el blog "Las Inquilinas de Netherfield" llega una nueva edición del reto "Todos los clásicos grandes y pequeños", integrado por varios niveles y sugerencias de lectura. El plazo para inscribirse finaliza el 28 de febrero y este es el enlace a las bases.
Anochece sobre los campos de Montiel, las sombras tiñen el bosque de penumbra, la luna llena despunta desolada y fría. A lo lejos, casi al final del camino, el viento azota con furia las aspas de los molinos que entre la niebla por momentos se divisan. Hace mucho que nadie los visita. Pesa sobre ellos una maldición: una leyenda antigua de encantamientos y hechicerías que, de tanto en tanto, revive en el relato de algún caminante curioso; de algún peregrino incauto ahuyentado de inmediato del lugar por los gritos del viejo loco que guarda sus puertas. Solo él conoce el secreto que tras ellas se oculta y, cansado ya de vagar por el mundo, triste y derrotado en mil batallas, a protegerlo ha decido consagrar sus últimas fuerzas.