domingo, 25 de junio de 2017

Lágrimas de espuma


Entristece la belleza del mar. En su más profunda oscuridad devora el silencio las horas y en un instante eterno, entre algas, arrecifes y corales que nadie a contemplar alcanza, parece el tiempo haberse detenido. Llora el océano su derrota y para tanto dolor y pérdidas calladas como en su fondo yacen no halla consuelo. Una lúgubre sepultura, donde sólo horror, vergüenza y muerte laten, es ahora su corazón. Refugio eterno de recuerdos, olvidos y fantasmas que en las más feroces noches de tormenta al mundo espantan con su rabia y su desgarro y hacia playas de arenas calmas los gritos ahogados de un naufragio de mil sueños imposibles, implacables, arrastran. Vidas sin tiempo. Futuro perdido. Tiempo a la deriva antes de vivir huido. Eterno fugitivo que, oculto entre olas y lágrimas de espuma blanca, las huellas de incontables ilusiones y mil rotas esperanzas a los pies de un mundo siempre a su tragedia indiferente tristemente deposita: un gemido, un lamento, el ojalá melancólico y desolado de la historia que pudo ser, de la historia que al fin nunca fue. De un delito que no cometió todos entonces -apenas un instante conmovidos- al mar culpan. Y le llaman asesino.

miércoles, 21 de junio de 2017

No somos refugiados. Agus Morales. Reseña.


Un nuevo mundo está naciendo: un mundo en el que llevan ventaja los que nunca se entretuvieron con la poesía.
"No somos refugiados", libro escrito por el reportero Agus Morales y recién publicado por la editorial "Círculo de Tiza", sigue los pasos en un recorrido por prácticamente los cinco continentes de quienes, por diferentes causas, en algún momento de su vida se vieron obligados a abandonar sus lugares de origen. Son los desterrados de la violencia y junto a ellos nos hace caminar el autor a través de un relato estremecedor que, si bien trata de explicar los orígenes de la situación, se detiene, más allá de cualquier otra consideración, en la vida y la historia de personas concretas. Nos cuenta su dolor, su desamparo, sus ilusiones, sus esperanzas... Nos adentra en sus vidas con respeto y humildad para hacernos entender que más allá de ese momento traumático que irremediablemente para siempre cambiaría su historia, siguen siendo las mismas personas que antes eran: médicos, ingenieros, niños, padres, maestros, poetas, pobres, ricos... personas. Más allá de su condición de refugiados, personas.

lunes, 19 de junio de 2017

Y el día termina



Sin beso de buenas noches, sin sonrisas, sin magia, sin caricias, ahogados de improviso en la rutina, repleto el corazón de reproches sordos y marchitos... Indiferentes, insomnes, muy juntos y  muy solos, dos náufragos desvalidos en el silencio de la noche a la deriva. Así, espalda contra espalda, a mil besos de distancia, para  ellos el día termina.

lunes, 12 de junio de 2017

Colegas


Lo que usted diga, doctor Frankestein y seguro usted lo sabe mejor que nadie difícilmente habrá de ser aceptado por esta escéptica y miope comunidad de mal llamados científicos que a ambos nos ha tocado en suerte. Tan soberbios y engreídos todos... Sí, amigo mío, también yo he sufrido su desprecio, su gélida incredulidad. Es por eso que hoy, con la esperanza de que a través de estas líneas sienta la calidez de la mano que le tiendo, le ruego prosiga sus investigaciones. No desfallezca. Mucho más propicio a nuestro genio, querido colega, habrá de ser el futuro.
Con admiración y respeto, le saluda:
 Henry Jekyll.

miércoles, 7 de junio de 2017

Elena Fortún. Oculto Sendero -Reseña.


"Oculto Sendero", novela hasta ahora inédita de Elena Fortún, podría ser considerada el testamento literario de una autora en su momento muy conocida por la famosa serie de relatos infantiles que tenían a Celia como protagonista e hicieron de ella una de las escritoras más populares en España durante los años veinte y treinta del pasado siglo.
Es "Oculto Sendero" una novela de carácter autobiográfico. Tras el personaje de María Luisa se esconde la propia autora para romper a través de ella secretos y tabúes que nunca en la vida real se vio capaz de afrontar.
Pero sobre todo es ésta la historia de una mujer incomprendida; de una mujer con inquietudes intelectuales, que ama la belleza y sueña ser artista; de una mujer que nunca quiso unirse a un hombre, que a pesar de ello hubo de hacerlo, que con todas su fuerzas anhela ser dueña de sí misma.

martes, 6 de junio de 2017

Destino Vagabundo


          La noche se desploma triste sobre la ciudad, una advertencia de lluvia humedece el aire, el viento, frío y punzante, hiere sin piedad y la gente camina con prisa, ansiosa por regresar a casa antes de que el cielo, de golpe tan pesado y gris, derrame sobre el mundo su amenaza.

En el rincón más oscuro de una placita sin nombre, ajeno al bullicio de los transeúntes, un hombre de aspecto descuidado: ojos grises, cabello enmarañado, sonrisa reseca y agrietada ahora, quizá atractiva en otro tiempo, un hombre aterido y desamparado, prepara con cuidado su refugio de cartón mientras piensa con más ironía que amargura que, en noches como esta, nada tiene de romántico dormir a la luz de las estrellas.

Es un hombre sin edad, sin sueños, sin futuro. Un hombre que apenas existe, que arrastra sin saberlo el rumor de una leyenda de amores desdichados y flaquezas devastadoras.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Un tipo con suerte


   

No soy un cleptómano, ¡qué ocurrencia!, y me ofende terriblemente que hayan llegado a imaginar tal cosa. Solo soy un tipo con suerte. Un coleccionista, si precisan catalogarme de algún modo. Un guardián de extravíos ajenos. Sí, me gusta esa expresión y pronto verán lo bien que me define.

