La fragilidad siempre conduce a la emoción y al miedo
Veinticuatro
relatos con nombre de mujer. Veinticuatro historias entrelazadas donde los
personajes saltan de una a otra, alternando papeles secundarios y protagonistas
para armar un caleidoscopio de voces, un entramado de relaciones y
circunstancias que muestran la complejidad de las relaciones humanas,
reflexionan sobre el paso del tiempo o se detienen en pequeños momentos de cotidianeidad que van mucho más allá de lo
que aparentan.
Melancolía, pérdida, desamparo, rutinas, cansancio, frustraciones, incertidumbre, miedo, cicatrices...., recorren unos cuentos llenos de dulzura y sensibilidad donde arte y literatura aparecen siempre de fondo como tabla salvadora a la que agarrarse para no caer en el vacío.


