martes, 12 de agosto de 2025

Espejismos

 


Un reloj sin péndulo, un violín sin cuerdas, fotografías arañadas de olvido... Ana vagabundeaba por la tienda a la espera de que amainase la tormenta, acariciaba los objetos, examinaba las vitrinas, ojeaba algún libro de cubierta llamativa. La lluvia la había obligado a refugiarse en aquel bazar de antigüedades en el que nunca antes se había fijado y ahora recorría sus pasillos con un chispazo de curiosidad, tan lleno todo de muebles, cachivaches y rarezas. El aire olía a madera y cuero envejecido, las tablas del suelo crujían a su paso y los estantes acumulaban polvo y descuido. Pero la estancia era confortable e imperaba en su ambiente una dulce intimidad.

Un espejo de forma ovalada y ribetes de plata llamó de pronto su atención en medio del desorden. De niña jugaba en casa de la abuela con uno parecido, recordó al descubrirlo sobre un tocador. «Espejito, espejito...», parodiaban entre risas a la madrastra del cuento con aspavientos de villana. ¡Ay! Un pellizco de nostalgia la llevó a buscar al dependiente y con ojos brillantes de entusiasmo decidió comprarlo.

lunes, 4 de agosto de 2025

El Camino. Miguel Delibes ─ Reseña

 



Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así.


Periodista, académico, profesor de Derecho Mercantil, cazador, pescador, hombre de campo... Narrador por encima de todo. Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) es literatura con mayúsculas, uno de los autores más leídos y admirados de la segunda mitad del S.XX. Premio Nadal, Premio de la Crítica, Premio Nacional de Narrativa, Premio Príncipe de Asturias, Premio Nacional de las Letras Españolas, Premio Cervantes... Un nombre imprescindible de la literatura en castellano que retrató como nadie el alma de las tierras de Castilla.

Escritor honesto, obsesionado por el lenguaje y la precisión de la palabra, sin imposturas estilísticas ni pretensiones literarias fuera de su alcance, Delibes trató de dar testimonio de un mundo que, en el momento mismo de plasmarlo, él ya intuía al borde de la extinción. Testigo de un tiempo que se apaga, se mantuvo siempre fiel a ese universo narrativo, atrapó la esencia de lo rural, pobló ese entorno de personajes únicos y entrañables y junto a ellos exploró temas universales.