La mirada del hombre lo incomoda. Sus ojos lo radiografían con descaro, lo escudriñan insolentes; sin doblez, desfachatados. Tuerce el gesto en una mueca de disgusto y se aproxima. Duda, parece a punto de hablar pero... la confidencia se le muere entre los labios. Retrocede. Se aleja dos pasos. No se marcha. No habla. No sonríe. Permanece parado frente a él, observándole, juzgándole...
¿Quién será este borracho?, piensa aferrado al maletín que sostiene entre las manos. Camina de regreso a casa por la avenida, cabizbajo y angustiado. Acaban de despedirle del trabajo y no tiene ánimo para majaderías. Solo quiere llegar, beber un whisky en su sillón y olvidarse del mundo. Pero los ojos de ese hombre lo persiguen. Parado en la acera, no logra desprenderse de ellos. ¿Qué hay en ese rostro que lo inquieta de ese modo? Observa los surcos de su frente, el temblor de sus manos, su aspecto de ejecutivo descuidado. Pasan los segundos, se retan en silencio... Y de pronto, un relámpago de lucidez lo golpea por sorpresa. Enrojece de vergüenza, traga el nudo que se enreda a su garganta y con el corazón disparado continúa su camino. Apenas se aleja, un reflejo más feliz asoma entre destellos al cristal del escaparate.
Relato para el microrreto de El Tintero de Oro "De la escena al micro", inspirado en la película "Días de vino y rosas".
Genial micro, Marta. Te ha quedado genial, me ha gustado mucho. Un abrazo. :)
ResponderEliminarMe alegro, Merche. Muchas gracias.
Eliminar¡Hola, Marta! Menuda obra maestra nos traes al reto, una película durísima y que refleja este drama como pocas, además de que su título es impresionante, dado que sugiere esa felicidad aparente que la película desmonta de la manera más descarnada.
ResponderEliminarLa escena elegida es magnífica, demuestra tu mirada de escritora, al ver en ella todo esa fuerza de algo tan simple como mirarse en el cristal. Tu ejecución ha sido perfecta, está narrada transmitiendo al lector esa especie de desdoblamiento que se produce en el personaje entre lo que es y lo que muestra su reflejo. Desde luego has sacado todo el jugo de la escena creando algo nuevo. Un abrazo!!
¡Ay, David! Cuánto me alegra lo que dices porque me ha costado un poco elegir película, la verdad. He descartado varias porque no se me ocurrirá hacia donde llevar el micro. Al final me acordé de esta escena con Jack Lemmon y algo salió. La película es una maravilla pero durísima y descarnada como dices, sí. No da un respiro y refleja perfectamente la realidad del alcoholismo sin ceder a la tentación de suavizar la trama. Una historia tremenda. Un beso y muchas gracias.
EliminarPor un momento la confundí con "Días sin huella". En cualquier caso, el alcohol no perdona.
ResponderEliminarNunca perdona y esta película lo refleja de maravilla.
EliminarHablamos de una película extraordinaria y de una de las grandes escenas de la historia del cine. La has novelizado de manera magnífica dando el punto exacto de tu mirada como escritora. Muchas felicidades, Marta.
ResponderEliminarMil gracias, Miguel. La película es una auténtica maravilla, dolorosa y valiente por esa forma de exponer el tema sin tratar de suavizarlo ni buscar un final algo más amable. Y cómo están los actores, ¿verdad?
EliminarLo has novelizado perfecto Marta, te felicito. Saludos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ana.
EliminarFantástica Marta, creo que que tu descripción de cuando se mira al espejo es soberbia. Te felicito por la elección de la escena y por tu micro. Saludos,
ResponderEliminar¡Ay, Norte! Muchísimas gracias ¡Cuánto me alegra que te haya gustado!
EliminarInteresante tu escrito
ResponderEliminarabrazos desde Miami
Que buena película y que escena tan bien narrada nos ofreces cuando se mira en el espejo y ve su reflejo. Muy bien elegida la película
ResponderEliminarUn abrazo Marta
Puri
Un beso, Puri. Muchísimas gracias.
EliminarHola Marta, que buen mcicro , muy bien contado el no reconocerse hasta que ha pasado un tiempo. El ser humano anda muy perdido sobre todo entre los efluvios del alcohol. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ainhoa. Muy contenta porque te haya gustado.
EliminarHola, Marta
ResponderEliminarExcepcional película y magnífico relato rebosante de esa sensibilidad que dominas a la perfección en tu narrativa. El protagonista contra su alter ego, nadie es más inflexible y riguroso que nosotros con nosotros mismos. Tú lo has reflejado a la perfección. Me ha encantado.
