Podría deciros que soy una caja mágica; que mi interior guarda un enigma,
una rara fuerza que a nadie jamás revelé; que alguna vez encubrí un
inconfesable secreto o que, en un tiempo lejano y feliz, con fervor amparé mil
sueños de amor imposible: quimeras y anhelos que al fin la vida, como suele,
traicionó.
La historia era perfecta: magia, misterio, romanticismo... todo atrapado entre
mis cuatro paredes de cartón, circunstancia esta que, no podéis negarlo, me
otorgaba el papel estelar de la historia, el protagonismo absoluto del cuento,
vaya. ¡Y cómo habría disfrutado mi ego maltrecho de ese pequeño momento de
gloria!, debo reconocer.
¿Qué me ha frenado, entonces?, os estaréis preguntando a estas alturas de
mi extraña confesión. Os lo diré: un único, insignificante, ridículo y chiquitísimo
detalle. La historia sería perfecta pero... no sería cierta. Y puede que yo un
pelín fantasiosa sí sea ¡pero mentirosa no! Así que, como seguro ya habréis
adivinado, sí, tan sólo soy lo que aparento: un embalaje antiguo y olvidado,
una humilde caja de cartón con delirios de grandeza y cierta tendencia a la
autocompasión, no lo niego, que de tanto en tanto sueña otras vidas para
olvidar su desdicha, su mísera y callejera existencia (os lo advertí: autocompasiva
de libro, esa soy yo). Pese a todo aún no pierdo la esperanza y con paciencia
aguardo mi destino: el feliz encantamiento que al fin mude mi esqueleto y por milagro
lo transforme en cofre del tesoro, ¡en el abarrotado arcón de un malvado pirata
con suerte!
Sueño imposible, tal vez diréis. ¿Qué importa?, dejadme un instante soñar,
extraviar con ingenuidad mi camino en caprichosos senderos de magia y premoniciones
de cristal. Fantasía e ilusión son mis poderes. Mimad el regalo que con ellos os
entrego, invocadlos siempre con entusiasmo y convicción, pues ¡qué grande sería
el desconsuelo de una vida sin imposibles que burlar!
Relato
publicado en el nº 2 (octubre 2019) de la revista "El Tintero de Oro Magazine".
Muy bueno, Marta
ResponderEliminarSoñador y volandero
Claro que tesultó estrella,gracias a tu magia. Abrazo.
Un beso, Beba. Muchas gracias.
EliminarCuriosa e ingeniosa historia inspirada en el simbolismo del poder de la imaginación, que a través de esta personificación de una caja de cartón y gracias a la inventiva de los lectores se verá convertida en un objeto mágico.
ResponderEliminarSaludos, Marta.
Gracias, Estrella. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarCuantas cajas como esta a la que das vida y revistes de personalidad no habrá almacenadas en desvanes y trasteros, escondiendo tesoros olvidados pertenecientes a la infancia. O legados cuajados de recuerdos de unos antepasados desconocidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
La magia de la fantasía... Muchas gracias, Francisco.
EliminarLa magia no solo significa poseer poderes ocultos, la posibilidad de hacer sortilegios o convertir los deseos en realidad. La imaginación y la palabra también forman parte de ella.
ResponderEliminarUn relato simpático y muy original. La escritura también contiene un poco de magia.
Un abrazo.
Mil gracias, Josep. Me gusta lo que dices sobre la magia de la escritura. Un beso.
EliminarHermosísimo hasta en el más mínimo espacio,coma o punto, Marta. La pasión con que hablas, desde estas líneas, resulta escandalosamente bello.¡Enhorabuena!
ResponderEliminarSin palabras me acabas de dejar, Rebeca! Un millón de gracias. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarMuy bueno y original el relato, Marta. Y muy bien escrito. Da gusto leerlo.
ResponderEliminarAl final sí es una caja mágica, con la magia de los deseos y el afán de ser algo menos prosaico que lo que el destino le depara. Felicidades.
Un beso.
La magia de los sueños... Un beso, Rosa. Muchísimas gracias!
EliminarHasta para ser caja hay que tener suerte ja, ja, ja. Muy ingenioso y creativo tu relato Marta. Un gran saludo!!
