miércoles, 24 de abril de 2019

Los millones de Brewster. George Barr McCutcheon - Reseña



Le perseguían los recuerdos y el agudo remordimiento por su inconsciencia

Llevada al cine hasta en nueve ocasiones, "Los millones de Brewster" es una divertidísima comedia publicada por primera vez en 1902 e inédita en castellano hasta el año 2014 (Alba Editorial),  cuya historia comienza con la celebración del vigésimo quinto cumpleaños de Monty Brewster, joven y despreocupado americano, que en ese momento y tras morir su abuelo, se descubre heredero de un millón de dólares. Pocos días después recibe una nueva herencia, esta vez de siete millones por parte de un tío lejano a quien apenas conoce y que impone en su testamento una extraña y rigurosa condición: la de haber gastado previamente y en no más de un año hasta el último céntimo del dinero recibido del abuelo. Para ello no podrá el protagonista recurrir a ningún tipo de donación o especulación ni podrá tampoco contar a nadie lo que sucede.

lunes, 15 de abril de 2019

Pero... ¿quién mató a Harry? Jack Trevor Story - Reseña.


Lo que me remuerde no es la conciencia. No tengo conciencia

Comedia negra del escritor británico Jack Trevor Story "Pero...¿quién mató a Harry?" (Alba Editorial), también en su momento llevada al cine por Alfred Hitckock, es una pequeña joya del género de suspense.
 Ambientada en una pequeña villa de la campiña inglesa, la historia comienza con el hallazgo de un cadáver que un niño encuentra en el bosque. A partir de ese momento, la trama gira en torno a las curiosas y sorprendentes reacciones que varios de los vecinos del pueblo, a medida que se encuentran con el cuerpo, muestran ante el suceso: lo ignoran, les molesta, lo entierran, lo desentierran... y todos se creen culpables de su muerte.

domingo, 14 de abril de 2019

Hijos de David



Cada grito de dolor permanece eternamente en la mente de Dios
Anónimo en los muros de Auschwitz

Aferrado a la mano de su esposa, incapaz de mirar atrás, Gabriel luchaba por no quebrarse. Avanzaban despacio, en silencio, enfrascados ambos en idénticos pensamientos. Dos pequeños eslabones en la larga cadena de miedo y derrota que aquellos días acordonaba Toledo. A lo lejos, las campanas de Santa María daban las doce. Un escalofrío, incongruente e impropio de la mañana de verano, recorrió entonces su cuerpo. Aquel tañido grave y solemne había marcado el paso de sus horas desde que tenía memoria y ahora que, sabía, lo escuchaba por última vez quiso anclarlo con detalle y precisión a su nostalgia. Las campanas, el olor de la leña al encender el fuego por las noches, la fragancia del jazmín, los silbidos de las golondrinas en las tardes morosas del verano, la casa de su niñez y sus ancestros... Todo lo perdían y él buscaba en su alma coraje para enfrentar incertidumbre y sufrimiento, para adaptarse y sobrevivir en ese mundo extraño y feroz que les había tocado en suerte.
Ahuyentó de su mente la nube de recuerdos que lo ahogaba y se centró en el camino. Avanzar, no pensar, un paso y otro y otro más. A su lado, Sara lloraba sin ruido. Apretó fuerte su mano. No hallaban sus labios palabras de consuelo.

miércoles, 10 de abril de 2019

La mecanógrafa de Henry James. Michiel Heyns - Reseña.



El problema con la literatura era que, aparte de escribirla, no podía hacerse mucho más con ella

Inspirada en el personaje de Theodora Bosanquet, mecanógrafa de Henry James desde 1907 hasta la muerte del escritor en 1916 y recientemente publicada por "Gatopardo Ediciones", es esta novela retrato perfecto y crítica certera de la sociedad británica de principios de siglo: del comportamiento de las clases altas, de sus prejuicios contra la nueva burguesía americana que comenzaba en aquellos años a viajar por Europa, del ambiente y la forma de vida de la comunidad artística, de los bohemios...
Narrada en tercera persona, construye la trama una intriga en torno al personaje de Frieda (trasunto de Theodora) pero toda la novela es en realidad un homenaje a la figura de Henry James. Es de su personalidad, de su vida, de sus rutinas, del sentido que para él tiene la literatura y de su absoluta consagración a ella, de lo que realmente pretende hablarnos el autor.

jueves, 4 de abril de 2019

Habitación 307

     


        Se llamaba Teddy y tenía poderes mágicos. Sólo Víctor lo sabía. Era un secreto y él era realmente bueno guardando secretos, así decía siempre mamá. Por eso no podía contárselo a nadie. Ni siquiera a Celia. Aunque, a veces, cuando ya muy tarde la oía llorar bajito, casi sin ruido, tuviera tantas tantas ganas de hacerlo... Esas noches Víctor se levantaba despacio, arrastraba con cuidado su gotero y sobre el corazón enfermo de la niña dejaba su pequeño osito de peluche. Mágico y poderoso tesoro que, a fuerza de inocencia, burlaba cada día al miedo y al dolor.