Todo el mundo llora de vez en cuando en la penumbra de su salón.
Última antología de Ovidio Parades, "Carver y el metro de Berlín" reúne dieciocho de sus relatos. Un compendio de cuentos articulado en torno a momentos, sensaciones o pequeños instantes cotidianos que, pese a su aparente sencillez, aborda temas tan profundos como el maltrato, el acoso escolar, la enfermedad mental, el miedo a la muerte o la vejez.
Con inmensa delicadeza y gran habilidad para describir ambientes y emociones, el autor se detiene ante una cotidianeidad que lejos de dejar pasar inadvertida él sabe convertir en literatura. El efecto que en un hombre tiene una llamada intempestiva, los pensamientos de una mujer durante un trayecto en autobús, la desazón que en un turista despierta cierta escena callejera..., imágenes a modo de instantáneas que traslucen miedos, tristezas o alegrías, un fragmento de intimidad detenida.
El
olor del pan, el color de una tarde de lluvia, la complicidad de una mirada, el
desamparo inevitable de las últimas horas de un domingo, son los resortes que introducen
de inmediato al lector en el mundo de unos personajes cuyas vidas podrían ser
las nuestras, que intuimos desgraciadas o felices a partir de la pequeña escena
a que el relato nos asoma (importantes silencios y elipsis) y dejan siempre un
poso de melancolía.
Dolor,
desconsuelo, ternura, laten en unas historias elegantes y sutiles, impregnadas
de referencias literarias, musicales y cinematográficas muy reconocibles, teñidas
de dulzura pese al desgarro que también existe en ellas, marcadas al fin por la
sensibilidad de un autor que siempre deja en el aire más interrogantes que
certezas.
Esas imágenes a modo de instantáneas que citas, más la cercanía cotidiana de estos relatos hacen de esta antología algo realmente apetecible. La dulce reseña que has realizado me parece también antológica y siempre fiel a tu estilo.
ResponderEliminarUn beso, Marta, y buen comienzo de semana.
Un beso, Miguel y gracias, qué bonito lo que me dices siempre.
EliminarPues veo que sus historias pueden ser parecidas a las de Carver que también relata instantes de la vida sencillos, casi sin fin ni principio como son los acontecimientos en la realidad: todos vienen de atrás y continúan después.
ResponderEliminarUn título muy evocador.
Un beso.
Historias sencillas, escritas con mucha naturalidad, que hacen también reflexionar. Un beso, Rosa y gracias.
Eliminar¡Hola, Marta! Un libro que se me presenta muy goloso, dado que por lo que comentas y dado el título parece tener una inspiración en Raymond Carver, un autor que me fascina especialmente y cuya lectura es de las pocas que me resulta inspiradora para escribir. Y eso que sus historias no son precisamente las que suelo imaginar, pero te aseguro que cuando ando escaso de ideas, me "tomo" un par de relatos de Carver y las musas regresan. Es algo diría un tanto paranormal, ja, ja, ja... Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David. Pues sí, uno de los cuentos está dedicado a Carver y su impronta asoma en toda la antología. Creo que te gustará si te animas. Son historias sencillas que cuentan más de lo que parece. Un beso y gracias.
EliminarHola Marta. Me gustan mucho los relatos. Para mí son como esos pequeños caramelos que endulzan (bueno no siempre endulza un relato). Por lo que cuentas, creo que esta antología me podría gustar. Besos
ResponderEliminarUn beso, Marisa. Si te animas, seguro que te gusta. Es una antología muy especial.
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