ResponderEliminarSiempre hay clases, jeje. Gracias, Miguel. Me alegro mucho de que te haya gustado;)
EliminarLeyendo el relato me has hecho recordar cuántas veces una simple caja de cartón se convertía en el centro de mis juegos. Podía ser un castillo, también una montaña, o incluso un casco si le hacías agujeros, una canasta... Bueno, y no digamos si cuando dentro guardamos libros y decidimos abrirla mucho tiempo después. Un verdadero cofre del tesoro. Me encantó el micro. Un abrazo!!
ResponderEliminarLa magia se esconde en los sitios más inesperados... Muchas gracias, David. Me alegro mucho de que te haya gustado;)
EliminarBueno, Marta, una caja que es capaz de tan profundas ilusiones algo de mágica tiene que ser, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo.
La magia más eficaz... Muchas gracias, Bruno.
EliminarLa magia está en tu modo de contarnos, Marta. No solo has cosificado una simple caja de cartón, la has dotado de sueños, abracadabras, y por qué no? desilusiones también, como la vida.
ResponderEliminarSi es que... como comenta David, el juego está en la imaginación, una caja de cartón puede ser lo que te de la gana.
Me ha gustado mucho Marta.
Me alegro, Isabel de que te haya gustado. Un beso y muchísimas gracias.
EliminarMuy bien desarrollada esta metáfora de la vida. Limpio estilo calderoniano. Los sueños , sueños son y llega el momento en que la verdad manda. El mérito es lograr que la amargura de la certidumbre pueda ser acicate para nuevos sabores. Escritura limpia y elegante. Gracias por este aporte de un objeto mágico a pesar de sí, o tal vez por eso.
ResponderEliminarSiempre queda el sueño y la esperanza. Mil gracias a ti, Javier. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarPrecioso y soñador cuento, Marta.
ResponderEliminarMe ha maravillado como lo has ido desarrollando, y como uno termina simpatizando con el objeto, creyéndolo totalmente mágico.
Un beso.
Hola, Irene, pues no sabes cuánto me alegra lo que dices! Un beso grande.
EliminarCuantas veces una simple caja de cartón puede encerrar sueños y fantasías. Antes de abrirla nuestra imaginación la llena de cosas que una vez abierta son otras y en ese breve espacio de tiempo la fuerza de la caja fue la magia.
ResponderEliminarMuy buena la historia Marta.
Besos
Puri
Mil gracias, Puri. Un beso.
EliminarDesde el momento que una caja vacía tiene ese rico mundo interior, pleno de anhelos, se convierte en un objeto mágico.
ResponderEliminarMuy bien narrado, Marta.
Besos.
Hola, Mirella. Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Un beso.
EliminarQue ingenioso es el relato Marta.
ResponderEliminarTratándose de una caja de cartón, es más válida la magia aún, porque para una caja de cartón soñar no cuesta nada, ya que puede ser cualquier cosa que deseemos que sea.
Asi que !abracadabra!, es seguro que es un hermoso cofre que contiene magia en su interior.
Felices días Marta.
La magia siempre está en los sueños. Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Mil gracias:)
EliminarSabes Marta por qué me ha gustado?,... porqué las cajas llenas de recuerdos y trastos son verdaderos tesoros para quién las encuentra y sabe ver en su interior,... pero también las cajas vacías que, como nos cuentan, destilan misterio, magia y romanticismo,...
ResponderEliminarEsas son las que hacen soñar. Mil gracias, Norte. Me alegro muchísimo de que te haya gustado.
EliminarMuy bueno Marta. Esta historia inesperada de una caja (!) Me ha resultado ongeniosa y verdaderamente encantadora.
ResponderEliminarHola, Néstor! Mil gracias. Me alegra muchísimo que te haya gustado.
EliminarUna caja de cartón siempre puede albergar grandes y hermosas sorpresa. Tu caja, seguro que es mágica.
ResponderEliminarMuy original, y buen relato, Marta.
Buen fin de semana.
Muchas gracias, Mila. Me alegro mucho de que te haya gustado;)
EliminarHola,
ResponderEliminarCuanta magia Marta, tienes una imaginación desbordante. Una idea genial el dar vida a esa caja mágica en tu relato. !Me ha encantado!
Saluditos
Pues me alegro mucho, Yessy. Muchísimas gracias!
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