Un beso, Matilde. Me alegra muchísimo lo que dices. Mil gracias.
EliminarLa película es todo un clásico y la escena memorable! Me ha gustado mucho tu frase: "la confidencia se le muere entre los labios". La descripción de ese momento y los sentimientos que le genera al protagonista es genial. Un abrazo!
ResponderEliminarLa película es muy dura pero es uno de esos clásicos imprescindibles., ¿verdad? Muchísimas gracias, Marifelita. Me alegra un montón que te haya gustado el micro.
EliminarMagnifico. cuando leia despues de ver la foto no tenia claro qué pelicula era. luego recorde la escena y la caras de jack lemon escudrin
ResponderEliminarñandose. y me vino tambien la musica a pesar de los años que hace que la vi. a veces la he visto reponer en la tela, pero no la veo por el malestar que transmite, que es el objetivo misnmo de la peli, que porque haya envejecido mal. me encanta como has relatado. Veo lo bien que funciona el presente para esta convocatoria, entre tu relato y otro que he leido antes.
lastima que no sea concurso, si no ya estarias apuntada en mi lista.
abrazo
La película es durísima, sí, pero eso es lo que la hace tan inolvidable, creo yo. No cede a la tentación de dulcificar el final y muestra las secuelas del alcohol de un modo muy descarnado. MIil gracias, Gabiliante, por lo que me dices. Generosísimo tu comentario.
Eliminarsegundo blake edwards de participantes
ResponderEliminarLa película no la he visto, pero qué escena dura es esta, muy bien relatada en tu micro, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Muchas gracias, Patricia.
Eliminar¡Hola, Marta!
ResponderEliminarNo he visto la película pero el micro es estupendo. Lo has narrado magistralmente, permite al lector experimentar las emociones del personaje.
Un saludo
Hola Yessy. Pues me alegra un montón que te haya gustado. Muchísimas gracias.
EliminarConocía esta película, pero debo admitir que no la he visto. Un drama en toda regla que has sabido "novelizar" a la perfección.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un drama tremendo, sí, pero muy recomendable si no lo has visto, Josep. Es una gran película.
EliminarHola, Marta. Qué cantidad de matices le has sacado a unos pocos segundos de reflejo en un cristal. Jack Lemon en estado de gracia (que no gracioso, que también lo fue), en este terrible drama que retrata el alcohol como sólo lo podría hacer Edwards.
ResponderEliminarUn trabajo fenomenal. Felicidades.
Mil gracias, Bruno. Me alegra un montón que te haya gustado y qué pena que Jack Lemmon empiece a quedar tan olvidado, ¿verdad?, era un actor impresionante.
EliminarHola, Marta:
ResponderEliminarEl final de tu relato es todo un trago de esperanza. Y el resto del relato refleja con firmeza la toma de conciencia de la persona degradada que se ha convertido en un personaje alcoholizado.
Enhorabuena por tu texto, Marta.
Muchas gracias, Nino. Qué bonito lo que dices.
EliminarHola Marta. De la escena que has escogido, te has quedado con el principio, la clave en la que el personaje se descubre a si mismo y comprende el rumbo que está dando a su vida. La resolución viene en el vídeo, pero es esa primera escena que tan bien relatas desgranando las sensaciones que lo atenazan, la que marca el rumbo del encuentro con la esposa. Muy buen micro. Un abrazo.
ResponderEliminarEs la escena donde por primera vez el personaje toma conciencia del problema que tiene y es muy impactante, ¿verdad?. Es lo que quería reflejar en el micro así que me alegra un montón que te haya gustado el micro. Muchísimas gracias.
EliminarPerfecto, Martha! ¡Quién es Yo tras tanto alcohol? Maravilla de micro. Vale varios tinteros de oro. Un abrazo
ResponderEliminarUn beso, Juana. Muchas gracias.
Eliminar¡Hola Martha! La película no la conozco pero que buena descripción haces del momento en el que este hombre está mirándose al espejo y recibe la imagen de la persona en la que se ha convertido. Un micro genial en el que nos muestras cada una de las emociones que azotan la mente de este hombre. Un saludo.
ResponderEliminarPues me alegra que te haya gustado, Rocío. Muchas gracias. También te recomiendo mucho la peli.
EliminarNo siempre vale una imagen más que mil palabras, Marta. Tu relato muestra más allá de lo que se aprecia no sólo en la foto, sino en el desarrollo de una película tan dura.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Qué generoso lo que me dices, Miguel Ángel, y cuánto me alegra que te haya gustado. Muchísimas gracias.
