viernes, 24 de agosto de 2018

Cuento de una noche de verano


Se llamaba Belinda y era la más bella muñeca del escaparate. Delicada, exquisitamente hermosa, una pequeña dama vestida de seda, encajes y suave terciopelo, ojos azules, rubor en las mejillas, rubios cabellos recogidos en perfectos bucles sobre su cuello de cera. Sentada al piano, suspendidas las manos sobre las teclas unas veces, de pie tras el cristal otras, acunada en la nostalgia, siempre melancólica, indiferente y frágil, miraba la vida pasar. Etérea, transparente, dulce como un sueño de infancia.

Los días en el almacén de antigüedades se iban así sucediendo uno tras otro, cada uno parecido al anterior ─apacibles, perezosos, rutinarios─ entre la admiración y la indolencia que la muñequita despertaba hasta que, en algún momento, sin que nadie pudiera explicar cómo, algo muy extraño sucedió. Una mañana de aquel lánguido e inacabable verano, la vitrina que ella había ocupado hasta entonces amaneció vacía. Belinda no estaba. En su lugar, el rastro deshojado de  una rosa blanca de cristal.  

Cuentan que, enamorada de un titiritero que por aquel tiempo se hallaba de paso en la ciudad ─un muchacho guapo de ojos grises y vivaces, rostro atezado por el sol e irresistible sonrisa soñadora─ aturdida de amor, tras él huyó una noche de luna llena.

domingo, 19 de agosto de 2018

Tras la máscara. Louisa May Alcott - Reseña



No era una muchacha brillante y poseía pocas de esas encantadoras artes que cautivan a un hombre y le roban su corazón

Continúa "D'Epoca Editorial" su magnífica labor de recuperar pequeñas joyas olvidadas de la literatura del XIX con "Tras la máscara", novela breve que  Louisa May Alcott (autora de la célebre "Mujercitas" y sin duda eclipsada −también encasillada− por su éxito) publicó por primera vez y bajo pseudónimo en 1866.
Es este un relato de intriga que tiene por protagonista a una mujer fuerte, decidida, inteligente y ambiciosa, un personaje que en absoluto se ajusta a los cánones del momento, inmerso en una historia que desafía claramente el papel atribuido a las mujeres por la sociedad de la época y que contiene una carga de crítica social que de ningún modo la autora pretende enmascarar, que sorprende también por su tremenda fuerza psicológica y por el modo en que sobre él se sostiene toda la trama.

miércoles, 15 de agosto de 2018

A vuelta de correo


Mi queridísimo Miguel:

Tu carta me ha emocionado de un modo que no alcanzo a explicar. Tanto tiempo esperé, tanto lloré de soledad, tan por costumbre tuve siempre esconder mis sentimientos... Y de pronto ahora tu voz: dulce, serena, tan cálida, tan cercana. Un destello de poesía que rasga la penumbra. Y mi corazón, un corazón hondamente herido, se rinde sin remisión.
Quisieras verme, dices, después de tantos años. Y yo tiemblo de miedo y de ternura. El tiempo, implacable como suele, nunca perdona y de mí tan sólo quedan ya los restos doloridos de la mujer joven y hermosa que quizá alguna vez fui.

sábado, 4 de agosto de 2018

Otros tiempos


Tenía el gesto grave, la piel mate, muy seca, surcada por arrugas profundas como tajos de cuchillo, los párpados hinchados a causa del hambre, del frío y la falta de sueño. Apenas dormía, comía poco, mal, siempre a destiempo. Arrastraba su mirada una resignación honda y antigua, un cansancio de siglos, su corazón una dureza nacida de la mezquindad de los tiempos, de la costumbre de la miseria, de la más absoluta pobreza. Jamás nadie la vio llorar ni de sus labios escapó una queja. Seis criaturas colgaban siempre de sus faldas. Seis criaturas a las que alimentaba, vestía, cuidaba si enfermaban... Seis criaturas a las que nunca apretó fuerte contra el pecho ni sentó jamás a sus rodillas, con las que nunca bromeó al calor de la lumbre mientras pelaba judías o patatas ni enseñó a coser coloridos muñecos con retales y trapos, a las que nunca en noches de llanto consoló al dulce ritmo de una nana. Seis criaturas a las que jamás golpeó y de ningún modo maltrató pero a las  que tampoco nunca abrazó y pocas, muy pocas veces, besó. Se llamaba Juana. Así la recuerdo. Mi madre. Y aquellos −ácidos, doloridos, amargos− otros tiempos.

domingo, 29 de julio de 2018

Tiempo de fiesta



Amanece. Sopla el viento y hace frío. Aún no ha roto el sol la madrugada y la humedad cala los huesos. Desapacibles e inhóspitas son pese al verano las noches de esta tierra tan lejana de mi hogar, tan ajena para mí, tan distante y de todo, de mi mundo entero, tan al norte. Así al menos yo las siento. Ningún destello hallo en ellas de lirismo, de alegría, de belleza o de poesía. Nada que un instante permita dar a mi largo peregrinaje sentido y me deje al fin descansar, aceptar que alcancé mi destino, que era este mi lugar.
Admito sin embargo que tal vez sólo sea esta impresión reflejo inevitable de mi ánimo sombrío, de la extraña melancolía que a esta hora intempestiva araña mi alma, de la sangre caliente y sureña que recorre mis venas.

viernes, 20 de julio de 2018

Ordesa. Manuel Vilas - Reseña


Los muertos son la intemperie del pasado que llega al presente desde un aullido enamorado.

