Entre libros nada dolía
Un pueblito perdido en el Pirineo, una treintañera en crisis tras un fracaso profesional, un joven misterioso en busca de refugio... Y libros, muchos libros, para esta última historia de Mónica Gutiérrez Artero que es, por encima de todo, una carta de amor a la literatura, a su capacidad de consuelo, a su poder para aliviar las heridas del alma y servir de escudo contra desamparo y soledad.
Si
en todas las novelas de Mónica las referencias literarias salpican de continuo
la trama, en esta, ambientada en torno a un club de lectura, se convierten en
un elemento central, un modo de dar a conocer las inquietudes y el corazón de
una protagonista cargada de miedos y tristezas al comienzo del relato que irá
recorriendo poco a poco el camino hacia la ilusión y la esperanza. Drácula, La princesa prometida, La isla del tesoro... hacen de enlace
argumental entre escenas y revelan el momento vital en que se encuentran determinados
personajes.
El
amor, la bondad, la familia, la importancia de las pequeñas cosas como secreto
de la felicidad son los temas que laten dentro de una historia escrita con difícil
sencillez, amable, romántica, ingeniosa en los diálogos, con personajes muy
bien armados (tanto los protagonistas como los secundarios, alguno de estos
últimos con un punto estrafalario muy divertido) y un escenario casi de cuento:
ese pequeño pueblo perdido entre montañas donde la vida transcurre lenta y
apacible y nada malo puede suceder.
Elegante, entrañable, impregnada de humor y de ternura, la autora (licenciada en Historia y Periodismo, administradora del blog Serendipia) toma al lector de la mano con su historia para introducirlo en un mundo dulce y cálido como un tazón de chocolate junto al fuego, un libro que se lleva las penas o un amor listo para un guiño del destino.
Magnífica reseña que te anima, ya, a leer el libro. He pasado por Serendipia, me ha encantado. Para las que nos gusta leer, qué bien nos viene.
ResponderEliminarUn abrazo, Marta.
Muchas gracias, M. Pilar. ¡Qué bien que te haya gustado!
EliminarMil gracias, Marta. Me alegra mucho que te hayas sentido a gusto junto a la chimenea de este club de lectura tan especial. Te agradezco mucho el cariño con el que me lees siempre y el apoyo. Un beso grande.
ResponderEliminarUn beso, Mónica. Una historia preciosa. Junto al señor Livingstone creo que es la que más me ha gustado.
EliminarGracias por esta reseña Martita! Se antoja... Pero cuál crees que voy a leer ahora?
ResponderEliminarLa Casa de Arena, de M. Pilar.
Un abrazo grande 🥰😍
Pero... También quiero estar en esta chimenea, eh? Está en Amazon?
ResponderEliminarHola, Maty. Sí, está en Amazon. Creo que te gustará, es una historia muy agradable.
EliminarUna carta de amor a la literatura es una definición sobresaliente para un libro del que has disfrutado tanto. Conociendo tu buen gusto personal me anoto el libro que me parece que puede ser un auto-regalo magnífico. Besos, Marta.
ResponderEliminarLos libros como salvavidas al que agarrarse siempre, eso es lo que está en el fondo de esta historia. Es muy agradable de leer, un buen auto regalo, sí 😉 Un beso, Miguel y muchas gracias.
EliminarHola Marta, como siempre, gran reseña, el libro se super-antoja, queda anotado para futura lectura. Gracias por esta recomendación. Saludos.
ResponderEliminarUn beso, Ana. Muchas gracias a ti.
EliminarParce que te llegó con la ternura que asoma de sus páginas.
ResponderEliminarGracias por tu reseña.Un abrazo
Muchas gracias a ti, Albada.
Eliminar¡Hola, Marta! Una lectura que por tus comentarios se presenta muy amable, de esos libros para disfrutar y alejarse del ruido del día a día. Anotada queda! Un abrazo!
ResponderEliminarEso es, una historia sencilla y muy agradable de leer. Muchas gracias, David.
EliminarHola, Marta.
ResponderEliminarHe leído a Mónica Gutiérrez y es una autora entrañable en su trato a los libros y la literatura. Buscaré esta obra.
Un fuerte abrazo :-)
Creo que te gustará si te han gustado las anteriores. Muchas gracias, Miguel Ángel.
EliminarHola, Marta
ResponderEliminarDescribes con tanto mimo el argumento que me he imaginado con el libro abierto junto a un fuego en el pueblo (único lugar donde dispongo de chimenea) ajena a cualquier ruido que me distraiga de la misión de adentrarme en esa lectura tranquila y amable.
Me ha llamado mucho la atención que medie un club de lectura en la historia pero creo que recordar que ya hiciste una reseña "La librería del Dr. Livingstone" donde ya se adivinaba el amor por la literatura de esta escritora. Lo anoto
Es una historia muy dulce donde los libros tienen mucho protagonismo. Creo que te gustará si te animas. Un beso y muchas gracias.
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