EliminarNo se puede decir más con menos. Un abrazo Marta.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro.
EliminarEn verdad que te ha quedado super bien, Martita. Admiro que disfrutes los retos. No conozco la peli, pero te salió genial. Abrazos muchos!
ResponderEliminarUn beso, Maty. Muchísimas gracias.
EliminarHola Marta. Me gusta mucho la película que has elegido. Y me impacta el modo como has captado ese instante aterrador en que por fin, él toma consciencia de su realidad y todo tiene sentido.
ResponderEliminar¡Excelente micro!
Un abrazo.
Pues me alegro mucho, Trujamán. Mil gracias.
EliminarHola Marta, te puedes creé que no recuerdo a ver visto esta peli.
ResponderEliminarDe todos modos me a gustado ver esa escena a través de tu micro.
Me a gustado mucho, besos de flor.
Hola, Flor. Qué bien que te haya gustado. Muchas gracias.
EliminarHola.. no he visto la película pero la escena que presentas es dura como roca. Esa especie de epifanía en la que el adicto reconoce su problema ha quedado extraordinariamente descrita en este maravilloso micro... ¡Excelente!.. Saludos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Octavio. Sí que es una escena dura pero me alegra que te haya gustado.
EliminarHola Marta. Admirable tu microrrelato de la escena de una gran película. Me ha encantado. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro, Nuria. Muchísimas gracias.
EliminarPeliculón, música, actorazos y buena trama. No podía faltar este clásico consagrado, y tú has sabido plasmar de lujo la decadencia y el alcoholismo, Marta. Te felicito.
ResponderEliminarLa película es muy dura pero a mí siempre me ha gustado mucho. Lo tiene todo, como dices. Un beso, Isabel y muchas gracias.
EliminarDices por ahí arriba que te costó hasta que llegaste a la película y la escena que necesitabas para desarrollar el reto. Desde luego, ha merecido la pena tu esfuerzo. Te ha quedado magnífico. Felicidades.
ResponderEliminarHola, Chema. Sí, es verdad que me costó un poco encontrar la escena y descarté varias antes de acordarme de esta peli pero al final algo salió y me alegra un montón que te haya gustado. Mil gracias.
EliminarPalabras mayores. Hay bastante mano y oficio ahi. Es tan bueno que se puede descontextualizar y sigue funcionando, es decir, sobran la imagen y el video porque el texto se sostiene por si solo. Hasta aquí, el "cómo" lo dices, ahora el "qué" dices: Hay una historia completa en ese micro, una historia que me habla de una horrible epifanía, de una caída a los infiernos que se manifiesta entre los vapores de una adicción. Es desgarradora, es bestial, pero a la vez sutil en los gesto y delicada en la formas. Pero, sobre todo, llega, cala, arranca emociones, y eso es lo más importante que puede llegar a hacer una historia.
ResponderEliminarUn abrazo, y mi enhorabuena, así se escribe, joder.
¡Uf, Isra! Me dejas sin palabras. Siempre intento que el texto se sostenga por sí solo, más allá de la imagen, así que no sabes cuánto me alegra lo que dices. Muchísimas gracias. Un regalo, tu comentario. Generosísimo.
EliminarHola, Marta. Has tenido un buen ojo a la hora de elegir la escena que no necesita palabras. Pero tú las has puesto y has engrandecido la angustia y la decisión. Un relato francamente bueno. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Isan. Muchísimas gracias. ¡Cuánto me alegra que te haya gustado!
EliminarQue fantástica eres!
ResponderEliminarMe encantó, lo justo y lo necesario....Y todo!!
Abrazosbuhos.
Pues cuánto me alegro. Mil gracias.
EliminarMaravilloso, Marta. Una película que he visto varias veces. Esa escena es genial. Este reto me pone delante un montón de escenas buenísimas en las que no he pensado y esta es de las mejores. Esa visión de su aspecto de alcohólico en el escaparate, en una imagen en la que no se reconoce, la has bordado.
ResponderEliminarUn beso.
Sí que está siendo un reto muy chulo, ¿verdad?, han ido apareciendo un montón de películas estupendas. Esta que he elegido yo es muy dura pero a mí siempre me ha gustado mucho, Jack Lemmon hace un papel impresionante (también Lee Remick) y el mensaje es muy potente así que contentísima porque te haya gustado el micro, Rosa. Un beso grande y muchas gracias.
EliminarInteresante película ya la veré seguro Amazon la tiene.. Saludos
ResponderEliminarUna gran película, sí.
