Serán sólo cien palabras piensa mientras en la sala de profesores escribe
concienzudo, ajeno a los compañeros que torpemente intentan ocultar los
preparativos de su fiesta de jubilación. Inquietud, vértigo y una soledad
infinita siente de repente ante lo que pronto habrá de afrontar, a pesar de que
tantas veces en su vida deseó que llegara este momento.
Convertido en uno de los profesores más respetados del centro, tan
amable, tan cariñoso siempre con los niños, nadie pudo nunca imaginar el
secreto que escondían sus caricias pero ahora se sabe descubierto y casi con
alivio prepara su confesión. Cien palabras que destruirán su vida.
Microrrelato para el concurso "Relatos en Cadena" del programa La
Ventana de la Cadena Ser.
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