sábado, 3 de marzo de 2018

Culpables de olvido



Recuerdo que te olvidé, murmura la luna culpable y hermosa
Y hace tanto frío...
 Recuerdo que te olvidé, clama en la noche el vaivén de las olas
Y es tan inmenso el miedo...
Recuerdo que te olvidé, susurra en el cielo una estrella lejana y llorosa
Y estoy yo tan sola...
Recuerdo que te olvidé, quiebra entre las ruinas el silencio una plegaria
Un mal día, cobarde y cruel, para siempre te olvidé
Llora desde entonces un corazón su herida
Grita su impotencia, su espanto, su amargura
En nadie hallará consuelo
Fantasma invisible de una guerra antigua y olvidada
Incómodo testigo de la traición, de la infamia y la derrota
Trágico protagonista de un cuento eterno, sin alma ni final feliz

miércoles, 14 de febrero de 2018

Extraños en un tren


... El más puro milagro de la luz: tú contra el alba
Ángel González

Se fijó en ella por primera vez un atardecer nublado de invierno. Una mujer absorta en la lectura junto a la ventanilla del vagón. Ligera como un suspiro. Las luces grises de diciembre se colaban a través del cristal dando a su expresión un aire de melancolía que por alguna razón lo conmovió de un modo extraño. Parecía perdida en un mundo secreto, quién sabe entre qué nostalgias. Se la veía tan frágil, tan desamparada.
A partir de ese día, cada tarde, a la vuelta del trabajo, Mario la buscaba en el andén. Subía tras ella, siempre en el mismo vagón, último tren de la jornada y a distancia y en silencio, cual benéfico ángel guardián, la observaba encandilado disfrutando ese instante precioso en que, abandonada y vulnerable, la tenía para él. Con tremendo desconcierto, alterados alma y corazón, incapaz ya su mente de negar la evidencia, se preguntaba entonces qué era aquello que con tanta fuerza había nacido en su interior y cómo habría sido él capaz de vivir hasta ese momento.

lunes, 12 de febrero de 2018

Contrastes


Noche tras noche,
 en ese vago espacio que la vigilia del sueño separa,
tu sonrisa invoco.
 Y es entonces, en tan inasible frontera,
del día ya la realidad difuminada,
que  un repentino chispazo de ilusión mi mundo ilumina.
Sueño contigo,
bello espejismo siempre inalcanzable.
Estás en mí.
Escondida en algún rincón de mi cabeza.
Una sombra del pasado.
Un duendecito burlón que se ríe de mí.
Que nunca nunca se deja atrapar.
Aunque a veces, por un momento...
Sí, por un momento, casi creo a veces poder alcanzarte.
Luego te desvaneces.
 La magia desaparece y el día comienza.
Llora el poeta su dolor.
Sangran sus versos.

domingo, 11 de febrero de 2018

Entre sus sueños mi esperanza



Sssshhh...
Silencio. Dejad que duerma.
 No la despertéis ¿No veis que sueña?
Miedo, soledad y tristeza a las puertas del sueño a su suerte abandonados.
 Un beso lejano en sus labios de algodón un día olvidado.
 Un recuerdo, un suspiro, una caricia, una ilusión...
 Junto al suyo, el rítmico latir de un gastado corazón.
 Una sombra del pasado, derrotada, enamorada, malherida,
entre sus sueños, dulce y pícara
cada noche se desliza.
No, no la despertéis.
De mi absurda esperanza tened compasión.
 Dejad, os lo ruego, que duerma.
Tal vez, conmigo sueña.

miércoles, 7 de febrero de 2018

II Reto Nos Gustan los Clásicos - Un lector indiscreto


Propone el blog "Un lector indiscreto" un precioso reto de lectura consistente en leer durante el año un mínimo de siete obras clásicas (considerando como tales y en un sentido muy amplio las publicadas con anterioridad al año 1.990) y reseñarlas en el propio blog, debiéndose publicar asimismo una entrada como esta para dar publicidad al reto. El plazo para inscribirse finaliza el 28 de febrero.

sábado, 3 de febrero de 2018

La cantante calva - Reseña


El hombre es arrojado al mundo, haciéndose cargo de una existencia que le ha sido impuesta...

