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viernes, 31 de marzo de 2017

La vendedora de globos


Día tras día, mañana y tarde, siempre en el mismo rincón, la pequeña vendedora ofrece incansable su mercancía. Alegría, ilusión, sueños y sonrisas regala en forma de globos de colores. Al anochecer, cuando el parque cierra sus puertas y su mundo queda desierto, cuenta la niña sus escasísimas ganancias y, en silencio, inicia el camino de regreso a casa. Lentamente, con cada paso, la sombra alargada de un dolor antiguo y peligroso, una cruel y muy amarga bofetada de realidad, estalla en su alma. Dos lágrimas heladas por el tiempo brillan en sus ojos. Los cierra con fuerza para no derramarlas y, cual astuta aprendiz de Mary Poppins, murmura entre dientes su conjuro impronunciable a la espera del golpe de viento que cambie su suerte y lejos, muy lejos, sobre los tejados la arrastre. Y así, bien aferrada al ramillete de globos que tampoco hoy consiguió vender, sobrevolar un instante la ciudad dormida y desaparecer al fin entre esas nubes tan suaves, tan blanditas, casi como de algodón de azúcar, que durante toda la tarde han flotado en el cielo. Aunque sabe, por supuesto, que su mágico deseo jamás se cumplirá.




Este relato apareció publicado en el nº 32 (abril 2017) de la revista "Valencia Escribe" y obtuvo el primer premio en el concurso promovido por la Comunidad "Relatos Compulsivos" en febrero de 2018.

         Imagen: Banksy balloon girl.

4 comentarios:

  1. Un sueño... una ilusión que si existiera la justicia, debería suceder. Me encantó! un beso.

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  2. bonito, sencillo y lleno de ilusión. me ha gustado

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