EliminarHas logrado un micro impecable, Marta, sobre una escena tremenda que refleja a la perfección hasta qué punto el alcohol puede llegar a desconectarnos de nosotros mismos, hasta el punto de no ser capaz de reconocernos ante un espejo.
ResponderEliminarBrillante trabajo el que has hecho.
Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias, Estrella. Contentísima porque te haya gustado.
EliminarHola, Marta: No he visto la película pero tu micro es sobrecogedor y angustiante para mi como lectora y refleja muy bien el estado anímico del personaje. Te felicito. Un saludo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Myriam. Me alegra que te haya gustado.
EliminarHola, Marta! Tu micro me ha dejado sin palabras. ¿Qué más puedo añadir? Solo quiero decirte que has hecho un retrato magnífico -casi insuperable- de este personaje con tantas aristas. Gran trabajo, propio de una gran escritora. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Ay, Beri! Cuánto me alegra lo que dices. Muchísimas gracias.
EliminarHola, Marta!! Me ha encantado como has escrito esta escena. No he visto la película, así que no es hasta el final cuando me he dado cuenta de que el hombre que le miraba y que le causa al protagonista tanto disgusto es él mismo, reflejado en el cristal del escaparate. Muy original. Te felicito, un abrazo!!
ResponderEliminarHola, Cristina. Pues me alegra mucho que no hayas visto venir el final hasta el último momento y que te haya gustado el micro. Muchísimas gracias.
EliminarMe ayudó ver el video.
ResponderEliminarEs toda una revelación la del protagonista, al descubrir que era el mismo ese hombre cuya visión le incomodaba. Es que puede ser difícil verse a si mismo.
Lo llevaste muy bien al microrrelato, es un buen aporte.
Un abrazo.
Muy difícil a veces, sí, verse a uno mismo... Muchas gracias, Demiurgo. Me alegra que te haya gustado.
EliminarWow, Marta, qué manera de narrar y con la manía persecutoria como hilo conductor. La desazón o el cabreo del prota quedan en segundo plano, aquí hay algo mucho más profundo que una desgracia casi cotidiana. Muy pero que muy bueno. Por cierto, no vi la peli, pero otra más que me apunto.
ResponderEliminarUn abrazo!
La peli es tremenda, muy dura y muy reveladora. El papel de Jack Lemmon es sobrecogedor y el tema está muy bien tratado así que sí que te la recomiendo si tienes ocasión. Muy contenta porque te haya gustado el micro, Pepe. Muchísimas gracias.
EliminarHola Marta. Me gusta el planteamiento para hacer muy buen relato en el que se muestra una escena clave, dentro de una película que a pesar del tiempo transcurrido siempre golpea desde el punto de vista de las sensaciones o emociones, según se prefiera.
ResponderEliminarHay un narrador testigo en tercera persona (que pasa enseguida a primera persona). Es un recurso que señala oficio y a mí en particular, me gusta mucho y lo aprecio cuando me encuentro con él.
Muchas gracias. Un abrazo y salud
Hola, Javier. Pues cuánto me alegra lo que dices y que te haya gustado el micro. Muchísimas gracias.
EliminarAy Marta. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que he estado "piripi". No me gusta el alcohol ninla embriaguez. Vi la película de pequeña, y mas que de vino y rosas, sería de vino y espinas.
ResponderEliminarUna pelicula que me impactó fue "Cuando un hombre ama a una mujer", 1994. Con Meg Ryan y Andy García.
Es una película muy impactante, sí, pero que refleja muy bien el problema. Muchas gracias, Noelia.
EliminarHola Marta, me encanta como te ha quedado el relato de esta maravillosa escena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro, Dakota. Muchas gracias.
EliminarHola, Marta. Si escoges un clásico fijo que aciertas y tú lo has hecho de lleno. Tengo un vago recuerdo de esa película, no sé si llamarla tragicomedia, más que melodrama, por lo agridulce que resulta su visionado y esa sensación me inhibe volver a revisarla como otras por el estilo. Con tu descriptivo micro del Alma del protagonista ya he tenido una buena ración.
ResponderEliminarEs curioso, lo bien que Jack Lemmon podía hacer un personaje de lo más gracioso a otro justo todo lo contrario. A su cínico compañero de tantas películas Walter Matthau le pasaba algo parecido.
Saludos
Hola, JM. Sí, la primera parte de la película es amable y divertida pero la segunda es durísima y refleja muy bien lo que implica el alcoholismo. Lemmon y Mathau eran dos genios, una pareja irrepetible. Me alegra muchísimo que te haya gustado el micro. Mil gracias.
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