 Aunque no lo crean, cada día, en cada esquina, tropiezo con hallazgos de lo más insospechado. Esta ciudad está llena de tesoros. Al parecer, sin embargo, poca gente los detecta y no entiendo por qué ni cómo es posible que pasen tan inadvertidos. Que nadie se percate de la existencia de tales maravillas cuando a mí, a toda hora, me asaltan por sorpresa. Me parece algo fascinante, lo confieso. Solo es cuestión de andar alerta y con los ojos bien abiertos para no perder la oportunidad. Nunca se sabe lo que uno habrá de precisar en este mundo tan cambiante. Ya ven, hoy ha sido el libro que curioseaba a su llegada el que por algún motivo captó mi atención. Algo malherido y deshojado ─cierto es─ pero suficiente para aliviar el tedio de mis horas. En otro tiempo fui poeta, ¿saben ustedes? No del todo malo, creo yo, aunque, bueno, la literatura es un oficio bien precario y no solo de palabras vive el hombre. De cuando en cuando también precisa una hogaza de pan. Ahora soy inventor. Trabajo en un proyecto ultra secreto del que pronto tendrán noticia, créanlo. Un artilugio de lo más singular que me hará rico y famoso en el planeta entero. Pero no adelantemos acontecimientos y no me tiren de la lengua que ya les digo que el tema está bajo secreto y no puedo hablar.

domingo, 28 de mayo de 2017

Incendios - Reseña


La infancia es un cuchillo clavado en la garganta

Luces apagadas. Silencio. Comienza la función y como Nawal -magníficamente interpretada por dos espléndidas Laia  Marul y Nuria Espert- de inmediato enmudecemos ante el horror de lo que sobre las  tablas se cuenta. A través de tres historias pretende esta obra ser una reflexión sobre el amor, la maldad y la ignorancia; sobre la frágil frontera que separa el odio del amor, la víctima del verdugo; sobre el perdón ("romper el hilo de la ira"); sobre cómo comprender lo incomprensible; sobre cómo vivir con las cosas que han pasado, curar los recuerdos y saber escuchar lo que algunos silencios cuentan; sobre pérdidas y promesas incumplidas; sobre la belleza de lo imposible; sobre el dolor y la esperanza... "No te cuento una historia, te cuento un dolor caído a mis pies" dice en algún momento uno de sus personajes. Un dolor también depositado frente a nosotros, un dolor que golpea seco y contundente a través de un texto desgarrador y profundamente conmovedor. Un grito poético y estremecido contra los horrores de la guerra. Tres horas de función que incendian el alma y el corazón.

Natalia Ginzburg. Las pequeñas virtudes - Reseña.



        Recientemente reeditado por Acantilado y Círculo de Lectores (magnífica la edición de Círculo) "Las pequeñas virtudes" de Natalia Ginzburg recopila los ensayos publicados por la autora en diferentes periódicos y revistas entre los años 1.944 y 1.960. Son ensayos muchos de ellos que casi parecen relatos. Artículos autobiográficos que sorprenden, a pesar del tiempo transcurrido, por la vigencia y la plena actualidad que se descubre en muchos de sus temas.
Escribe Ginzburg sobre la memoria, las emociones, la familia, el miedo, el exilio... Habla de dolor, de relaciones humanas, de literatura (maravilloso el artículo que dedica al oficio de escribir), de sentimientos... Todo ello con una sencillez, una profundidad y una honestidad conmovedoras.
Un libro que impresiona y deja huella. Una auténtica joya.

domingo, 21 de mayo de 2017

Y de pronto volar


Aquel día, el día en que Ana aprendió a volar, la mañana había despertado desapacible y gris. Nada tenía de especial, era una mañana más. La mañana de un día como otro cualquiera, idéntica en apariencia a todas las de aquel gélido invierno. Una mañana más de frustraciones amargas y rabias calladas. Y sin embargo, fue aquella, justamente aquella, la que para siempre habría de cambiar su destino. Sucedió que, oculta entre los remolinos de una áspera tempestad, una pequeña ráfaga de felicidad viajaba. «Ven conmigo», le susurró al oído muy dulce y muy bajito. «Sígueme. Yo te enseñaré a volar...» Serena y confiada contempló Ana la inmensidad de aquel amanecer, de aquel cielo a esa hora tan temprana todavía en penumbra pero ya sin luna y sin estrellas y de pronto, sin apenas darse cuenta, casi sin miedo, sus pequeñas alas rotas contra la bruma comenzaron a luchar. Un sentimiento desconocido, algo muy cercano a la esperanza, se posó tímido sobre su corazón. Sintió como, suave, muy lentamente, el arañazo de la desolación y el desamparo, tanto tiempo latente en su alma, se desvanecía. Se sintió perdida y encontrada, rota y recompuesta. Sintió como una extraña fuerza se abría paso en su interior, una fuerza que tal vez siempre hubiera estado allí pero que hasta entonces ella no conocía. Y supo que volaba. Alto, muy alto... Al fin volaba. Equilibrios imposibles inventaba de repente entre las nubes mientras un sol pálido acariciaba su piel. Olvidó su dolor, su soledad y su tristeza. Se enamoró sin remedio de aquella libertad, de tanta belleza. Así que era esto, se dijo, esta euforia, esta luz, esta emoción, esta dicha tan intensa... Comprendió que nunca para nadie fue posible volar con miedo, con infinita valentía su peso para siempre desterró y al fin, aquel día, la ligereza de su risa al mundo regaló.