El mundo en el que aún merecía la pena vivir estaba condenado a desaparecer
Novelista austriaco de origen judío, Joseph Roth (1894-1939) es uno de los mayores exponentes de la llamada literatura del exilio, uno de los más afamados escritores de la Europa de entreguerras cuyas obras fueron prohibidas y llegarían a ser quemadas en la Alemania nazi. Afincado como periodista en Berlín desde 1920, tras la llegada de Hitler al poder marchó a Viena. El auge del nazismo austriaco pronto lo obligaría sin embargo a huir también de allí. Saltando de una ciudad a otra, viviendo en hoteles, escribiendo en los cafés, fue en París donde pasó sus últimos años y donde en 1939, poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, murió alcoholizado y enfermo de tristeza. Toda su familia desaparecería luego en los campos y su esposa, aquejada de esquizofrenia, sería objeto de eugenesia.