Es "Ordesa" una historia íntima y profunda, una autobiografía personal y familiar a medio camino entre la novela y la poesía, nacida del desagarro, del dolor y del desconsuelo. Una historia bella y muy conmovedora donde el autor, Manuel Vilas, trata de hallar sentido y dar explicación al dolor que, dice, desde niño lo acompaña y que acentúa ahora la muerte de los padres. Una historia sobre la pérdida continua que implica la vida, sobre el paso del tiempo, sobre la culpa, sobre el desarraigo, el miedo, la soledad, la vulnerabilidad  y la ausencia,  sobre el amor y la necesidad de querer y ser queridos que todos sentimos y que de todo nos redime.
Estructurada en capítulos muy breves, deja en ellos el narrador fluir sus pensamientos de un modo algo caótico pero no casual en un ejercicio de nostalgia que golpea, que duele y estremece.

jueves, 19 de julio de 2018

Nominación premios "Blogguer Recognition Award 2.018"

Agradecidísima a Mirna Gennaro, Pilar Alejos Martínez, R. Ariel Victoriano y Mirta Calabresse que en sus blogs "La isla de los vientos" , "Versos a flor  de piel" , "Hasta que el esplendor se marchite" y "Mis letras y la luna" me nominan al premio "Blogger Recognition Award 2.018".  Mil gracias. Muy sorprendida, muy contenta y muy ilusionada por estos reconocimientos.

martes, 17 de julio de 2018

Viaje con Clara por Alemania. Fernando Aramburu - Reseña


Salvo la escritura diaria no conozco ningún remedio efectivo contra los cielos grises y el exceso de soledad.

Anterior a "Patria" y en un tono y un estilo por completo diferente, "Viaje con Clara por Alemania" de Fernando Aramburu es la divertidísima crónica del viaje que emprende la pareja protagonista de la novela a fin de que Clara, profesora de instituto y escritora vocacional, pueda cumplir el encargo de su editorial respecto a la redacción del libro de viajes que le ha sido encomendado.
Será sin embargo el marido de Clara, esforzado acompañante y paño de lágrimas de la escritora, cuyo nombre no llegaremos a conocer, quien a fin de ocupar sus ratos libres y combatir el aburrimiento, se convierta sin apenas darse cuenta en narrador de la historia haciendo un relato paralelo de sus peripecias a ratos irónico, ácido, burlón, irreverente pero también por momentos muy tierno y emotivo y, en todo caso, siempre muy original y divertido.

martes, 3 de julio de 2018

Domingos de fútbol



Tarde de domingo. Por fin. Nunca le gustó el fútbol, sigue sin gustarle y, sin embargo, de un tiempo a esta parte, María adora las tardes de fútbol y domingo.
Arranca el carrusel deportivo, escucha a lo lejos los primeros acordes de su inconfundible sintonía y, sin apenas darse cuenta, casi casi a traición, sus labios se curvan en algo parecido, muy parecido, a una sonrisa. Inevitable la melancolía, atravesada de pasado y de nostalgia, al instante piensa en sus hermanos: Javier y Pablo.
Y, uno tras otro, se le amontonan los recuerdos.
Imposible explicar cuánto los añora. Los echa tanto de menos que, incluso el ardor con que de niña discutía con ellos las tardes de domingo, de algún lugar muy remoto, rescata ahora su memoria con una pizca de emoción y de ternura.

sábado, 30 de junio de 2018

Escamada




¡Qué susto! ¡Y qué vergüenza! ¡Si hubierais visto cómo corrí! En un instante comprendí lo que sucedía y escapé de allí. ¡Ay, Dios! ¿Qué habrán pensado de mí? Pero, ¿qué otra cosa podía hacer si ya empezaba mi cuerpo a transformarse? Pensé que no lo lograría, que descubrirían mi impostura y me enjaularían para siempre como a un vulgar monito de feria. ¿Y qué creéis que hubiera sucedido entonces? Expuesto mi secreto a la curiosidad malsana de tanto entrometido, mi vida ya nunca habría vuelto a ser la misma. Sé que yo no hubiera podido soportarlo y por eso fue que me asusté tanto. Sí, me asusté muchísimo, lo reconozco. Y pese a todo... ¡Ay! ¡Haber tenido que huir de esa manera! ¡Quién iba a imaginarlo! Y justo, lástima, cuando mi plan rodaba ya a las mil maravillas. Aquella hechicera maldita tuvo la culpa ¡mira qué confundir el embrujo...! ¡Las doce campanadas pertenecen a otro cuento! Todo el mundo sabe que nunca ─¡nunca jamás!─ tuvieron nada que ver con el mar y sus sirenas.