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miércoles, 27 de marzo de 2024

Me llamaré Silver Stardust. Nuria M. Deaño ─ Reseña

 

 

La ausencia tiene una presencia muy poderosa


Primera novela de la periodista Nuria M. Deaño, Me llamaré Silver Stardust ha sido considerada una de las grandes revelaciones literarias del año 2023. Una historia llena de emoción y de ternura, de ilusiones y sueños rotos que ya desde las primeras líneas nos sitúa frente a un protagonista devastado por las drogas, derrotado por una vida que en algún momento se torció y lo condujo hacia el abismo. Tras esa primera escena que sucede en el año 1999 y coloca al lector frente a un yonqui consumido por la heroína, desesperado por conseguir la droga que necesita, la historia retrocede a modo de flashback hacia el final de los años setenta para asomarnos a la infancia de ese mismo personaje, a sus expectativas y sueños de grandeza, al momento anterior al desastre donde todo era posible todavía.

jueves, 21 de marzo de 2024

Abandono

 


Recuerdo que te olvidé, murmura la luna culpable y hermosa

Y hace tanto frío...

Recuerdo que te olvidé, clama en la noche el vaivén de las olas

Y es tan inmenso el miedo...

Recuerdo que te olvidé, susurra en el cielo una estrella lejana y llorosa

Y estoy yo tan sola...

Recuerdo que te olvidé, quiebra entre las ruinas el silencio una plegaria

Un mal día, cobarde y cruel, para siempre te olvidé

Llora desde entonces un corazón su herida

Grita su impotencia, su espanto y su amargura

En nadie hallará consuelo

Fantasma invisible de una guerra antigua y olvidada

Incómodo testigo de la infamia y la derrota

Trágico protagonista de un cuento sin alma ni final feliz

lunes, 18 de marzo de 2024

El tren de las oportunidades perdidas

 


La estación hierve de actividad. Es hora punta y decenas de viajeros corren por el andén. Las consignas bullen como un enjambre. Ajenos al alboroto que los rodea, enfrascados en sus propios pensamientos, dos jóvenes ─diabluras del destino─ cruzan de repente la mirada. Él, mochila a la espalda y libro en las manos. Ella, parada entre la gente con aire despistado. El tiempo se detiene. En los ojos de él, presiente ella la luz de una aventura. En los de ella, él adivina un oasis de calma. Sonríen al unísono y una promesa tiembla en el aire. Pero el hechizo se rompe apenas nacido. La llegada del tren los trae de vuelta al presente, a los horarios, los compromisos y las citas. Él sube a su vagón con un suspiro. Ella duda un segundo, comprueba la hora en su reloj, no se mueve. Esos ojos... ¡ay, esos ojos! Sacude al fin la cabeza con gesto de extrañeza, agarra sin ganas su maleta y, tras un último vistazo por encima del hombro, se dirige a la salida. En su mente, el eco silencioso de una despedida, de un encuentro inexistente, de lo que pudo haber sido... De lo que nunca será.

martes, 5 de marzo de 2024

La sinfonía del destino

 


La música abrasaba su cabeza. Corcheas, fusas, semifusas danzaban en su mente de forma continua y obsesiva. A sus pies, las trizas de un montón de partituras daban cuenta de sus dudas. Manuscritos tachados, borrados, desgarrados... Pasajes escritos y reescritos mil y una veces en busca de la nota justa, de la secuencia exacta que acallara los rumores que ya corrían por Viena. ¡Qué vergüenza! Lo desesperaba andar de boca en boca, la compasión que adivinaba en los gestos de quienes antes lo admiraban, la curiosidad impresa en la discreción de sus amigos, las sonrisas condescendientes de algunos conocidos... El destino lo había golpeado con dureza pero aún no estaba derrotado. No, no lo estaba e iba a demostrarlo. Se sentó a la banqueta del piano, abrió la tapa, colocó en el atril la composición en la que hacía días trabajaba y sus dedos viajaron de un lado a otro de las teclas. Las golpeó con furia, con los ojos cerrados y la rabia ahogada en la garganta. Impredecible y poderosa, la nueva sinfonía flotó un instante en el aire para agitarlo luego con la violencia de una tempestad. TA-TA-TA-TAAAN.... Sintió latir las notas en el fondo del alma. TA-TA-TA-TAAAN.... Jamás podría escucharlas pero eran suyas. TA-TA-TA-TAAAN, TA-TA-TA-TAAAN, TA-TA-TA-TAAAN.... Graves, exaltadas y perfectas. La angustia cedió, dejó paso a la esperanza y un presagio de futuro iluminó su rostro. Fugaz como una estrella. Enigmático como una intuición de eternidad.