La cantante calva, estos días en el Teatro Olympia de Valencia en la versión de Natalia Menéndez y bajo la dirección de Luis Luque, es la obra más representativa del teatro del absurdo de Eugène Ionesco.
Desde la sátira y el surrealismo, entre la risa, el pesimismo y la amargura, tratando de disfrazar de comedia lo que es en realidad un drama muy profundo, aborda esta obra temas tan hondos como la soledad, la incomunicación, el desencanto y lo absurdo y caótico del mundo en que vivimos.
Repleta de situaciones ilógicas, diálogos sin sentido, incongruentes, delirantes, disparatados y muy desconcertantes por momentos, coloca en un mismo plano hechos reales y sucesos que quizá nunca existieron: imaginaciones, deseos, fantasías... Nos enfrenta al vacío y la desventura de unos personajes atrapados sin ellos saberlo en un callejón sin salida del que resulta imposible escapar, que niegan la realidad y viven aturdidos por una ignorancia aparentemente feliz. Personajes cuyo comportamiento esconde una crítica feroz a la familia y sociedad burguesas de la época (segunda mitad del siglo XX) que no ha perdido en absoluto vigencia en este nuevo tiempo de comunicación virtual que ahora vivimos.

martes, 23 de enero de 2018

Deprimido


Ya nadie cree  en los fantasmas y así no hay manera de trabajar. Pese a todo, yo soy un profesional y lo sigo intentando. Cada noche empleo mi mejor repertorio: apariciones espectrales, rechinar de dientes, entrechocar de cadenas, espeluznantes chirridos... Pero, ya digo, no hay manera. Nadie me toma en serio. Por eso, esta mañana, en un último intento por recuperar la confianza perdida, decidí cambiar de táctica y, oculto bajo la alfombra, esperé estratégicamente el momento oportuno para materializarme lentamente de la nada. Y ¿qué dirán qué pasó?, ¿gritos?, ¿desmayos?, ¿escalofríos de terror, quizá? ¿No me dirán que no hubiera sido ésa la reacción lógica de cualquier persona en su sano juicio? Pues ya ven que no. A las pruebas me remito. En cuanto posé, tímidamente pero con toda la ilusión del mundo, mi mano sobre la alfombra no sé qué extraña idea atravesó la mente de esa horrible mujer que sin pensárselo dos veces desenfundó la aspiradora y en un santiamén acabé desmembrado en el interior de aquel artefacto del demonio. En fin, que todo me sale mal y ya no sé qué pensar. Estoy al borde del ataque de nervios y tal vez no me viniera mal algo de ayuda psicológica para superar tanto fracaso. Lo he pensado mucho, no crean, o mato al psicólogo de un susto o sana mi ego maltrecho. Ambas opciones resolverían mi problema pero ocurre que en este mundo de ultratumba nadie sabe guardar un secreto y me da tanta vergüenza...

domingo, 21 de enero de 2018

Cartas de amor - Reseña


Yo la amaba...

Ha sido "Cartas de amor", obra escrita en 1988 por el dramaturgo norteamericano A.R. Gurney, la elegida por Julia Gutiérrez Caba para, junto a Miguel Rellán y bajo la dirección de David Serrano, regresar tras casi quince años de ausencia de nuevo al teatro.
 Sobre un escenario fijo, dos inmensos actores, la voz y la palabra dando vida y emoción a la historia de un amor latente en unas cartas que del tiempo y el olvido resguardan las esperanzas, los sueños, las alegrías, las decepciones, las heridas, los fracasos... las ilusiones compartidas siempre desde la distancia y durante más de cincuenta años por dos enamorados que muy brevemente alcanzarán a materializar su amor. 

jueves, 11 de enero de 2018

Reto "Serendipia recomienda 2.018"


Por primera vez participo este año en el reto de lectura propuesto por Mónica Gutiérrez Artero (Serendipia). El reto consiste en que cada participante recomiende  tres libros no muy conocidos y previamente reseñados en su blog añadiendo una entrada como esta y enlazando las reseñas correspondientes. En una segunda fase habrá que elegir tres de los libros recomendados por el resto de participantes, leerlos y reseñarlos en el propio blog.

lunes, 8 de enero de 2018

La leyenda del payaso triste


No sé por qué sucede pero sí lo que muchos de vosotros veis en mí. Con absoluta claridad lo percibo cada noche cuando, terminada la función, oscuro y ya vacío el escenario, algo preso todavía de mi propio personaje, siento como esquivan vuestros ojos los míos si por azar un instante con ellos se cruzan, como un extraño pudor (¿tal vez compasión?) de inmediato entonces ruboriza vuestro semblante.
 Es la leyenda que consigo arrastran todos los payasos del mundo: chanzas, carcajadas, ropas de colores o estridente maquillaje que sin duda (sospechan todos) un corazón herido apenas un instante disfrazan.
Tanto y tanto esta fábula se extendió que imposible resulta ya negarla.